'La cuestión territorial explica la irrupción de Vox'

Profesores y doctores en Ciencia Política sitúan en el Procés y la corrupción del PP las claves del triunfo del controvertido partido

04 diciembre 2018 08:04 | Actualizado a 04 diciembre 2018 09:56
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«En Andalucía se estaba discutiendo cada día sobre Catalunya. En ese aspecto, la gente se ha vuelto radical», cuenta Ernesto Pascual, doctor en Ciencia Política y profesor en la UOC, que desglosa el ascenso «multicausa» de Vox: «Ahora el PP no es un partido votable por la corrupción. Es una fuerza incómoda de votar en estos momentos. Vox es la parte de la derecha más extrema que no ha gobernado y no tiene esos problemas. Frente a Cs, la gente se ha quedado con el original, con los más extremos. Con un tema como la inmigración, los partidos de derecha la cogen y la blanquean y la izquierda mete la cabeza en un agujero».

Hay otro factor que ha resultado clave en los resultados andaluces: «Para un tipo de votante de Vox, esta aparente revolución feminista no es muy bienvenida. Hay miedo a una revolución social y mucha gente prefiere quedarse como está». Pascual, en su diagnóstico, aporta algunas claves: «En los apoyos de Vox vemos que se caen algunos mitos. A mayor renta y más estudios, más se les ha votado, y con una edad muy baja. No podemos adscribir esto a los viejos franquistas. ¿Dónde ha ganado más Vox? En Almería. En España tenemos una media de un 11% de población inmigrante. En El Ejido hay un 33% y en Roquetas un 27%, por poner dos ejemplos. La gente ve como si le quitaran su espacio. Han fallado estrepitosamente las políticas multiculturales». 

Xavier Casals, doctor en Historia y politólogo, arroja más luz sobre lo sucedido: «Ni PP ni Cs han deslegitimado el discurso de la extrema derecha. Lejos de estigmatizarse, se ha visto como aliado e incluso compañero de viaje». Al cóctel de ese ascenso ha contribuido también el eco en los medios. «Ha habido un protagonismo excesivo de una fuerza extraparlamentaria y eso se tendría que analizar», aporta Casals. En idéntica línea incide Pascual: «Los medios les han empezado a dar bola, a hacerles visibles y a convertirles en viables como representación política». 

A ello se añaden dos desencadenantes decisivos. Uno es la cuestión territorial. «La acción Procés tiene una reacción, que es el nacionalismo español, que se ha visto favorecido por un franquismo sociológico que existía en el PP y que ha visto una ventana para colarse y convertirse en voto útil», dice Pascual. 

Oriol Bartomeus, profesor de Ciencias Políticas en la UAB, coincide: «Parecía que en España no llegaría la ultraderecha, pero sí lo ha hecho, por una cuestión de fondo pero también por el propio debate territorial y por cómo el PP lo ha afrontado». 

«Es lo que sucede en Europa»
Bartomeus cree que, pese al descontento como motor de Vox, «la crisis económica no explica el éxito tanto como la cuestión territorial» y alude a un último factor, también crucial: «Está pasando lo que sucede en toda Europa e incluso en Estados Unidos, con la llegada de Trump. Hemos pasado de 40 años de globalización a un repliegue nacional».

Todos los expertos consultados creen que los resultados se pueden reproducir en próximos comicios. «Las de Andalucía son las primeras elecciones del ciclo. No quiere decir eso que Vox vaya a estar en todos los parlamentos autonómicos pero sí nos ha permitido ver, de momento, que tienen un notorio predicamento», dice Bartomeus. Del mismo modo se posiciona Casals, que alerta: «En Andalucía nunca había habido presencia de extrema derecha. Estamos hablando de unas dinámicas electorales profundas, porque además Vox se ha convertido en un voto útil y decisivo. Eso puede tener un efecto desde el punto de vista del Estado y es extrapolable a unas generales».

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