El Síndic recibe 17 quejas en su visita a Tarragona

Desde un seguro que no hay manera de anular a conflictos urbanísticos; así son los problemas que plantean los tarraconenses

19 noviembre 2019 08:40 | Actualizado a 20 noviembre 2019 19:18
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Manuel Badía descubrió recientemente que tenía contratado un seguro para averías en el hogar (ni siquiera tiene claro qué servicios incluye porque no se lo han informado) en un piso que actualmente está vacío. Cuando se dio cuenta quiso anularlo y la respuesta fue que, aunque él paga mensualmente, el seguro se renueva de manera anual, así que, hasta el año que viene, deberá seguir abonándolo.

Badía cree que el seguro, que es de una empresa de energía, debió contratarlo de manera telefónica, porque no recuerda que nadie se lo explicara personalmente «y en estos casos las empresas se escudan en que tienen una grabación, pero eso siempre les beneficia a ellos, no a los usuarios». Tampoco tiene ningún papel más allá de las facturas, «y la gente no suele mirárselas».

Del Ayuntamiento y el consumo

La suya es una de las historias que pudieron escuchar ayer los dos representantes del Síndic de Greuges que se desplazaron a la ciudad. En total, explica Ton Clapés, uno de los técnicos que atendió a los ciudadanos en la sede del IMET, durante la mañana de ayer recibieron 17 visitas. Las problemáticas planteadas en las quejas y consultas fueron, entre otras, temas relacionados con el consumo (electricidad y gas), sanidad, medioambiente, urbanismo, infancia y función pública.

De las quejas que se presentaron, dos estaban dirigidas al Ayuntamiento de Tarragona.

El número de visitas que recibieron ayer fue exactamente el mismo que las que se hicieron en la anterior visita del Síndic el pasado mes de abril, con la diferencia de que entonces hubo seis quejas para la administración municipal.

Una lucha de largo recorrido

Una de las quejas contra el Ayuntamiento que se presentaron ayer fue la de Juan Antonio Heredia, dueño de un bar de Bonavista. Heredia cerró su local hace año y medio porque, según sus palabras, le han hecho la guerra.

Se refiere a que cada domingo, día de máxima actividad por el mercadillo, colocan una parada justo pegando a su fachada. Su lucha ha ido por todos los caminos posibles, desde la vía judicial, o una carta al Rey, hasta pancartas y octavillas ofensivas contra los miembros del anterior consistorio. La puerta del Síndic, cómo no, era una de las que no quería dejar de tocar.

Las quejas del año pasado

El año pasado el Síndic de Greuges recibió 247 quejas y consultas por parte de ciudadanos de Tarragona, una cifra superior a las 223 del año anterior.

Por número, las quejas que se situaron en primer lugar tuvieron que ver con políticas sociales, donde se incluyen educación, infancia, salud y servicios sociales.

La siguiente preocupación, en importancia, tuvo que ver con el consumo, seguida de la administración pública y los tributos.

Como dato curioso, el número de mujeres (58,6%) fue superior al de hombres (41,4%), algo que el informe del Síndic atribuye a que las quejas de políticas sociales suelen ser más presentadas por ellas.

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