Ángel Urbina: «Si tienes un problema de salud mental deberías contarlo»

Una mente inquieta. Nací en Cádiz en 1966, soy ingeniero industrial y trabajo en Repsol. Estoy casado y tengo una hija de 17. Me fascina la inteligencia artificial. Tengo un problema de salud mental y me dedico a compartir mi experiencia

10 febrero 2019 09:43 | Actualizado a 11 febrero 2019 19:23
Se lee en minutos
Participa:
Para guardar el artículo tienes que navegar logueado/a. Puedes iniciar sesión en este enlace.
Comparte en:

Ángel Urbina es un tío inquieto, tan interesado en entender cómo funciona el mundo que es capaz de acribillarte a preguntas en un instante. En la redacción se toma el tiempo para saludar a las personas una por una. Este ingeniero industrial que trabaja en Repsol contó un día en público que tiene un problema de salud mental, y desde entonces no ha parado de compartir su experiencia. Es presidente de la Associació Ment i Salut La Muralla de Tarragona, Vicepresidente de Salut Mental Catalunya y miembro del Comité Pro Salud Mental de España.

¿Cuándo comenzó su problema de salud mental?
Estaba estudiando en la universidad. Estuve diez años fuera de juego, al principio con la medicación no podía ni leer. Luego comenzó la recuperación y poco a poco pude terminar los estudios, conocí a mi mujer, me casé... Estuve aislado, en el lado oscuro, y luego pasé a la fase contraria, a la luz. Ese contraste me hace una persona muy feliz. 

¿Cuál fue el diagnóstico?
A lo largo de mi vida he tenido diferentes, y el actual es psicosis no específica, es decir, que mi visión de la realidad es diferente a la del resto de las personas. 

«Estuve aislado, en el lado oscuro, y luego pasé a la fase contraria, a la luz. Ese contraste me hace una persona muy feliz»

Pero eso nos pasa a todos ¿no?
No, para traducirlo: piensa en los gamers; para ellos su sueño es jugar a la realidad virtual. Pues esa realidad la tengo yo. En momentos malos estoy jugando a la realidad virtual conmigo mismo. En esas situaciones es muy difícil estar centrado. Pero por otra parte me permite desarrollar la creatividad de una forma enorme.

...Y después de 10 años regresó a la universidad.
Sí. Yo había sacado la mejor nota de selectividad de Andalucía. Creo que tenía la gran ventaja de que podía analizar mi situación desde el punto de vista científico y eso me ayudó cuando comenzó la recuperación. 

¿En qué momento decidió contarlo en el trabajo?
Un día a Repsol trajeron a la Federación de Voluntariado de Catalunya para ver si los trabajadores queríamos colaborar con alguna asociación. Pregunté cuáles había de salud mental. Así conocí La Muralla. Allí me dijeron si quería dar una charla para los familiares. Un técnico de la Federación Catalana me vio y me dijo que se estaba poniendo en marcha el proyecto Obertament contra el estigma en salud mental. Me dijo que querían ir de TV3 a grabarme en mi puesto de trabajo.

«Hay gente que te  dice a nivel privado  que tiene un problema de salud mental, también políticos.... Si lo cuentan son carne de cañón»

Y así se enteró todo el mundo.
Claro, salió en televisión al día siguiente (risas). Los problemas de salud mental, si no los cuentas, generalmente no se saben.

¿Qué le comentaron?
Fue muy divertido y pude hacer una labor de goteo; había muchos prejuicios... Lo que pasó a partir de entonces me sirvió para descubrir que si uno se atreve a dar un paso fuera de su área de confort descubre habilidades que no sabía que tenía. Yo, por ejemplo, no era consciente de que se me daba bien hablar en público. 

«Todos los estudios científicos muestran que la proporción de personas con problemas de salud mental que ejercen violencia es inferior al resto de la población»

Cambia la cara de las personas cuando lo cuenta.
Cuando no están preparadas, sí.

¿Cómo está la inserción laboral?
Las personas con discapacidad tienen un porcentaje de paro muy superior al resto de la población y quienes lo tienen peor son las que tienen enfermedad mental. Es mucho más difícil que comience a trabajar una persona con enfermedad mental que una persona ciega o sorda.

Y al final lo ocultan.
Hay mucha gente que te lo dice a nivel privado, también políticos. Imagínate un político que lo cuenta: sería carne de cañón para que le atacara el resto de partidos. Ya pasó en Galicia con un político cuando se descubrió que había estado en un psiquiátrico... Pero yo particularmente pienso que es positivo decirlo.

Defiende que los medios no deberían hablar de los problemas de salud mental de alguien implicado en un suceso.
Imagínate que cada vez que una mujer rubia cometiese un delito saliese: ‘rubia ha matado’, ‘rubia ha atacado’... O el mismo ejemplo pero con un hombre calvo. La percepción sería de que la mujer rubia o el hombre calvo son peligrosos. En salud mental todos los estudios científicos muestran que la proporción de personas con problemas de salud mental que ejercen violencia es inferior al resto de la población... Cuando suelen hacerlo es contra ellos mismos. Cada día mueren en España 30 personas por suicidio y nadie habla de eso.

¿Se tiene en cuenta la voz  de las personas con enfermedad mental?
Es cuestión de poder, muchas veces está en inferioridad frente a sus padres, su médico y su voluntad no es respetada, pero avanzamos. Hay un documento del comité de bioética de Catalunya sobre cómo tratar a las personas con enfermedad mental y adicciones.

Y en eso La Muralla es pionera porque son los propios usuarios los que la lideran.
La Muralla fue tan pionera que cuando solicitamos entrar en la Federación de Salud Mental de Catalunya nos veían con recelo. Ahora el resto de asociaciones están cambiando y siguen el mismo camino.

¿La sanidad pública cuenta con medios para atender a estas personas?
La salud mental siempre ha sido la hermanita pobre de la salud pública. De hecho, si mirásemos el impacto real junto al impacto que tienen otras enfermedades veremos que está muy infrafinanciada. Lo que pasa es que es un problema más amplio, también interviene la integración social.

Comentarios
Multimedia Diari