Cae el tejado en la habitación donde estaba una mujer y su bebé

La pequeña, de cuatro meses, fue trasladada al hospital para hacerle una revisión después de haber ingerido mucho polvo

19 mayo 2017 22:01 | Actualizado a 22 mayo 2017 14:28
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«Se oyó un fuerte estruendo, un ruido muy fuerte», comentaban los inquilinos del número 12 de la calle Mallorca –y vecinos de los bloques cercanos– al derrumbarse parte del tejado. Los cascotes cayeron en una habitación en la que había una mujer y su bebé de cuatro meses, que no sufrieron heridas. La pequeña fue trasladada al Hospital Joan XXIII para realizarle una revisión debido a la gran cantidad de polvo ingerido.

Cuando ocurrieron los hechos en el bloque había once vecinos, que fueron desalojados. Ellos y otros cinco que se encontraban ausentes –todos ellos colombianos– fueron realojados por la empresa propietaria del inmueble.

Sobre las cuatro y media de la tarde, cinco personas de origen sudamericano se encontraban en el cuarto piso del número 12 de la calle Mallorca. De repente se desprendió la mitad del tejado, de unos 30 metros cuadrados –la mitad cayó y la otra quedó colgando–. La mayor parte de los cascotes fueron a parar a la habitación donde estaba la mujer con su hija. Ante la imposibilidad de salir por la puerta, la madre optó por entregar a su hija a su abuela a través del tragaluz, un paso muy arriesgado. La abuela con la pequeña bajó rápidamente a la calle, momento en el que llegaron los bomberos y la Guàrdia Urbana.

Cuando se produjo el hundimiento había un total de once personas en el bloque. La mayoría salieron rápidamente a la calle. La inquilina del cuarto quedó atrapada dentro de la habitación sin poder salir ya que los escombros taponaban la puerta. Finalmente, los bomberos la reventaron y pudieron rescatar a la víctima. Ésta bajó a reunirse con su bebé. Ambas fueron llevadas en ambulancia al hospital.

Los bomberos –que desplazaron al lugar cuatro dotaciones– estuvieron inspeccionando todo el bloque. El cuarto piso está completamente inhabitable. Y el tercero también se vio afectado porque las puertas quedaron desencajadas unos centímetros. Después de la inspección realizada, el arquitecto municipal vio que el bloque necesitaba un apuntalamiento urgente, por lo que los 16 inquilinos no podían volver a sus viviendas, como mínimo durante una semana. Por el momento se desconocen las causas del hundimiento. Al parecer, se descartaría que fuera por unas vigas de madera afectadas por la humedad.

Ante la decisión del técnico, los inquilinos pudieron entrar en sus domicilios, uno a uno, con acompañamiento de los bomberos para poder recoger algunas de sus pertenencias, entre ellos algunas jaulas con pájaros.

Durante prácticamente dos horas la Guàrdia Urbana cortó la calle Mallorca, entre la calle L’Alguer y la plaza Ponent.

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