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    Los accesos a Reus y los parkings del centro se colapsan

    Los aparcamientos de Llibertat y Baluard llevan días iluminando el ‘completo’ por la tarde, cuando se suceden largas colas para entrar y salir de la ciudad. El Ayuntamiento habla de «picos puntuales» por al aumento de visitantes tras la Covid. Nadie quiere perderse la campaña de Navidad

    17 diciembre 2022 17:15 | Actualizado a 18 diciembre 2022 06:00
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    «¿Está completo?» o «no hay sitio en ningún lado» son algunas de las frases más repetidas, las tardes de este diciembre, frente a las barreras del parking de la plaza de la Llibertat. El lleno del aparcamiento, que ya varias veces ha tenido que habilitar vallas para cortar el flujo de vehículos que tratan de acceder y se enredan en el centro, refleja el colapso de las principales vías de entrada y salida de Reus, y el del núcleo.

    Especialmente a partir de las 17h., acercarse en coche al corazón de la ciudad exige paciencia. Cuando la Llibertat ocupa sus 900 plazas, o incluso antes, las 100 que ofrece el Baluard también se han amortizado y a los conductores se les deriva entonces a La Fira –900–, que a su vez recibe una importante concurrencia por las compras propias de estas fechas.

    El visible y ya consolidado éxito de la campaña de Navidad en Reus casi desborda la capacidad de la ciudad de compaginar sus movimientos interiores con los de los muchos visitantes. Y los atascos, que ya se dan el resto del año en momentos concretos, se agravan. El tapón afecta a todos: ralentiza el transporte público, con autobuses atrapados en el tránsito, y hay turismos que acaban guardando fila sobre los pasos de cebra, cosa que obliga a los peatones a sortearlos para poder cruzar.

    «Si algún problema tenemos respecto al tráfico en esta zona», explica Pilar Flamenco, presidenta de la Associació de Veïns Horts de Miró, «es la congestión que se forma en la Riera Miró y en todo el entorno, sobre todo por la tarde, y lo que cuesta salir de Reus». Hasta su ámbito llegan las colas de coches que hacen esperas para meterse en el Tomb de Ravals. «No sé qué pasa, pero cada vez es más complicado circular por esa parte», añade.

    «Son picos puntuales»

    Una explicación la da la concejala de Seguretat i Civisme, Dolors Vázquez. «El año pasado todavía estábamos con algunas restricciones y, por lo tanto, no había tanta movilidad ni afluencia como la que hay ahora», apunta. Y señala que estos días «atravesamos un preludio de la Navidad en el que la gente tiene ganas de salir y comprar, de hacer más cosas, y estamos recibiendo a muchas personas de fuera de la ciudad». «La campaña de Navidad está siendo un éxito y nos visitan vecinos de otros municipios», destaca Vázquez.

    $!Los parkings municipales están registrando en estas fechas una gran afluencia. Foto: Alfredo González

    En este contexto, tal como sostiene la concejala, «es normal que haya este volumen» de vehículos. Vázquez llama a «hacer una comparativa más allá, no con el corto plazo en el que había unas circunstancias muy diferentes por la Covid». «Si vamos más atrás, hacia épocas prepandémicas, la situación era prácticamente la misma» que se da en estos momentos, asegura, y defiende que el colapso responde a «picos puntuales debido a la gran movilidad que tenemos y a que Reus está siendo un centro de referencia de visitas».

    La ciudad también ha vivido algunos cambios significativos respecto a antes del virus. Por ejemplo, por aquel entonces el Raval de Santa Anna no se había peatonalizado y menos semáforos regulaban el núcleo del municipio.

    ¿Y cómo resolverlo? Vázquez señala, en este sentido, que «a nivel de controles, estamos trabajando», pero incide en que «ahora mismo tenemos muchas entradas y salidas de la ciudad». Mantiene que los embotellamientos y el cierre de aparcamientos se ciñen a «quizás una hora al día» y recuerda que «la capacidad es la que es».

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