Vía pública
Tarragona: los restauradores piden ampliar el horario de terrazas durante el verano
La Guàrdia Urbana ha puesto 35 sanciones en cuatro meses por el incumplimiento de la ordenanza que entró en vigor el pasado mes de junio

Terrazas en la Plaça Corsini.
La Guàrdia Urbana ha puesto 35 sanciones en cuatro meses por el incumplimiento de la nueva ordenanza de terrazas. Cuando la normativa entró en vigor, el pasado mes de junio, el Ayuntamiento dejó un margen de dos meses para que los restauradores se adaptaran. En agosto empezaron las denuncias.
Poner sanciones a los que no cumplían era una de las principales reivindicaciones, tanto para el sector como para los vecinos, quienes siempre han denunciado que los bares se sentían impunes ante la ley.
Justo por eso, la nueva ordenanza contemplaba la creación de un cuerpo de inspectores, formado por agentes de la Guàrdia Urbana, que se encargara específicamente de controlar y velar por el cumplimiento de la normativa.
Los 35 expedientes ya han sido notificados a los interesados y las sanciones se encuentran en proceso de tramitación. Los motivos son variados: algunos por superar el aforo permitido, otros por no tener la autorización de ocupación de la vía pública y otros por no retirar elementos de la terrazas. También hay quien no ha renovado la licencia y otros que han ocupado más espacio del que podían. Las multas van de 300 a 3.000 euros.
"La ordenanza era necesaria para acabar con la impunidad de unos pocos y favorecer el bienestar general de la mayoría", aseguran fuentes oficiales del Ayuntamiento.
Los vecinos llevan años denunciando que, cuando detectaban una posible infracción por parte de algún establecimiento, llamaban a la Guàrdia Urbana pero nunca aparecían al lugar. Lo cierto es que el número de actas contra incumplimientos en las terrazas era irrisorio comparado con la actualidad. Es uno de los aspectos que ha mejorado con la puesta en marcha de la nueva ordenanza.
Tarragona
Permiso especial y provisional para las terrazas de la Plaça de la Font de Tarragona
Carla Pomerol
Por su lado, Javier Escribano, presidente de la Asociación de Empresarios de Hostelería de Tarragona Ciudad, asegura que "nos parece perfecto que los incumplidores sean sancionados y que la Urbana haga su trabajo. Creemos que es la única manera de conseguir ampliar los horarios en verano, ya que la restauración no puede permitirse más esta situación".
¿Ampliar horarios?
Hace menos de un año que la ordenanza está vigente y los restauradores piden modificarla. El sector pide ampliar el horario de verano para dejar de "expulsar a los ciudadanos de Tarragona a otros municipios".
Según la nueva normativa, de domingo a jueves, todo el año -incluso en verano, que es temporada alta-, las terrazas deben recogerse a las doce. "Que en pleno verano, cinco de los siete días de la semana, estés obligado a cerrar a medianoche, nos acabará ahogando", dice Escribano, quien añade que esto lo único que hace es "expulsar" a los tarraconenses de su ciudad. "En Tarragona no se puede ir a tomar algo después de cenar porque las terrazas cierran a las doce. La gente acaba optando por irse a Reus o a Salou, que cierran más tarde", dice Escribano.
El representante de los restauradores asegura que esta medida no acaba perjudicando solo a los establecimientos con terraza. "Hay quien ya directamente va a cenar a otro municipio. Los restaurantes de Tarragona también se resienten de esta nueva norma", dice Escribano.
La Asociación de Empresarios de Hostelería de Tarragona Ciudad dice ser muy consciente de que a esta situación se ha llegado por dos factores: "el primero es por el incumplimiento de algunos locales a no respetar los horarios y, el segundo, por la inacción policial durante mucho tiempo". Escribano insiste en qué "si ahora la cosa está cambiando, es un buen momento para ampliar horarios en verano".
Asuntos pendientes
Desde un primer momento, el Ayuntamiento reconoció que la nueva ordenanza de terrazas era una normativa viva, que iba acompañada de una comisión técnica que se reuniría periódicamente para analizar cualquier situación.
Actualmente, se está estudiando cómo debe quedar definitivamente la Plaça de la Font y la zona de la calle Mallorca, donde se han registrado varios problemas de convivencia entre vecinos y terrazas.