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La vuelta al cole, tras unos días de vacaciones, fue especial para los vecinos del barrio de Bonavista. Sobre todo, para los más pequeños. Eran las nueve de la mañana y la expectación estaba garantizada. El maestro de educación física, Miquel Àngel Díaz, de 40 años, se preparaba para recorrer tantos kilómetros como fueran posibles, con un objetivo claro: ayudar a las familias del barrio que peor lo han pasado durante la pandemia.
Ayer era el Día Mundial de la Actividad Física y, como cada año, este profesor de la Escola Bonavista propone alguna iniciativa para celebrar la efeméride. Saltar a la cuerda durante toda la jornada o calcular cuántos pasos se deben hacer para recorrer el colegio, son algunos de los ejemplos de las actividades que se han llevado a cabo en ediciones pasadas. «Este año, con las medidas anticovid, era muy difícil poder hacer algo. Así que pensé en una alternativa viable», explica Díaz.
La idea era correr desde las nueve de la mañana hasta las cuatro y media de la tarde sin parar por las instalaciones del colegio. Quien quisiera podía participar patrocinando los kilómetros. Por ejemplo, el Col·legi Sant Pau ha donado dos euros por cada kilómetro recorrido por Díaz. El claustro de profesores de la Escola Bonavista y otros vecinos de los barrios de Ponent también participaron apadrinando el recorrido. Finalmente, y tras siete horas y media corriendo, Díaz hizo un total de 50 kilómetros.
«Si alguien está interesado en patrocinar los kilómetros, hay tiempo para hacerlo hasta el sábado», explica Díaz, quien facilita un correo electrónico para que los interesados se pongan en contacto con él –ma.diaz@escolabonavistatgn.cat–. El dinero recaudado será entregado a la Associació de Veïns de Bonavista, el próximo lunes. La entidad será la encargada de destinar los beneficios a las familias más vulnerables de la zona. «Si una cosa tenía clara es que la actividad de este año tenía que fomentar, de una manera u otra, la integración del colegio en la dinámica del barrio. Además, quería que fuera algo con fines solidarios, teniendo en cuenta la situación económica de algunos vecinos», añadía ayer Díaz, cuando ya llevaba unos veinte kilómetros recorridos.
«Se lo debía al barrio»
Díaz estuvo acompañado durante casi toda la jornada por sus alumnos, quienes no paraban de animarle. Algunos, incluso, decidieron correr con él algunos kilómetros, siempre respetando la distancia de seguridad. También vecinos se acercaron hasta el lugar, elogiando el reto que el profesor se había marcado. Díaz paraba cada hora para beber un poco de agua. Bastaban unos segundos para coger fuerzas y seguir con el periplo.
La directora de la Escola Bonavista, Anna Marca Cortés, destacaba la complicada situación que está viviendo el barrio a nivel económico. «Somos parte activa de Bonavista y por eso queremos implicarnos en la mejora del día a día de los vecinos», explicaba Marca. Por su parte, la presidenta de la Associació de Veïns de Bonavista, Loli Gutiérrez, todavía no quiere dar a conocer en qué se gastará el dinero, ya que «queremos que Díaz y el colegio tengan un papel importante en la decisión».
Para el protagonista de esta historia, el acto solidario de ayer es una manera de devolver al barrio lo que este le ha dado a él. «Mi padre trabajó de cerrajero en Bonavista durante más de 35 años. Todo lo que tengo y lo que he conseguido es gracias al barrio. Se lo debía. Lo de hoy es lo menos que podía hacer. Ayudar a los vecinos cuando más lo necesitan», explicaba ayer Díaz, agradecido y emocionado.
