Tarragona remodelará el tráfico de la Avinguda de Roma, que tendrá carril bici

Forma parte del proyecto que prevé conectar los campus Sescelades y Catalunya y que permitirá llegar hasta el puente del Francolí. La actuación está prevista para este año

31 julio 2020 08:20 | Actualizado a 31 julio 2020 17:31
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El Ayuntamiento de Tarragona prevé introducir cambios en el tráfico de la Avinguda de Roma.

La iniciativa se incluye dentro del proyecto de carril bici, que enlazará los campus Sescelades y Catalunya, el cual se prolongará hasta la Plaça Imperial Tarraco, llegando hasta el puente del Francolí. Así lo avanza el concejal de Territori, Xavier Puig, quien afirma que la actuación se va a llevar a cabo a lo largo de «este año».

Según la primera propuesta, el nuevo carril bici empezaba en Països Catalans, hasta Quatre Garrofers y la Avinguda Catalunya. A partir de ahí, incluía dos ramales, uno por la Avinguda Marquès de Montoliu y el otro hacia la calle Sant Antoni Maria Claret. Ambos se unían de nuevo hasta desembocar en la Imperial Tarraco.

«Era una propuesta redundante y muy absurda desde el punto de vista del usuario», apunta el edil republicano. Así es que se ha decidido sacrificar el tramo de la calle Sant Antoni y el coste y los esfuerzos permitirán su prolongación hacia la Avinguda de Roma y hasta el río.

«Es una propuesta muy interesante, porque, aunque después tenemos el problema del puente, a efectos prácticos significa que ya puedes llegar hasta este punto y prácticamente ya estás uniendo Ponent con el centro y el Nord, que es lo que nos interesa», añade Puig.

La conexión entre ambos carriles no podrá producirse en esta fase. Después del Parc Central, los ciclistas y usuarios de los patinetes tendrán que seguir por la calzada general. Y es que, a día de hoy el puente aún es titularidad del Ministerio de Fomento y hasta que no se formalice definitivamente su traspaso la administración local no puede actuar en este trazado.

En cambio, cuando en junio de 2019 se efectuó la cesión del primer paquete de carreteras sí que se incluyó la Avinguda de Roma, de forma que ahora el Consistorio puede plantearse la posibilidad de hacer los cambios que ahora están encima de la mesa.

Con la remodelación, los laterales de la Avinguda de Roma se habilitarán para las bicicletas y patinetes, que convivirán con los turismos, de forma que los primeros tengan preferencia. En cambio, el autobús urbano circulará por los cuatro carriles del centro, lo que obligará a trasladar las paradas al otro lado de la calle.

«Van a generarse unos pasos de peatones que tranquilicen aún más el tráfico de los laterales», apuntaba el responsable municipal del área de movilidad.

El Equipo de Gobierno incluyó una partida de 550.000 euros en los presupuestos que se aprobaron el pasado mes de diciembre para impulsar un proyecto que permitirá sumar unos 2,2 kilómetros a la red de carril bici de la ciudad.

A pesar de que la pandemia sanitaria y la crisis económica que estamos viviendo obligará a introducir cambios en algunas de las partidas que se plantaron, el Ejecutivo defiende que esta actuación se mantendrá. «Rotundamente ahora más que nunca esto debe seguir adelante», afirma Puig.

Asegura que hay una doble motivación. Por un lado, porque se ha incrementado la demanda. «Si era necesario que Tarragona hiciera carriles bici, cuando tan solo había bicis, ahora con el patinete tenemos una doble razón», decía. Por otro lado, argumenta que «ahora más que nunca, como administración deberíamos recomendar que se priorice, ya que son medios de transporte anticovid y saludables».

Los trabajos de acondicionamiento se prevé que empiecen este mismo año, aunque no hay una fecha definitiva para su puesta en funcionamiento. «Si las obras acabarán este 2020 i a principios del año que viene no lo puedo afirmar, pero la instrucción es de máxima prioridad», añadía Puig.

Ciudad 30

En paralelo, a partir del próximo mes de septiembre entrará en vigor la nueva Ordenança de la Mobilitat, la cual limitará la velocidad a 30 kilómetros por hora.

La normativa no tan solo comportará cambios de cara a los vehículos de motor, sino que los patinetes y bicicletas se verán obligados a circular por la calzada, en lugar de hacerlo por la acera, tal y como hacen ahora en su mayoría. Estos, al ser más vulnerables, tendrán prioridad.

«Lo que se está haciendo es favorecer que todas las calles de Tarragona sean carriles bici, excepto en aquellas en las que se podrá ir a 50 km/h».

La medida fue aprobada por unanimidad de todos los partidos políticos en el pleno del Ayuntamiento. De esta forma, está previsto que este verano se lleve a cabo una campaña de comunicación que informará de los cambios, que entrarán en vigor a partir del día 1 de septiembre.

El Consistorio defiende que su aplicación debe favorecer un cambio en la movilidad, además de reducir el riesgo de accidentalidad y de reducir las emisiones contaminantes.

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