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Tarragona recupera su pulso y lo hace programando actividades de todo tipo: desde plazas llenas de niños, hasta una caminata al Santuario del Loreto, pasando por un cros de perros. Todo esto tuvo lugar ayer por la mañana en distintos puntos de la ciudad, gracias a la tregua que nos está dando la pandemia.
La Plaça Verdaguer se llenó de familias para participar en el proyecto Emociona’t. La iniciativa, organizada por el IMET, tiene el objetivo de trabajar las emociones con los niños a través de las disciplinas artísticas, como la ilustración, la danza, la fotografía y la música. En la Plaça Verdaguer se explicaba el cuento de La Paula i el colibrí, que explica la historia de una niña que está a punto de tener un hermano pequeño. «A través de la fotografía, tratamos la inseguridad que puede generar un hecho como este», explica Jordi Collado, dinamizador y responsable de la iniciativa. Simultáneamente, en otras siete plazas más se repetía la historia, con otros cuentos y otros aprendizajes. La actividad requiere de inscripción previa en la web del Club dels Tarraconins y se llevará a cabo cada domingo hasta el próximo 5 de diciembre.
Por otro lado, más de 700 personas participaron en la caminata de la Pujada al Loreto, que este año llegaba a su 31a edición, tras un año de descanso por la pandemia. A la otra punta de la ciudad, en el Moll de Llevant del Port de Tarragona, se celebraba un Canicross solidario, que juntó a perros y dueños. Todo lo que se recaudó en el acto irá destinado a la Protectora d’Animals de Tarragona.
