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Personal del Club de Vela de la Platja Llarga de Tarragona localizó, a media mañana de este jueves, un delfín muerto que estaba dentro del agua. Un hombre y su hijo se adentraron en el mar y lo llevaron a la orilla. Una patrulla de los agentes rurales se desplazó al lugar. Determinó que se trataba de un ejemplar adulto hembra, que no presentaba heridas externas, por lo que se desconocen las causas de la muerte.
«Sobre las once y cuarto de la mañana estábamos en el Club de Vela y vimos el delfín flotando. Como soplaba mestral, no terminaba de llegar a la orilla. Mi padre y yo nos pusimos el traje de neopreno y entramos en el agua», relataba al Diari José Luis Montané. Cogieron un cable, «hicimos la soga para que, al entrar en el agua, estuviéramos el menor tiempo posible, porque estaba muy fría».
Nada más entrar ataron el delfín y lo llevaron a la arena. A pesar de las diversas personas que caminan por la playa, al parecer nadie lo había visto.
Una patrulla de los agentes rurales se desplazó al lugar. Después de balizar la zona comenzaron a tomar las mediciones del ejemplar. Medía 217 centímetros de largo y pesaba unos 150 kilos. Era un delfín listado (Stenella coeruleoalba). Se trata de una especie cosmopolita que prefiere las aguas oceánicas muy productivas y es extraño avistarlo en aguas poco profundas cercanas a la costa.
Los agentes determinaron que hacía días que estaba muerto, por lo que, según el protocolo, no se le realizó la necropsia en la Facultat de Veterinària de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB). Sobre las doce y media de la mañana, personal de la empresa FCC lo recogió para su incineración.
