Hallan un corzo con un disparo en una balsa tarraconense

Estos animales fueron reintroducidos en la Serra de Montmell y la población se ha extendido por el Camp de Tarragona

06 agosto 2018 19:37 | Actualizado a 07 agosto 2018 06:59
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Un ejemplar adulto de corzo –en catalán cabirol– fue encontrado la semana pasada flotando en una balsa con una herida de arma de fuego en las patas, según apuntaron al Diari fuentes de la Guàrdia Urbana, que pusieron los hechos en conocimiento de los agentes rurales. Sin embargo, antes de que ellos llegaran, el dueño de la finca ya había tirado el ejemplar y cubierto de tierra.

El animal era un ejemplar adulto macho, de entre 25 y 30 kilos de peso. El pasado jueves, sobre las diez de la mañana, fue hallado flotando en una balsa situada en el Camí Mas del Cusidó, una finca que se encuentra en la zona del Mèdol, entre la autopista AP-7 y la autovía A-7. Al parecer, el animal presentaba una herida de arma de fuego en las patas.

El corzo es una especie cinegética, que se puede cazar en las áreas privadas (cotos) si lo tienen previsto en su Pla de Gestió Cinegètica. En la comarca del Tarragonès ya hay cotos que lo tienen aprobado. Los machos, esta temporada de caza, se pueden cazar en las modalidad de acercamiento y acecho desde el 8 de abril hasta el 12 de agosto.

Los ejemplares que se pueden ver en el Tarragonès son descendientes de los que fueron reintroducidos en el Montmell por el Departament d’Agricultura, Ramaderia i Pesca de la Generalitat y la Federació de Caça. La población se ha ido expandiendo y distribuyendo por buena parte del Camp de Tarragona.

En el caso del término de Tarragona y alrededores se pueden ver ejemplares aislados. Y es que se trata de un animal que vive en solitario –especialmente en el caso de los machos– o en grupos muy reducidos de carácter familiar. Es activo sobre todo durante el crepúsculo y la noche, y pasa el día escondido entre la vegetación. Es de carácter esquivo y escapadiz, y buen corredor y nadador.

El corzo se alimenta principalmente de hojas, pero también come hierba, gemas, frutos, cortezas, líquenes y setas. Tanto los machos como las hembras suelen buscar el alimento y vivir en territorios que normalmente son prácticamente los mismos a lo largo de toda su vida. En el caso del ejemplar del Mèdol, posiblemente falleció ahogado. En bastantes ocasiones, los agentes rurales han tenido que sacar ejemplares de dentro de balsas de riegos, canales, etc. Los animales acuden allí a beber y a refrescarse, saltando dentro y después no pueden salir (muriendo agotados si el nivel del agua los cubre, como al parecer es este caso).

Los agentes rurales podrían  instar al propietario de la balsa a que instale una sistema de rampa que permita la salida al exterior de la balsa de cualquier animal que pueda caer, o bien ponga una valla perimetral. En verano de 2014, los agentes rurales ya tuvieron que sacrificar un ejemplar herido sin movilidad (seguramente por choque con vehículo) macho adulto en la zona cercana al Mèdol. Y es que julio y agosto es la época de celo de los corzos, momento en que los machos suelen dispersarse en busca de las hembras. 

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