El acceso a Bonavista a través del PP10 se abrirá este septiembre

Los trabajos de urbanización del nuevo barrio avanzan a buen ritmo y ya se ya ejecutado aproximadamente el 60% de la obra, que se ha demorado unos meses a causa de la Covid

03 junio 2021 18:00 | Actualizado a 04 junio 2021 04:49
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El día 13 de septiembre se abrirá el nuevo acceso al barrio de Bonavista, desde la T-11. Es el calendario con el que se está trabajando desde la dirección de la obra del plan parcial 10, cuyos trabajos obligaban a cerrar el antiguo Camí de la Coma, que está siendo reformado y ampliado. «Si todo va según lo planificado se abrirá coincidiendo con el inicio del curso escolar, aunque no depende de nosotros, sino de Endesa que tiene que realizar unos trabajos para el soterramiento de la línea eléctrica» afirmaba el supervisor de obras del PP10 por parte del Ayuntamiento de Tarragona, Ricard Mestre.

La construcción del nuevo acceso forma parte del proyecto de urbanización del nuevo barrio a caballo entre Bonavista y Campclar. Ya no queda nada del antiguo eje. Con el movimiento de tierras este se desdibujó completamente y los terrenos sobre los que se asentaba la antigua glorieta se han levantado cuatro metros. En su lugar, se construirá una segunda rotonda desde la que saldrán dos ejes –cada uno de cuatro carriles– uno hacia el barrio de Buenos Aires y el otro que enlazará con el Camí del Partió. De esta forma, se mejorarán las vías de evacuación del barrio, con esta mejora de las conexiones con la T-11.

El concejal de Territori, Xavier Puig, destaca que su entrada en funcionamiento se hará de forma anticipada a la finalización de las obras ya que «es un tema que urge muchísimo, por lo que estamos avanzando tanto como podemos». En paralelo, ya puede verse la ampliación del Parc de la Coma, que también forma parte del proyecto de urbanización.

Las obras en el PP10 avanzan a buen ritmo. A día de hoy, se ha ejecutado el 60% de los trabajos, que se iniciaron hace casi un año. Sobre el terreno, puede comprobarse como poco a poco la urbanización va tomando forma. Las calles ya están definidas y ya puede verse la anchura de las calzadas, con los bordillos.

En los últimos meses se ha trabajado a contrarreloj para hacer la instalación de los servicios pluviales y residuales. También se ha hecho las actuaciones pertinentes en cuanto a telecomunicaciones, gas y se está trabajando en todo lo que se refiere a la instalación eléctrica. En las próximas semanas se seguirá con esta última parte, mientras que a lo largo de este mes de junio está previsto que ya empiece la pavimentación de las aceras. Los técnicos aseguran que este será un proceso lento, ya que en su conjunto, el nuevo barrio suma 11,3 hectáreas de nuevas vías.

Según lo previsto, los trabajos de asfaltaje y de pavimentación de las aceras se prolongarán aproximadamente unos tres meses. Y, a partir de ahí, ya podrá iniciarse la última fase, que es la que corresponde a la instalación del mobiliario urbano y la plantación de la vegetación. En este caso, el calendario tendrá que ajustarse para que el proceso de siembra y de plantación coincida con el calendario más idóneo. En esta última fase será cuando podrá verse el resultado final de la pequeña ‘duna’ que se habilitará en todo el extremo más próximo a la T-11 y que tendrá la función de muro verde, para reducir el impacto visual que genera la proximidad de este eje.

Acabar el 19 de noviembre

En un primer momento estaba previsto que esta fase de obras de urbanización finalizaran el 20 de agosto. Finalmente, el calendario ha tenido que ajustarse, ya que el cronograma ha sufrido un retraso de tres meses. «Las actividades previas al inicio de obras, como las catas y los trabajos geológicos, se demoraron dos meses por culpa de la Covid y después hay que sumarle otro mes, a causa de las lluvias que hubo en noviembre y diciembre», explica Mestre.

Será un nuevo barrio que ya está siendo construido de acuerdo con las nuevas exigencias urbanísticas: aceras amplias, completamente accesible, iluminación Led y facilitando el aprovechamiento del agua de lluvia. Asimismo, dispondrá de un carril bici que enlazará el ya existente en el Parc de la Coma y que reseguirá de extremo a extremo el eje principal, junto a la valla que separa la nueva zona de viviendas del Anillo Mediterráneo. Este carril bici seguirá hace la calle Siurana, hasta conectar con la infraestructura existente en la Rambla de Ponent. Con todo, y si no aparece ningún contratiempo, la finalización de las obras de urbanización está marcada en el calendario para el día 19 de noviembre.

Con una superficie total de 300.000 metros cuadrados y una inversión de 11 millones de euros, en este espacio se construirán 1.200 viviendas de las cuales 400 de protección oficial. «La idea es que el Ayuntamiento y Smhausa trabajemos conjuntamente para ver cómo lo construiremos y la financiación, para garantizar que sea viable», destaca Puig. La idea es que sean pisos de alquiler.

En paralelo, la firma holandesa Ten Brinke sigue trabajando en la definición del proyecto comercial que se construirá en la zona. Ocupará una superficie de 6,6 hectáreas y los únicos detalles que ha dado la multinacional es que se llamará Tarraco Centrum y que será una propuesta que apostará por la sostenibilidad.

Puig destaca que las «sinergias» que se generarán con el Anillo Mediterráneo y, en un futuro, con la ciudad deportiva del Nàstic. «Las entradas principales a Anillo serán desde el barrio, lo que nos permitirá permeabilizar y abrir las instalaciones». Asimismo, el tercer teniente de alcalde destaca que «llenaremos de vida una zona degradada que no tenía ningún valor».

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