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    Vecinos de la renovada calle Miró de Reus denuncian ‘defectos’

    Reclaman bolardos para que los coches no circulen por las aceras y se quejan de que la lluvia se filtra a un parking subterráneo a raíz de las obras. El Ayuntamiento está buscando soluciones

    17 enero 2023 20:36 | Actualizado a 18 enero 2023 07:00
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    Las obras de transformación a plataforma única de las calles de Santa Helena, Miró y Verge Maria están terminadas y recepcionadas al Ayuntamiento de Reus. Los adoquines han sido sustituidos por asfalto, las aceras están renovadas y han quedado al mismo nivel que la calzada. También han desaparecido las plazas de aparcamiento. «Pero faltan acabados», exclaman vecinos de la calle Miró. Denuncian que hace meses que sufren las consecuencias: coches y vehículos pesados circulando por las aceras porque no hay bolardos que lo impidan, bordillos de las casas rotos y, en consecuencia de esta cuestión, filtraciones de agua de lluvia hacia el parking subterráneo que hay debajo de las casas. «Cae por las paredes, donde hay cables y cajas de empalmes», señalan los vecinos.

    $!Las entradas de los parkings están rotos a raíz de las obras. FOTO: Alfredo González

    Sobre la falta de bolardos, fuentes municipales consultadas aclaran que se ha optado por unos de extraíbles. De momento, no han sido colocados con el fin de priorizar una mejor accesibilidad. Pero no descartan ponerlos en un futuro. Por ahora, el consistorio está haciendo un seguimiento para saber si los conductores hacen un buen uso de la zona reservada a los peatones. En este caso, no se colocarían los bolardos. De lo contrario, se instalarían los delimitadores.

    «Hay coches y vehículos pesados que circulan por encima la acera», aseguran vecinos, quienes reclaman que instalen los bolardos. Una vecina indica que uno sí que hay: en el tramo de calle Miró más cercano a Pròsper de Bofarull. «Debe ser el de muestra...», dice en broma. Del resto, no hay ni rastro, solo las marcas en el suelo y nadie les ha informado de que se ha optado por, de momento, no instalarlos.

    Sin delimitadores, hay conductores que optan por pasar por encima de la acera, «lo que es un peligro, porque sales de casa y casi que te atropellan», exclaman. Indican que algunos circulan por la zona reservada a los peatones «para entrar a aquel parking», mientras señalan la puerta más cercana a la esquina con calle Verge Maria. Así pues, denuncian también el incivismo de algunos vecinos de la misma zona, «pero que se evitaría si las cosas estuvieran bien hechas y terminadas». Otra consecuencia de la falta de bolardos es que también es habitual ver coches y furgonetas aparcadas en medio de la calle, «sobre todo en la zona entre calle Miró y Verge Maria», indican.

    No obstante, las filtraciones de agua es lo que más preocupa «por la peligrosidad que pueda haber algún accidente si los cables entran en contacto con el agua», explican. A pesar de ser un año seco, los pocos días que ha llovido han visto como por las paredes del aparcamiento caía abundante agua. El motivo es que durante las obras, los operarios han roto prácticamente todos los bordillos de las entradas de los parkings privados de las casas ubicadas en la calle Miró. En consecuencia, hay grietas abiertas «que nadie se ha preocupado de arreglar», relatan.

    $!Cajas de empalmes del parking subterráneo, por donde cae agua cuando llueve. FOTO: Alfredo González

    En los mismos puntos donde hay bordillos rotos es por donde, cuando llueve, cae el agua en el interior del aparcamiento soterrado, que tiene entrada por la calle paralela, la de Santa Helena. «Quizás piensan que somos exagerados, pero no lo creo. Cae agua encima de cables y puede haber un accidente grave», exclaman los vecinos, por lo que reclaman celeridad para que «quien sea, pero que lo arreglen. Lo que no puede ser es que una obra quede así», se quejan.

    Sobre este punto, el Ayuntamiento es conocedor del problema, habiendo recibido la queja de los vecinos y, actualmente, el consistorio está buscando una solución. Además, las mismas fuentes consultadas indican que la concejala de Urbanisme mantuvo una reunión por esta cuestión. Un encuentro que el mismo vecindario recuerda.

    «En septiembre nos comentaron que lo arreglarían. Pero han pasado ya cuatro meses y no ha habido ni un solo movimiento, ni para la cuestión de los bolardos ni para arreglar las entradas de los parkings privados y las consecuentes filtraciones de agua hacia el aparcamiento soterrado», denuncian, mientras recuerdan que hace ya más de medio año que la situación es la misma.

    Casi 300.000 euros

    Los trabajos de reforma de las calles Miró, Verge Maria y de Santa Helena –anexas a la calle Ample– han supuesto una inversión de 299.210,48 euros. Una parte ha sido subvencionada por la Diputació (179.526,25 euros) en el marco de la convocatoria del Pla d’Acció Municipal (PAM) 2020-2023. El presupuesto restante lo han aportado el Ayuntamiento (77.794,75 euros) y los propietarios de los inmuebles de las calles afectadas a través de contribuciones especiales (41.889,48 euros).

    A través de estos trabajos, han sido eliminados los adoquines de estas tres calles. También han sido renovadas las aceras, siendo ensanchadas y quedando al mismo nivel que la calzada. En cuanto a las plazas de aparcamiento en superficie, han desaparecido. Con todo, el objetivo ha sido el de eliminar barreras arquitectónicas y seguir apostando por un mayor protagonismo de los transeúntes.

    Las actuaciones se han centrado en el tramo entre Joan Martell y de la Verge Maria, tanto en el caso de la calle de Miró como de Santa Helena; y el de Verge Maria, hasta a pocos metros de la calle de Sant Celestí. Ahora, en el marco de la reforma de la plaza del Víctor, habrá nuevamente obras en las calles de Miró y de Santa Helena, pero en esta ocasión, en el tramo más próximo a la calle Ample.

    Es una actuación incluida en la primera fase de obras de un proyecto que acabará transformando toda la calle Ample. En los casos concretos de Miró y Santa Helena, el objetivo es adoptar los criterios urbanísticos ya utilizados en la zona: calles de plataforma única, con la calzada central asfaltada y destinada al tráfico de vehículos, y aceras laterales pavimentadas con adoquín de hormigón.

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