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Aunque pierde más de mil votos con respecto a los comicios del 20 de diciembre, En Comú Podem se matiene como la fuerza más votada en la ciudad de Tarragona, que se escora un poco más hacia la izquierda, pues la suma de los morados más el PSC y ERC dan un 54,4% de los votos, dos puntos y medio más de los obtenidos en diciembre y 12 más de los que suma la derecha de PP, Ciutadans y CDC.
Resulta curioso comprobar que es en la Part Alta el único distrito donde En Comú Podem gana votos, pues, aunque aún es la primera fuerzaen los Barris Marítims, el Nou Eixample Nord, Campclar y Sant Salvador, lo hace pese a caer en sufragios.
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Revelador resulta el regreso del PP, que se ubica como segunda fuerza en la ciudad –fue la cuarta en diciembre–. Su subida convierte a los populares en los más votados en el centro de la ciudad, si bien su incremento es general en todas las zonas de Tarragona. Un somero análisis del granero de los votos del PP permite apreciar que, como ha sucedido en el conjunto del Estado, también en Tarragona los populares crecen a expensas de Ciutadans, que pasa de segunda a cuarta fuerza, con 3.000 apoyos menos. La llamada del PP al voto útil y el compadreo de los naranjas con los socialistas parecen haber pasado factura a un partido que comienza a devolver a sus auténticos dueños el voto prestado en anteriores comicios. En efecto, Ciutadans es uno de los partidos que más estrepitosamente cae.Sólo logra ser el segundo mas votado en Sant Pere i Sant Pau.
Interesante es también ver cómo el PSC aguanta como gato panza arriba y recupera los barrios de Torreforta y Bonavista, aunque cede terreno en Campclar. Claro que la resurrección de los socialistas tendrá mucho que ver con lo que suceda a Podemos en España, pues los resultados del domingo pueden suponer el inicio del pinchazo de la burbuja de los de Iglesias, con lo que el PSC recuperaría una buena parte de los votantes que perdió tras sus bandazos hacia la derecha.
Como siempre hay quien pretende leer los resultados de las elecciones –ya sean locales, autonómicas, generales e incluso europeas– en clave soberanista, hay que insistir en que, a la luz de los resultados, la ciudad de Tarragona no es precisamente independentista.
Y es que, si bien ERC no sólo salva los muebles, sino que incluso aumenta los votos y sube dos puntos en su porcentaje, adjudicándose la victoria parcial en Llevant y la Part Alta, el declive de Convergència parece no tener fin. El partido de Artur Mas, que en el salón de plenos de la ciudad tiene una ínfima representación de dos concejales, pierde más de mil sufragios y rompe por abajo la barrera del 10%, al obtener un 9,3%. Y es que CDC es la última fuerza en todos los distritos, a excepción de la Part Alta, el Eixample y Llevant, aunque incluso allí pierde votos.
Sí, Tarragona es cada día más de izquierdas, aunque no lo represente el pacto que gobierna la ciudad. Paradojas de la política...
