La Covid obliga a ordenar la entrada a pie a las escuelas de TGN pero no acaba con el caos vial

La Guàrdia Urbana intensifica su trabajo para evitar aglomeraciones, aunque no hay avances en el prometido plan de caminos escolares para que los niños vayan andando a clase

08 octubre 2020 20:00 | Actualizado a 09 octubre 2020 05:20
Se lee en minutos
Participa:
Para guardar el artículo tienes que navegar logueado/a. Puedes iniciar sesión en este enlace.
Comparte en:

Para muchos padres aprenderse los horarios de entrada y salida de sus hijos, así como los sitios por donde deben acceder a la escuela, resultó todo un reto (y dio para más de un chiste) en el inicio de este curso escolar. Sin embargo, casi un mes más tarde, el sistema parece bastante asumido.

Desde entonces, la Guàrdia Urbana se ha mantenido en contacto con las direcciones de los centros educativos para buscar la forma de evitar las aglomeraciones.

Más allá de abrir todos los accesos posibles y escalonar las entradas, la policía local también ha insistido a las escuelas para que den instrucciones a los padres con el fin de que los niños lleguen con un solo acompañante y, sobre todo, para que no permanezcan en el entorno de la escuela «para hacer la charla o dar la merienda».

En los casos de algunos centros escolares que tienen aceras muy estrechas en las que no era fácil evitar las aglomeraciones, el Ayuntamiento de Tarragona optó por ampliar la zona de entrada eliminando plazas de aparcamiento justo delante de la escuela. Estas áreas fueron señalizadas con pintura amarilla y un pictograma de protección escolar para poder ampliar así el espacio de entrada-salida y espera para padres y alumnos, así como paso de peatones. Un ejemplo está en las escuelas de El Serrallo y l’Arrabassada.

En otros centros, como Carmelites, donde hubo concentraciones el primer día, la solución que encontró el centro fue crear recorridos señalizados con flechas y postes separadores dentro de la propia escuela para que los padres entren por un sitio y salgan por otro a la hora de dejar y buscar a los niños.

Problemas de movilidad

Pero así como las entradas de las escuelas, en general, han ganado orden con la pandemia, no ha pasado lo mismo con la concentración de coches delante de algunas escuelas que cada día dificultan la movilidad.

A esto la Guàrdia Urbana responde que Tarragona dispone de 32 escuelas y atendiendo a «criterios de valoración objetiva, mediante una graduación de peligrosidad y afectación a la movilidad», han elegido 18 donde activar un servicio de protección escolar.

El proyecto de caminos escolares está parado de momento, reconocen desde el Ayuntamiento

Así pues, hay nueve escuelas que reciben el servicio por la mañana y nueve por la tarde y el orden de las mismas se invierte diariamente. Para cubrirlas trabajan nueve dotaciones por la mañana y nueve por la tarde.

Respecto a los espacios de Kiss&Go, zonas reservadas para aparcar solo durante unos minutos para dejar a los niños, señalan que este curso se estudiará la posibilidad de crear nuevas plazas. La idea, además, es señalizar también como zonas Kiss&Go los «espacios de tolerancia» para la parada de vehículos y así dejar claro dónde está permitido aparcar momentáneamente cerca de la escuela y en qué términos.

No obstante, un recorrido, especialmente por la tarde, a la salida de algunas escuelas muestra que las medidas son insuficientes para evitar los problemas de movilidad que en algunos casos han venido a agravarse porque hay padres que, por miedo al contagio, han dejado de usar el transporte público y han recurrido al coche particular.

Núria Sabat, presidenta de la Associació de Veïns Tarragona Centre, una de las zonas de la ciudad con más problemas por este motivo, explica que, por mucha policía que se ponga, el problema no se solucionará sin un plan para evitar que tantas familias vayan en coche a la escuela «y lleguen media hora antes para aparcar delante para recoger a los niños». Cree, además, que la policía debería ser menos permisiva con los que dificultan el tráfico.

La solución, considera, pasa por promover que se llegue andando a la escuela. De hecho, la ciudad estudia desde hace unos años la posibilidad de poner en marcha caminos escolares seguros. Se trata de itinerarios bien señalizados que favorecen que los niños acudan a la escuela caminando y de manera autónoma. En estos proyectos, sobre los cuales hay experiencias positivas en otros municipios, también se involucra a vecinos y comerciantes.

El anterior gobierno anunció en verano de 2018 que pondría en marcha el proyecto. A partir de entonces se iniciaron algunas acciones para pacificar el tráfico, como el Kiss&Go, pero el proyecto no se terminó de tirar adelante. Consultado al respecto, el gobierno actual no descarta el modelo, pero reconoce que, debido a la pandemia, de momento está paralizado. En febrero de este año la CUP reclamó que se pusiera en marcha y, en el último pleno municipal, el PSC preguntó por el destino de la iniciativa.

Comentarios
Multimedia Diari