Durante los primeros siete meses de este año, en la ciudad de Tarragona se han denunciado 1.400 robos en el interior de vehículos, frente a los 991 del mismo periodo de 2017. Ello representa un incremento del 41,1 por ciento. Son cifras que daba ayer al Diari el concejal de Seguretat Ciutadana, Javier Villamayor, que no ocultaba el problema que vive no sólo Tarragona, sino también otras localidades desde hace meses. La última oleada de robos –18 en total– se produjo en la madrugada de ayer, principalmente en la calle D’Enric d’Ossó y en la avenida de Vidal i Barraquer.
Villamayor apuntaba que en las dos últimas sesiones de la Junta Local de Seguridad ya se ha tratado esta problemática, «que viene sufriendo un repunte desde 2017». Como máximo responsable de la Guàrdia Urbana, señalaba que dicho cuerpo policial, entre enero y julio, había instruido 275 denuncias, frente a las 209 del mismo periodo de 2017.
Pero la mayor parte de las denuncias las recogen los Mossos d’Esquadra. Por ello, las cifras globales de ambos cuerpos apuntan a que este año ya se llevan 1.400 denuncias –hasta julio–, lo que representa 6,6 al día.
Las detenciones
Durante el mismo periodo, tanto la Guàrdia Urbana como los Mossos d’Esquadra han efectuado 38 detenciones. Un hombre –un vecino de la Part Baixa de 42 años– ha sido arrestado en ocho ocasiones por casi un centenar de hechos delictivos. Otros ocho hombres han sido detenidos en dos ocasiones.
«Estamos estudiando de qué manera se puede afrontar la incidencia y estudiar la problemática», apuntaba el responsable policial. Él apuesta por la Policia de Proximitat y por facilitar los instrumentos de prevención. «He pedido un informe detallado donde ponga los números y los hechos delictivos para no tener que esperar a la próxima Junta Local de Seguretat».
Javier Villamayor señalaba que habrá una planificación de servicios y se «tomarán medidas». Sobre la Policia de Proximitat, recordaba que es un instrumento que recoge el Pla Local de Seguretat, «un plan muy bueno, redactado en 2012, pero que se tiene que revisar y adaptar a los nuevos hechos delictivos».
«Pero no detectamos en este incremento parámetros diferentes a los de otras localidades. No es un hecho extraordinario comparado con otras poblaciones. Tarragona no es una ciudad insegura», señalaba el concejal.
El último episodio se produjo en la madrugada de ayer, cuando aparecieron 18 coches con alguno de sus cristales rotos. Ocho estaban estacionados en la calle d’Enric d’Ossó (delante del Institut Vidal i Barraquer), tres en la avenida de Roma, tres en la avenida Vidal i Barraquer, y uno en las calles Soler, Caputxins y Cardenal Cervantes, además de en la plaza Prim.