Más vida sana, menos riesgo cardiovascular

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte en el mundo y el 80% de los fallecimientos que provocan se podría evitar con la adopción de un estilo de vida saludable que reduzca los factores de riesgo.

Este sábado, 14 de marzo, se celebró el Día Europeo de Riesgo Cardiovascular una fecha en la que los expertos recuerdan que «las enfermedades cardiovasculares son una problemática importante desde el punto de vista de la salud, porque los últimos datos epidemiológicos publicados por la Sociedad Europea de Cardiología indican que casi la mitad de las mujeres en Europa y el 40% de los hombres fallecen de enfermedades cardiovasculares», afirma el doctor Lluís Masana Marín, catedrático de la URV y director de la Unidad de Medicina Vascular y Metabolismo del Hospital Universitario Sant Joan de Reus, grupo de investigación asociado al Institut d’Investigació Sanitària Pere Virgili (IISPV). En base a estas cifras, el especialista explica que «las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte y de invalidez por encima de cualquier otra patología, como por ejemplo todas las formas de cáncer juntas».

Sobre la afectación en la población femenina, Lluís Masana hace hincapié en que «las enfermedades cardiovasculares siempre se han asociado, en sus formas más severas, a hombres, pero cuando se hace el recuento de quienes son los más afectados se ve que son las mujeres las que tienen una proporción superior». En esta misma línea, asegura que «esto ha conllevado que, a la hora de establecer conductas terapéuticas y de prevención, se tiene más tendencia a actuar sobre los hombres que sobre las mujeres».

La diferencia por sexos es que –según explica el doctor– «en los hombres son enfermedades precoces a lo largo de la vida, mientras que las mujeres las padecen con un cierto retraso de tiempo y por esto tienen una mayor esperanza de vida». «Las mujeres hasta la época de la menopausia están protegidas de los factores de riesgo, y el riesgo comienza a partir de entonces de forma similar que los hombres», añade.

«Una dieta en la que predomina la fruta y la verdura, legumbres, pescado y carne blanca, limitando las carnes procesadas», detalla el doctor.

Por ello, una fecha como hoy sirve para centrar la atención en estas patologías. Cuando los expertos hacen referencia a enfermedades vasculares –explica el especialista– «nos referimos a enfermedades que provocan daños en las arterias produciendo su obstrucción, y entonces impiden que llegue sangre a órganos vitales». En esta misma línea, continua explicando que «las alteraciones que más preocupan son a nivel cerebral, los ictus; a nivel cardíaco como los infartos de miocardio que pueden conllevar posteriormente insuficiencia cardíaca; y por último las enfermedades de las arterias periféricas».

Factores de riesgo

La celebración del Día Europeo de Riesgo Cardiovascular es una buena oportunidad para recordar las circunstancias que hacen que estas patologías se aceleren. «Todos estamos expuestos a padecer estas enfermedades, pero hay circunstancias que pueden hacer que se aceleren y se expresen antes de tiempo», explica el especialista.

Controlar el riesgo

Estimular los hábitos de vida apropiados como la alimentación, la actividad física y la abstención tabáquica nos permiten controlar los factores de riesgo más importantes como son –según detalla Lluís Masana, «la presión arterial elevada, la diabetes, el colesterol elevado y la obesidad, que determina la aparición de diabetes, y que aceleran la posibilidad de padecer alguna enfermedad cardiovascular».

El envejecimiento también acelera la aparición de estas patologías. «Con el paso de los años, nuestras arterias se vuelven más rígidas y llevan mucho más tiempo acumulando colesterol si este se ha mantenido elevado durante años y reciben todos los efectos de los factores que han actuado durante el tiempo», explica el director de la Unidad de Medicina Vascular y Metabolismo del Hospital Universitario Sant Joan de Reus y añade que «la adopción de medidas cardiosaludables enlentece el envejecimiento arterial».

 

Cambios

Llegados a este punto, el doctor hace la siguiente advertencia: «Hemos sido eficaces en disminuir el tabaquismo, mantener las cifras de presión arterial y reducir las cifras de colesterol, pero en cambio estamos frente a una epidemia de obesidad y diabetes que se incrementan».

Es por ello que el especialista hace un llamamiento a impulsar la información y la educación sanitaria en relación a la obesidad y la diabetes. «Estas enfermedades se asocian al nivel socioeconómico de la población, por lo que mejorar de forma global la situación socioeconómica de nuestra sociedad es importante, así como medidas genéricas globales como la abstención del tabaco, evitar el sedentarismo y promover una alimentación sana», argumenta Lluís Masana.

Sobre qué comidas son cardiosaludables, el especialista responde que la base debe ser la dieta Mediterránea. «Una dieta en la que predomina la fruta y la verdura, legumbres, pescado y carne blanca, limitando las carnes procesadas», detalla el doctor.

Prevención y tratamiento

Actualmente, existe investigación asociada al tratamiento de las enfermedades y otra en la prevención asociada a las patologías. Sobre este último aspecto desarrolla su actividad la Unidad de Medicina Vascular y Metabolismo del Hospital Universitario Sant Joan de Reus. Por ello, Lluís Masana asegura que «la prevención y el tratamiento de las enfermedades cardiovasculares ha sido la causante de que la esperanza de vida haya pasado en los últimos 30 años en España de 75 años, en la década de los 80, a los 83 años en la época actual. De estos 8 años que se han ganado, seis se han ganado a la prevención de las enfermedades cardiovasculares».

El desarrollo de nuevos medicamentos, el conocimiento de los mecanismos que desencadenan alteraciones del metabolismo que afectan nuestras arterias ayudan a entender mejor lo que causa estas patologías.

En el futuro, los retos de la prevención pasan por parar la epidemia de obesidad que lleva detrás la diabetes, si controlásemos estos factores, la patología disminuiría claramente. Por otra parte obtener medicamentos cada vez más eficaces para aquellos que no pueden contener las alteraciones con las medidas globales de alimentación y actividad física sigue siendo un reto científico. Sobre estos aspectos, Lluís Masana reivindica «que los profesionales nutricionistas-dietistas deberían tener una mayor representación en hospitales y centros sanitarios porque son quienes mejor pueden dirigir el cambio en la alimentación y el estilo de vida de la persona».