ERC denuncia «juego sucio» en Tarragona

El nuevo 2021 ha empezado con fuerza en la Plaça de la Font. La noticia publicada ayer por el Diari sobre los contactos que Cs –con el beneplácito de PSC y PP– realizó recientemente con los tres ediles de Junts para abordar una posible moción de censura contra Pau Ricomà (ERC) –que los exconvergentes han congelado– enervó a Esquerra Republicana y En Comú Podem, que cargaron duramente contra el PSC.

«Ahora se entiende porque boicotearon los presupuestos con más inversiones en los barrios. Mientras algunos fem pinya para ayudar a la gente, el PSC juega sucio con Cs y PP para intentar tumbar al gobierno municipal». Así de contundente se expresó el portavoz de ERC, Xavier Puig, quien recordó que –en 2016– los socialistas «escogieron gobernar con la derecha más rancia –PP y Unió Democràtica– y ahora, en la oposición, escoge a los mismos socios para jugar sucio». Según las fuentes consultadas, tres fueron los nombres socialistas que se pusieron sobre la mesa para intentar un cambio de gobierno: Pau Pérez, Francesc Roca y Berni Álvarez, además del exnaranja Rubén Viñuales, ahora número ‘2’ socialista para el 14F.  

Las críticas del portavoz de ERC no se quedaron aquí, sino que denunció que «después de dejar la ciudad como la dejaron, ahora lo que deberían hacer es hacer autocrítica y renovarse», afirmó en un claro dardo hacia el exalcalde, Josep Fèlix Ballesteros, y ediles con una larga trayectoria como son Pau Pérez o Begoña Floria. «Parece que para ellos ser de izquierdas y tener un talante honesto no quiera decir nada, pero para nosotros es muy importante», añadió el portavoz del principal partido del gobierno local. Antes de conocer los contactos, la pasada semana el portavoz de Esquerra reiteró que la postura de su formación «no ha cambiado» y que sigue apostando por incorporar a Junts y CUP al ejecutivo municipal.  

«Confirma que lo hacemos bien»
En la misma linea se expresó ayer la primera teniente de alcalde y portavoz de En Comú Podem, Carla Aguilar-Cunill. «Nos sorprende y decepciona especialmente la participación del PSC en una operación que, claramente, supondría un giro hacia la derecha», lamentó la representante de los Comuns, quien recalca que los movimientos de las formaciones de la oposición «confirman que lo estamos haciendo bien, que realmente estamos cambiando las cosas y que, probablemente, somos incómodos para determinados poderes de la ciudad». Asimismo, Aguilar reivindicó que «seguiremos trabajando intensamente para hacer de Tarragona una ciudad mejor y con una clara apuesta por las políticas sociales, progresistas, feministas y próximas a la gente». 

Recientemente, después de conocerse la anulación del POUM y aprobar el presupuesto de 2021, los Comuns levantaron por primera vez el veto a gobernar con Junts per Tarragona. «No hay ninguna puerta cerrada a Junts y CUP. Su actitud ha sido muy proactiva y avala la línea social en la que creemos. Para 2021 queremos reforzar esta colaboración», indicó el pasado lunes Aguilar en una entrevista publicada por este periódico, tras constatar el voto favorable de las dos formaciones para las cuentas del próximo año.  

«Nuestro ‘sí’ frenó la operación»
Desde la CUP, Laia Estrada reconoció ayer que «teníamos conocimiento de esta operación, pero creemos que no nos tocaba a nosotras hacerla pública», sino que «debía ser Nadal quien lo debería haber anunciado en el momento en el que le sondearon y, de paso, explicar qué es lo que le prometieron». 

La representante cupaire disparó contra la formación neoconvergente y señaló que «es significativo que a Ciutadans y PSC no se les pasara por la cabeza sondear a la CUP, ya que saben que no estamos en venta». En este sentido, Estrada se preguntó: «¿Qué es lo que habría pasado si la CUP no hubiera aprobado estos presupuestos municipales para 2021?». La política ficción está más activa que nunca en la Plaça de la Font.