Entrevista
«Yo no lucho por mi, lucho por todos aquellos que puedan sufrir un ictus»
Francesc Bobé era un médico de familia que vio truncada su vida cuando tuvo un ictus en 2018. El COMTle hace un reconocimiento por luchar por un servicio de ictus más equitativo en el territorio

Francesc Bobé perdió la movilidad del lado derecho y tuvo que empezar de nuevo a hablar.
Francesc Bobé (Barcelona, 18 de enero de 1965) vio interrumpida su carrera de médico de familia cuando en diciembre de 2018 sufrió un ictus severo que le cambiaba la vida. Pese a estar inactivo, ayer, el Col·legi Oficial de Metges de Tarragona (COMT) le entregaba un reconocimiento por su lucha a favor de que se traten los ictus graves en Tarragona las 24 horas del día durante los 365 días al año. Ahora no es así. El Hospital Joan XXIII solo practica trombectomías de ocho de la mañana a ocho de la tarde. Si un tarraconense sufre un ictus fuera de este horario, debe ser trasladado a Barcelona.
Lleva años apartado de la práctica médico, pero sin embargo le hacen un reconocimiento. ¿Cuál es su mérito?
No lo sé, pero lo más importante es que me lo hacen mis compañeros. Supongo que el motivo es la lucha para que el servicio de ictus sea más equitativo en todo el territorio. Los compañeros de profesión, en las consultas, son los primeros que ven las secuelas de los pacientes de ictus.
Me parece una manera de decirle que su lucha tiene todo el sentido del mundo.
Es así. Yo solo hago lo que he hecho siempre. Trabajar para mis enfermos, pero sin mis enfermos.
¿Quién era Francesc Bobé antes del ictus?
Ejercía de médico de familia en el CAPJaume I. Estudié Medicina por vocación y disfrutaba mucho de mi trabajo.
¿Cómo recuerda el día que sufrió el ictus?
Era el 18 de diciembre de 2018. Me fui a dormir tarde haciendo unas tareas en el ordenador, y solo recuerdo despertarme en el suelo poco después de las tres de la madrugada. No podía mover el lado derecho y tampoco podía hablar. Mi mujer llamó rápidamente a una ambulancia que me llevó a Joan XXIII.
Tarragona
Uno de cada cuatro tarraconenses que sufre un ictus severo es derivado a Barcelona
Carla Pomerol
¿Por qué no pudieron atenderle en Tarragona?
Cuando llegamos a Joan XXIII nos comunican que he sufrido un ictus severo que afecta a arterias grandes. Dicen que lo ideal sería practicarme una trombectomía, pero aquí no la hacían. En ese momento, en hospitales de Barcelona ya las hacían 24 horas al día. Una ambulancia me lleva a Bellvitge.
¿Se la hacen al llegar?
Primero comprueban la afectación. Si más del 40% de mi cerebro estaba afectado, ya no podían hacerme nada. Por suerte, tenía el 35%.
¿Qué es una trombectomía?
Te ponen un catéter, que va hasta la arteria taponada. Entonces sacan el trombo y la circulación vuelve a activarse y el cerebro a nutrirse. La trombectomía es una prueba muy eficaz, tiempodependiente, que evite muertes y secuelas importantes, que pueden acabar con discapacidades terribles.
El tiempo es clave en estos casos.
En el ictus, el tiempo es cerebro. Cada minuto que pasa es sinónimo a más partes del cerebro necrosado.
Tarragona
Primer paso para la ampliación de la unidad de ictus del Hospital Joan XXIII de Tarragona
Carla Pomerol
¿Cómo afectó el traslado hasta Barcelona en su caso?
Si me hubieran hecho la trombectomía en Tarragona, cuatro días después me hubieran dado el alta, y una semana después estaría trabajando.
Pero no fue así.
Empecé a moverme a los dos días. Pero de hablar, nada de nada hasta meses después. Y, por supuesto, nunca más he trabajado.
¿Tuvo que volver a aprender a hablar?
Sí. Lo hice gracias a logopedas privadas. Al principio fue muy duro. Mi familia se esforzaba mucho, pero cuando estaba en grupo me sentía muy mal. Hay quienes no tenían paciencia para escucharme.
¿Pensó en denunciar a Salut?
No, no soy así. Yo no lucho por mi, lucho para todos aquellos que puedan sufrir un ictus como yo.
¿Qué sintió cuando la consellera Pané dijo hace unos días que no se abría 24 horas el servicio de trombectomía en Tarragona porque había pocos casos de ictus?
Que es una mentirosa, y que es tremendo que estemos en sus manos. Debería estar cesada.
¿Qué le diría si la tuviera delante?
Que quizás es médico porque tiene un título, pero que no sabe lo qué es este oficio.
¿Cuál es el motivo para que Joan XXIII no preste el servicio las 24 horas?
Es un tema económico. Deberían abrir más plazas del MIR...
Dicen que no encuentran profesionales.
Claro, porque las condiciones laborales que les ofrecen son pésimas.
¿Qué debe pasar para que el servicio acabe abriendo de forma permanente?
Quizás lo que pasó con la hemodinamica. La unidad también estaba abierta parcialmente, hasta que un farmacéutico de Torreforta falleció durante su traslado a Barcelona. Qué pena que las cosas vayan así...
¿Se siente víctima de un agravio territorial?
Víctima no, pero sí que es cierto que existe este agravio. Que se lo digan a los ciudadanos de las Terres de l’Ebre, que todavía están peor. Ellos tienen una hora hasta aquí, y otra hasta Barcelona.
¿La sanidad pública está preparada para dar respuesta a las necesidades de la población?
Sí, pero tenemos malos gestores.