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Urbanismo

Los promotores del ‘hub’ de fútbol del Llevant de Tarragona dan marcha atrás y rescinden el contrato

La Planota seguirá como Anella Verda, después de que la iniciativa no ha obtenido la licencia del Ayuntamiento por los informes urbanísticos desfavorables

Imagen del entorno de Llevant en el que Tarraco Esports quiere construir el hub de fútbol.

Imagen del entorno de Llevant en el que Tarraco Esports quiere construir el hub de fútbol.Cedida

Núria Riu

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La finca de La Planota seguirá como Anella Verda, después de que la empresa Tarraco Sports Gestió Integral SL ha dado marcha atrás y, finalmente, no impulsará el macroproyecto para la construcción de ocho campos de fútbol. Según ha informado el Arquebisbat de Tarragona, como propietario de los terrenos, la sociedad impulsora le comunicó esta semana la voluntad de rescindir el contrato para la ocupación de la superficie, en el límite entre Tarragona y El Catllar. El proyecto contaba con diferentes informes urbanísticos desfavorables, que finalmente han provocado que se haya decidido frenar la intervención.

La empresa promotora comunicó, mediante un burofax, que ha tomado la decisión, teniendo en cuenta la «imposibilidad de obtener la licencia de obras para poder construir el complejo y los equipamientos deportivos que estaban previstos». La rescisión se hará efectiva el próximo 1 de enero, dejando en nada el contrato que se firmó el 2 de enero de 2024.

«Es una gran noticia», valoraba el portavoz de la plataforma #No Camps de Futbol a l’Anella Verda, Andreu Fernández. Este mostraba su satisfacción después de que la paralización de la intervención supondrá que se «salvaguarde el patrimonio de la Anella Verda, que seguirá siendo de todos los tarraconenses».

El proyecto ha estado marcado por la polémica desde el inicio y ha contado con la oposición tanto de los vecinos como de las entidades ecologistas y el Ayuntamiento de El Catllar, que no lo veían con buenos ojos. Incluso el mismo arzobispo, Joan Planellas, había expresado sus dudas, mientras que el Ayuntamiento de Tarragona tampoco era favorable, aunque hasta el momento no había movido ficha para frenarlo.

Un complejo deportivo

La iniciativa empezó a gestarse en la época del arzobispo Jaume Pujol, cuando la institución eclesiástica firmó un contrato con la promotora para desarrollar un proyecto deportivo que cubriera las necesidades de los equipos de fútbol de la Escola Sant Pau. Pese a ello, cuando se hizo pública la dimensión real prevista, la plataforma alertó de que se trataba de un ‘hub’ turístico y deportivo, más que de una mejora de la escuela.

La actuación hacía referencia a la habilitación de un macrocomplejo para la práctica de fútbol, con una residencia para deportistas, un edificio de servicios, un restaurante, gimnasios y salas polivalentes, en una superficie de 35 hectáreas de terreno junto al Mas de la Creu. De hecho, tampoco estaba claro que el proyecto pudiera desarrollarse según lo previsto, ya que el contrato no contemplaba la cesión de la antigua masía.

ERC y ECP celebran la paralización del proyecto

Durante estos meses, la plataforma ha mantenido una intensa agenda con los representantes de todos los partidos políticos e instituciones para intentar paralizar la inversión. Estos agradecían el apoyo que han recibido tanto de los grupos municipales de ERC y de ECP, además de las entidades ecologistas bajo el paraguas de SOS Costa i Camp de Tarragona. «Al final, vemos que no hay nada imposible y que si luchamos, podemos conseguir cosas», decía Fernández, quien aseguró que en este caso «ha imperado el sentido común».

El proyecto estaba en ‘vía muerta’ desde hacía algún tiempo, aunque el Ajuntament de Tarragona no había querido aplicar una moratoria en la concesión de la licencia. Pese a ello, el proyecto de actuación específico contaba con diferentes informes urbanísticos desfavorables.

Los departamentos de Agricultura, Medi Ambient, Protecció Civil e Interior habían emitido algunos de estos informes, por el impacto del proyecto sobre este entorno protegido no urbanizable. Además, la actuación prevista estaba comprometida por el impacto del paso de las mercancías peligrosas por la AP-7.

«Puede ser un proyecto interesante para la ciudad, pero esta no era la ubicación, por lo que siempre hemos defendido que se buscara otro espacio», indicaba Fernández.

El Arquebisbat de Tarragona aseguró que, a partir de la rescisión del contrato, se estudiará el uso futuro de la finca, teniendo en cuenta que esta es «una zona de especial protección natural».

Los promotores no se pronuncian sobre el futuro del proyecto

En un comunicado de prensa, En Comú Podem afirmaba que la decisión «no cae del cielo» y que esta es fruto de la «movilización sostenida» y de una «defensa rigurosa» del territorio. La formación denuncia «el error político que supuso abrir la puerta a que el proyecto encontrara un encaje y recorrido dentro de las normas subsidiarias posteriores a la anulación del POUM de 2013».

Desde la formación que lidera Jordi Collado, se solicita al Arquebisbat de Tarragona que «aproveche esta buena nueva para cerrar la puerta a cualquier otra operación especulativa en la Anella Verda y abra un camino de futuro basado en la conservación, la restauración y el bien común».

El Diari de Tarragona ha intentado ponerse en contacto con los promotores, quienes han declinado hacer declaraciones sobre este proyecto. Ahora, uno de los grandes interrogantes es saber qué pasará y si este se quedará definitivamente en un cajón o se intentará buscar un nuevo emplazamiento. De hecho, este es uno de los puntos que se proponía en la moción que se aprobó en el Ajuntament de Tarragona.

«Es un buen punto de inflexión, pero no podemos olvidar que la Anella Verda tiene más amenazas y debemos defenderla para que puedan disfrutarla todos los tarraconenses», concluía Andreu Fernández. Por su parte, el grupo municipal de ERC apuntaba que la decisión es una «inmensa victoria medioambiental», fruto del «activismo eficaz, perseverante y constructivo».

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