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Optimismo ante la primera Navidad sin obras en el Raval de Santa Anna de Reus

Ayer se hicieron los últimos ajustes de las restricciones al tráfico en el centro. Comercios de la zona piden que los transportistas entren hasta las 12 horas y el tiempo para descargar pase de 20 a 30 minutos

09 noviembre 2023 21:30 | Actualizado a 10 noviembre 2023 14:00
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La puesta en marcha del sistema de reordenación del tráfico en el centro de Reus debería haber quedado ya completamente lista. El Ayuntamiento comunicó este miércoles que el bolardo del cruce entre la calle de La Selva del Camp y la de Santa Anna centraría los últimos ajustes, tras los problemas técnicos generalizados que se detectaron a inicios de la prueba piloto, este 6 de noviembre. Operarios trabajaban ayer en ese punto con apoyo de la Guàrdia Urbana.

Los comerciantes del núcleo entienden que «siempre puede haber incidencias y, mientras se resuelvan la primera semana, es algo asumible». Esperan con «optimismo» la próxima gran campaña comercial, la que será «la primera Navidad sin obras desde que empezó la transformación del Raval de Santa Anna».

En el giro de La Selva del Camp con Santa Anna, ayer, las labores se orientaron a la sustitución de cableado que había quedado pelado y a la vista, en la calzada, por la circulación de vehículos. La intervención comenzó cerca de las 11 horas, el momento en que el Raval se cierra y empieza a admitir solo vehículos autorizados.

A esa hora también se levantaron los bolardos de los cinco accesos restantes al núcleo, donde se desplegaron agentes de la policía local que orientaban a los conductores sobre las nuevas restricciones de paso.

El de La Selva del Camp es uno de los seis controles de entrada al centro. Las calles del núcleo se han dividido en tres franjas horarias de restricción de vehículos y el permiso de paso se concede a perfiles acotados por el Ayuntamiento.

Sobre el desarrollo que está teniendo la prueba piloto en sus primeros compases, el portavoz de los comerciantes del Raval de Santa Anna, Marc Niubó, valora que los fallos identificados en el sistema de lectores de matrículas «pueden aparecer, pese a que ya se habían hecho ensayos antes».

Los negocios de la zona han expresado al Ayuntamiento que «sería bueno que los transportistas, que entran hasta las 11 horas, pudieran hacerlo hasta las 12 en ciertas calles donde el tránsito de peatones no es tan elevado». Por otro lado, «estaría bien que el tiempo de carga y descarga, que es de 20 minutos, se ampliase a 30». Y que «los comerciantes contásemos con la opción de acceder en otra franja adicional, por ejemplo al mediodía» y «hubiese una categoría propia para solicitar la autorización».

El sector subraya la conveniencia de generar «un distintivo que permita saber, a primera vista, quién es quién», en el sentido de una identificación que se coloque directamente en los vehículos que acceden al núcleo. El Ayuntamiento descartó esta propuesta y apostó por la matrícula como principal llave de paso, pero Niubó insiste en que «vendría bien para el día a día, para evitar incomodidades y por si hay problemas en el sistema tecnológico».

Transformación lista, «por fin»

Aunque «un cambio así requiere, quizás, tres años para dejar el 100% de resultados», los comerciantes miran con positivismo hacia esta Navidad. «Por fin estaremos sin obras, con la calle lista y con luces», apunta el portavoz de los establecimientos del Raval de Santa Anna.

De momento, «hemos obtenido un espacio peatonal que es bonito y está bien. Invita a pasear y notamos un aumento progresivo de peatones, sobre todo por la tarde».

Niubó explica que «quizá perdemos a los clientes que venían, paraban el coche y cargaban. Y habrá que ver las consecuencias. Pero también ganamos en lo que es propio del comercio local: podemos profundizar en las especialización y en la atención al público, hay menos contaminación acústica y nos entendemos para hablar con quien viene, y el ambiente es otro».

La idea es que, con el tiempo y según vayan aflorando necesidades, «sigamos sugiriendo posibles mejoras», señala Niubó. Más seguridad y control del incivismo son ya dos cuestiones en la lista de deseos de quienes tienen su negocio en este punto de Reus.

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