El Port de TGN invertirá 50 MEUR en los próximos meses

El pasado 29 de octubre el Port de Tarragona inauguró oficialmente el nuevo Moll de Balears, una infraestructura que debe suponer un salto significativo de cara a la actividad de cruceros del territorio. Tras una inyección económica de 30 millones de euros, la culminación de esta obra permitía poner a trabajar toda la maquinaria de cara a un nuevo ciclo inversor que tiene la vista puesta en el Horizonte 2023, un ambicioso programa que ya ha empezado a encarrilarse, con el objetivo de situar el enclave tarraconense como un hub logístico de primer orden en la costa oeste del Mediterráneo.

Las actuaciones previstas tan solo en los próximos meses suman una inversión total de unos 50 millones de euros, una cantidad que incluye tanto capital público como privado. Sin lugar a dudas, uno de los proyectos más ambiciosos es la esperada Zona d’Activitats Logísticas (ZAL) cuyas obras arrancaron hace unas semanas con el movimiento de tierras. Esta primera fase, con un plazo de ejecución de diez meses, hace referencia a la construcción de los nuevos accesos. Por una parte, se construirá un nuevo vial perimetral, paralelo a la autovía Reus-Salou que dará acceso al interior de la ZAL. Y, por la otra, se habilitará un segundo eje paralelo al Barranc de la Boella. Asimismo, se habilitarán dos nuevas rotondas.

Las obras de esta primera fase suman un coste de diez millones, lo que representa un tercio de la inversión total prevista. La habilitación de los accesos es el paso previo a la adecuación de la nueva zona logística. Al respecto, fuentes de la Autoritat Portuària apuntan que, en paralelo, se hará la contratación de una empresa para la comercialización y captación de capital privado de los terrenos, que en su conjunto suman una superficie de 900.000 metros cuadrados.

A escasos metros, se halla otro de los espacios que este año ganará protagonismo. Se trata de la terminal intermodal de La Boella que ahora está en fase de competencia de los proyectos, a la espera de poder adjudicarse a lo largo de este primer trimestre. A inicios del pasado mes de enero, Combi Terminal Catalonia (CTC), la joint venture liderada por Basf, solicitó oficialmente al Port de Tarragona su explotación. Esta está ligada a un compromiso de inversión de 25,6 millones de euros, para la renovación de la terminal existente, con unas instalaciones más amplias, más modernas y con mayor capacidad y operatividad. Con todo, las obras podrían arrancar a finales de este mismo año.

Terminal de última generación

Este compromiso inversor también lo tiene la compañía Global Ports Holding Plc (GPH), el mayor operador de terminales de cruceros independiente del mundo, que se encargará de construir y explotar la nueva terminal en el Moll de Balears. Así lo acordó el último consejo de administración del Port de Tarragona, que daba luz verde a la construcción de estas instalaciones modulares, de última generación, que utilizarán energía solar para garantizar la provisión sostenible de las necesidades energéticas que se generarán. De cara a esta temporada, se habilitará una zona para facilitar la operativa en el nuevo muelle, que se irán completando con el montaje de este sistema modular, lo que en su conjunto supone una inversión de 5,5 millones de capital privado.

Este mapa de los grandes proyectos incluye finalmente la terminal seca de Guadalajara-Marchamalo, una actuación estratégica que servirá de punta de lanza del Port de Tarragona en medio del corredor de Henares, el principal nodo logístico de la Península. A principios de verano se inició la primera fase de obras, correspondiente al movimiento de tierras y la habilitación de la plataforma ferroviaria en la nueva terminal, que está previsto que finalice a lo largo del segundo trimestre. Mientras tanto, el Port de Tarragona ya ha avanzado en la adjudicación de la segunda parte del proyecto, que en este caso asciende a 10 millones.