El PSC de Tarragona busca jefe de filas

Política. Villamayor es el deseado, con Sandra Ramos y Berni a rueda. Los socialistas ven la mano de ERC en la repentina marcha de Castillo

01 septiembre 2020 17:50 | Actualizado a 02 septiembre 2020 05:52
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La etapa para decidir el nuevo jefe de filas del PSC que deberá luchar para recuperar la alcaldía de Tarragona se encuentra aún en sus primeros kilómetros. Se trata de una etapa larga, con varios puertos de montaña que ya ha eliminado a varios aspirantes para coronarse con el maillot amarillo.

La batalla para suceder a Josep Fèlix Ballesteros –líder de los de la calle Ramón y Cajal desde el año 2003– se inició hace años, antes de las pasadas elecciones municipales de 2019. En ese momento, Begoña Floria, Carles Castillo y Javier Villamayor parecían los mejores posicionados para tomar el relevo del único alcaldable que los socialistas han tenido en la ciudad de Tarragona en el siglo XXI. Sin embargo, contra todo pronóstico, Ballesteros decidió repetir por última vez como candidato, un hecho que –junto al avance del caso Inipro– dejó atrás a Floria, que fue la primera que se quedó descolgada del grupo de cabeza.

Nuevas opciones

Con la nueva ascensión de las Municipales, que pusieron el punto y final a la alcaldía del PSC tras 12 años, parecía que Javier Villamayor era el segundo que no podría seguir el ritmo. Hace meses, el máximo responsable de los Juegos de 2018 se apartaba y apostaba por volver a la Diputació de Barcelona, donde actualmente ocupa un alto cargo de la institución que preside Núria Marín (PSC). Pese a ello, Villamayor está muy bien visto por la ejecutiva nacional, que no dudaría en apostar por él. Esto, si Villamayor aceptara volver a su ciudad natal, un hecho que a día de hoy no parece fácil. Sin embargo, sigue en las quinielas. No se ha descolgado.

La ascensión al puerto del nuevo mandato en la oposición a Pau Ricomà (ERC) provocó que Sandra Ramos –portavoz del grupo municipal y de la ejecutiva local– empezara a tirar del grupo, tras ser la número ‘2’ –no sin críticas internas– en las últimas elecciones municipales. Pese a que no ha confirmado públicamente que apostará por ser la cabeza de lista, su nombre suena con fuerza y todo parece indicar que luchará en el sprint final.

El nuevo mandato también ha hecho aparecer una nueva posibilidad: Berni Álvarez. El exbaloncestista ya fue el número ‘5’ en la candidatura de Ballesteros, y su labor en los últimos 15 meses en la Plaça de la Font es valorada muy positivamente por el núcleo duro del partido. Su trayectoria profesional, su conocimiento del deporte –y del comercio– y el hecho de ser una persona muy querida en la ciudad juegan a su favor. Sin embargo, solo lleva un año en política, aún debe decidir si quiere dar el paso definitivo en este mundo y, además, no es militante socialista. Pese a ello, es una posibilidad que recientemente se ha puesto muy seriamente sobre la mesa, y que le sitúa –con Villamayor y Ramos– en la parrilla de salida.

Cambio de opinión en 27 días

Quien también ha abandonado la carrera es el diputado en el Parlament Carles Castillo, quien ha pedido su baja como militante debido a la «deriva» de la formación. Pese a ello, mantendrá su escaño. Se da la circunstancia de que en una entrevista publicada en el Diari el pasado 5 de agosto, Castillo aseguró que quería ser el alcaldable del PSC. 27 días después ha cambiado de opinión.

El aún diputado reconoce que «con mucha tristeza» pide su baja después de 27 años, «al no poder compartir la postura de los socialistas en diversas cuestiones». En la misiva afirma «no entender» que, en Tarragona, «después de haber gobernado 12 años podemos dedicarnos a hacer campañas en negativo de todo lo que se hace, y pretender poner continuamente el dedo en el ojo de los que intentan cambiar algunas dinámicas que nosotros no quisimos o no fuimos capaces de cambiar».

Desde el PSC se ve la mano de ERC en la repentina decisión. «Ya hace tiempo que se ha aproximado a ellos», afirman varias fuentes, que citan la buena relación que mantiene con el secretario general de ERC en el Camp de Tarragona, Jordi Salvador. Se da la circunstancia de que en el documento de word que ayer envió Castillo se descubre que la diputada e integrante de la ejecutiva nacional de Esquerra, Raquel Sans, revisó el texto. «Lo hice a título personal. Con Carles tenemos una buena relación, y me comentó que quería darse de baja del PSC», indicó ayer Sans. Pese a ello, ya se han disparado los rumores sobre un posible cambio de maillot del hasta ayer enfant terrible del PSC en la ciudad.

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