Impresiona saber que casi el 93% de los graduados de los Másteres en Administración y Dirección de Empresas logran emplearse dentro de los primeros dos meses de la posgraduación. Este dato tan revelador, obtenido de diversos estudios realizados por prestigiosas Escuelas de Negocios y entidades encargadas de elaborar los rankings de los mejores Máster en Dirección de Empresas o Masters MBA, resalta la eficacia de estos programas para superar los retos actuales del mercado laboral.
La revolución tecnológica y los nuevos modelos de gestión han provocado que el mercado laboral se encuentre en plena metamorfosis. Otros aspectos como la adopción del trabajo híbrido, la búsqueda de un equilibrio entre la vida laboral y personal, y la creciente importancia de la salud mental junto al bienestar de los empleados también han propiciado esta transformación tan veloz del mercado laboral.
En este escenario, la formación y la adaptación a las nuevas formas de trabajo son imprescindibles para mantener la competitividad profesional. Precisamente por eso, los masters MBA se han posicionado como la formación más idónea para mejorar competencias, aumentar la empleabilidad y así progresar laboralmente asegurando una mayor estabilidad laboral en el futuro.
Cambios en el mercado laboral
Según la OCDE, más de mil millones de empleos se transformarán por la tecnología en la próxima década, subrayando la necesidad de actualizar las principales habilidades de gestión a través de la formación continua a lo largo de la vida laboral. En este contexto, los masters MBA sobresalen en la oferta académica como la opción de formación más elegida para el desarrollo y mejora de habilidades que los profesionales demandan para enfrentar los retos a los que se enfrentan las compañías para las que trabajan en la actualidad o que lo harán en el futuro.
Las organizaciones de todos los tamaños y sectores, tanto privadas como públicas que son generadoras de empleo se encuentran en un punto crítico, es decir, están lidiando con retos significativos derivados del avance de la tecnología y la inestabilidad económica provocada por los conflictos bélicos o el mismo cambio climático. Todo lo anterior unido, a la escasez de talento en el mercado laboral, los cambios legislativos y un entorno competitivo sin precedentes, hacen que las empresas demanden trabajadores flexibles y con sólidos conocimientos de modelos de gestión innovadores y altamente rentables.
En este escenario, los masters MBA han calentado motores y adaptado sus actividades académicas a la intensa demanda de desarrollo de habilidades versátiles y de fácil adaptación con capacidad de impactar en la consecución de resultados de una organización.
Precisamente, para abordar la innovación y la evolución del mercado laboral, muchos profesionales toman la decisión de estudiar un máster MBA con el fin de conseguir ser parte de una fuerza de trabajo con elevados niveles de eficiencia y con capacidad de hacer frente a las nuevas tendencias de gestión.
Formación integral para profesionales
Los Master en Administración y Dirección de Empresas surgieron como respuesta a una demanda de educación integral en el ámbito empresarial. Con el paso de las décadas y los cambios estructurales que han tenido lugar en las organizaciones y en el mercado laboral en general, este tipo de programas han ido evolucionado con el fin de equipar a los profesionales con independencia de sus estudios y experiencia previa, con las competencias que, según el momento, están entre las más solicitadas por las empresas.
Actualmente, estos masters constituyen para un conjunto amplio de titulaciones o especializaciones profesionales, el complemento perfecto para enfrentar los desafíos del mercado laboral. Los universitarios o los profesionales relacionados con la administración de empresas o la economía pueden, a través de un máster MBA, profundizar en áreas de su interés, enriqueciendo su conocimiento y ampliando competencias. Para aquellos profesionales o titulados en otras disciplinas, incluidas las relacionadas con la tecnología, los MBA suponen una puerta de acceso a un mercado laboral que demanda habilidades de gestión más avanzadas para asumir roles de mayor responsabilidad a nivel directivo y gerencial.
Por otro lado, dada la complejidad del mundo empresarial, el conocimiento que proporciona un MBA es esencial para liderar nuevos proyectos o iniciar un negocio propio. En este punto, los Máster en Dirección de Empresas son los más señalados debido a la metodología y los contenidos de estudios cuyo objetivo es fomentar y despertar entre el alumnado el interés por la innovación, la creatividad y la inteligencia necesaria para crear proyectos empresariales desde cero con elevadas posibilidades de éxito.
Desarrollo de habilidades específicas
Entre las habilidades específicas que se desarrollan en un MBA, el análisis de datos destaca como una competencia esencial. En la era del big data, la capacidad para analizar y utilizar información de manera efectiva resulta fundamental para tomar decisiones empresariales en un escenario complejo y cada vez más incierto.
Asimismo, la gestión de proyectos es otra habilidad fundamental adquirida en los MBA. Los estudiantes aprenden a planificar, ejecutar y supervisar proyectos, asegurando que se cumplan los objetivos dentro de los plazos y presupuestos establecidos. Esta habilidad es un requisito en un mercado laboral que valora altamente la eficiencia y la optimización en el uso y asignación de los diferentes recursos disponibles.
En esa misma línea, la comprensión de la gestión financiera es un elemento clave dentro de las materias que se estudian en un MBA. Los alumnos adquieren conocimientos en finanzas corporativas, costes, inversión y análisis de riesgos. Esto les permite no solo gestionar los recursos financieros de una empresa de manera efectiva, sino también tomar decisiones estratégicas que pueden impulsar el crecimiento y proyecten la estabilidad económica de la empresa.
Por otro lado, el avance tecnológico y la innovación constante que están redefiniendo el mercado laboral, ha creado nuevas oportunidades y también retos difíciles de superar sin la cualificación profesional apropiada. Durante el proceso de aprendizaje en los masters MBA más prestigiosos también se abordan estos cambios, enfocándose en cómo la tecnología afecta los modelos de negocio y las buenas prácticas de gestión. Los estudiantes aprenden sobre tecnologías emergentes como la inteligencia artificial, el blockchain y el Internet de las Cosas (IoT), y cómo estas pueden ser aplicadas de forma ágil para mejorar la eficiencia y la innovación en las empresas.
En resumen, la formación de un máster MBA se presenta como una inversión para asegurar la empleabilidad ante un amplio conjunto de trabajadores y universitarios con escaso recorrido profesional que requiere disponer de las herramientas y técnicas más eficaces, conocimientos actualizados y habilidades de gestión necesarias para navegar por el competitivo e incierto mercado laboral.