El Ayuntamiento ordenó apuntalar el edificio de Bonavista en septiembre

Los vecinos carecen de recursos para cumplir con las exigencias municipales y se arriesgan a una multa de hasta 3.000 euros

19 mayo 2017 17:10 | Actualizado a 21 mayo 2017 15:54
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Los vecinos del número 14 de la calle Disset, en el barrio de Bonavista, recibieron en la noche del viernes la notificación oficial de desalojo ante el riesgo real de que el inmueble pueda caerse en cualquier momento. En la notificación se detalla una cronología de la situación de riesgo que ya vivían estos vecinos desde hacía varias semanas.

El Ayuntamiento emitió un decreto el 1 de septiembre para que en el plazo de tres días se apuntalara el inmueble y se encargara un proyecto de consolidación de cimientos y reparación de la estructura. En caso de no actuar, los vecinos podrían ser sancionados con una multa de hasta 3.000 euros o asumir la ejecución subsidiaria de estas obras.

En esos primeros días de septiembre se colocaron algunos puntales, pero el Ayuntamiento siguió reclamando celeridad en el proyecto de consolidación de cimientos amenazando nuevamente con una posible sanción.

El pasado 14 de octubre se ordenaba a la comunidad de propietarios que en un plazo de 72 horas se realizara una actuación de urgencia en los balcones –colocar una red de protección en las losas de los balcones ante el riesgo de desprendimientos–.

Sin embargo, las dificultades económicas de las cinco familias que habitan impiden reunir el dinero tan a bote pronto. Más allá del apuntalamiento provisional, no se ha realizado nada más en el edificio: ni redes en los balcones ni proyecto de consolidación de cimientos de este edificio, que tiene unos 30 años.

El 30 de noviembre uno de los vecinos –Francisco Ruiz–, en representación del inmueble, presentó un escrito para dejar claro la voluntad de arreglar este inmueble, pero la derrama extraordinaria que se había aprobado todavía se está recabando. Las familias carecen de grandes recursos para afrontar una situación de esta magnitud. Los vecinos pedían al Ayuntamiento más tiempo para recoger el dinero y realizar las obras necesarias.

Aseguraban que se habían puesto en contacto con una empresa especializada para hacer el estudio geotécnico (y conocer realmente qué patología tiene el edificio en su subsuelo), y esperaban gestionar la presencia de un arquitecto para realizar el proyecto técnico.


Última revisión
Ante esta situación, los técnicos de Urbanisme del Ayuntamiento volvieron este viernes a inspeccionar el edificio. De septiembre a ahora, la situación se ha agravado, sobre todo, por las lluvias intensas caídas hace una semana.

Tras la inspección, los técnicos realizaron un informe en el que reflejaban que no había ninguna actuación más allá de los puntales ya colocados. Las patologías en la estructura son continuas y que estos puntales colocados semanas atrás son insuficientes e indica un peligro inminente de derrumbe. También se refleja que los inspectores realizaron una inspección visual y que quizá la situación puede ser peor si se hubieran realizado catas u otras actuaciones de comprobación física.

Ante el riesgo para las cinco familias, sugirieron adoptar medidas cautelares: desalojar totalmente el edificio, señalizar y proteger con una valla el bloque de pisos, y todas aquellas actuaciones pendientes en otros decretos: más puntales, proyecto de consolidación...

El concejal de Territori, Josep M. Milà, firmó la orden el viernes y los vecinos la recibieron por la noche. Hoy, la mayoría de familias empezaron a recoger cosas y empaquetarlas. Algunos tienen familia y hueco para dejar sus enseres; otros todavía buscan.

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