La antigua comisaría central de la Guàrdia Urbana de Reus, localizada en el número 67 de la calle del Roser, podría acabar convirtiéndose en vivienda social. En ello trabaja el gobierno municipal, tal como detalla la concejala de Urbanisme, Marina Berasategui, que especifica que se trata de una cuestión que «está en estudio».
Y es que, pese a que la transformación figura en los planes del ejecutivo, «para que se dé la posibilidad de llevar a cabo este proyecto, sería necesario tramitar una modificación del planeamiento urbanístico, porque ahora mismo ese edificio está afectado», concreta la concejala. Sin embargo, «como estamos determinados a seguir ampliando el derecho al acceso a la vivienda en la ciudad de Reus, desde Urbanisme vamos a remar a favor de ello», precisa Berasategui, que señala que «continuamos avanzando en iniciativas de recuperación del patrimonio industrial».
La vieja comisaría perdió su función vinculada a la policía local hace ya prácticamente 20 años, en 2005, cuando se materializó el traslado del cuerpo a las actuales dependencias de la avenida de Marià Fortuny. Y no se encuentra en buen estado. La decadencia de la edificación fue, de hecho, uno de los motivos de peso en el traslado de los servicios. Su posible reforma está reflejada en el Pla d’Acció Municipal para el presente mandato 2023-2027 como el compromiso de «estudiar la rehabilitación del antiguo cuartel de la Guàrdia Urbana para destinarlo a vivienda social».
El Pla Local d’Habitatge 2022-2027, a su vez, recoge una modificación puntual del vigente Pla General d’Ordenació Urbana (PGOU) de Reus, con fecha de 2005 y ligada a la apertura de nuevos sectores de desarrollo de potenciales viviendas que, por aquel entonces preveía materializar una treintena de pisos, diez de ellos de protección oficial, en la superficie de las antiguas instalaciones policiales de la calle del Roser. Planteaba, para ello, la opción de demolerlas. La propuesta de viviendas se perfiló entonces como un edificio con planta baja y dos plantas piso, con edificabilidad máxima de 3.261 metros cuadrados, y contemplaba una parte de espacio público. La comisaría es de propiedad municipal.
Preguntada sobre el proyecto concreto que debe guiar la intervención en la comisaría para que pueda albergar vivienda social, la concejala de Urbanisme indica que «técnicamente se está valorando cómo se desplegaría todo el proceso y se expondrá seguramente más adelante». Reus está levantando pisos sociales en el complejo de La Hispània y espera un bloque con 132 de protección oficial en Mas Iglesias.
El espacio que sirvió como comisaría de la Guàrdia Urbana en la calle del Roser hasta el año 2005 había sido, anteriormente, sede de la casa de coches de la marca Citroën en Reus, tal como queda detallado en el PGOU. Para la llegada del cuerpo policial fue necesario adaptar la finca, que vivió varias modificaciones mientras se alargó la estancia de la Urbana, entonces con alrededor de 150 agentes. Las crónicas de la mudanza a la nueva comisaría de Marià Fortuny precisan que en la calle del Roser se habían realizado «reformas constantes, bien para ampliar las dependencias de almacén o para integrar servicios», por lo que «muchos pasillos están hechos con placas de pladur que distribuyen las estancias».
