TGN-Córdoba en bici: 854 km de superación
Paco Aranda y Aleix Durán, miembros de la peña ciclista Los Pepes, han cruzado la península pedaleando durante esta Semana Santa

Imagen de Aranda y Durán el sábado antes de iniciar su aventura ciclista.
854 kilómetros son muchos kilómetros. Concretamente son los que separan las ciudades de Tarragona y Córdoba por carreteras secundarias. Y si a más de uno ya le daría pereza hacer este trayecto en coche, dos tarraconenses decidieron que lo harían en bici, por lo que han estado pedaleando durante siete días para llegar ayer a la ciudad andaluza. Se trata de Paco Aranda y Aleix Durán miembros de la peña ciclista tarraconense Los Pepes. De hecho, este viaje fue idea de Aranda que, tras jubilarse, se lo propuso a sí mismo como una superación personal. Entonces dijo a sus colegas de ciclismo que quien quisiera podía acompañarle y, aunque más de uno se moría de ganas, por temas de agenda solo pudo Durán.
Así, el sábado 9 a las 7.30 horas de la mañana se sacaban cuatro fotos en el Balcón del Mediterráneo antes de iniciar la primera etapa, en la que sí les acompañaron otros miembros de la peña ciclista. Este primer día pedalearon 132 km hasta Peñíscola. El Domingo de Ramos, ya los dos solos, recorrieron 112 hasta Sagunto. En la tercera etapa, llegaron hasta Alcalá de Júcar, tras 155 km. Desde allí, pedalearon 110 km hasta Peñarrubia. El miércoles, 130 hasta Villanueva del Arzobispo. El jueves, recorrieron 95 km hasta llegar a Menjíbar y, finalmente, ayer, Viernes Santo, hicieron 106 km más hasta llegar a Córdoba. En total, han pasado por 79 municipios de cuatro comunidades: Catalunya, Comunidad Valenciana, Castilla-La Mancha y Andalucía. Sus mujeres han hecho cada día el mismo recorrido, pero en coche, y les han esperado ya en el hotel en el que cada noche se han ido hospedando.
«Si es cierto que son muchos kilómetros, y el desnivel es de 7.200 metros, pero la verdad es que estamos bastante entrenados, pues cada fin de semana salimos con el grupo desde hace muchos años», asegura Aranda, que reconoce que «la tercera etapa fue la más dura, por el desnivel». Además, explica que «Durán tuvo cuatro pinchazos en la misma rueda durante el segundo día y esto te baja la moral, pero a partir de ahí todo ha ido bien», comenta el ciclista, que destaca los paisajes «muy distintos y bonitos», y los pueblos «prácticamente desiertos de la España vaciada». En este sentido, Aranda cuenta que cuando llegaban al destino donde hacían noche aprovechaban para hacer un poco de turismo y se paseaban por el pueblo. «Alcalá de Júcar tiene mucho encanto, con sus casa construidas en las paredes de un cañón», remarca el tarraconense, nacido precisamente en el municipio cordobés de Hinojosa del Duque. Finalmente, asegura que «nos sentimos muy bien, era lo que queríamos, pero echamos de menos al resto del grupo». Ayer terminaron el largo recorrido en su llegada al Patio de los Naranjos de la Mezquita de Córdoba.