La mayoría de los alcaldables de Tarragona apuesta por rebajar los impuestos municipales

PP y JxTGN reducirían el IBI, Cs pretende eliminar varias tasas y ERC prevé bonificaciones

13 mayo 2019 06:51 | Actualizado a 15 mayo 2019 12:44
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Tarragona es una de las ciudades españolas más caras para vivir para los 132.299 habitantes y 84.862 contribuyentes con los que cuenta a día de hoy. Así lo indica un índice elaborado recientemente por el portal Kelisto.es, en el cual la localidad tarraconense ocupa el décimo lugar entre las 52 capitales de provincia. 

El análisis tiene en cuenta 14 productos y servicios, y en el aspecto en el que el municipio sale especialmente peor parado es el relacionado con los impuestos y tasas. Aquí el Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI) es el segundo más caro de todas las capitales españolas, después de Soria.

La ciudad también es la octava entre las que más pagan en el tributo de vehículos (68,16 euros) y por la recogida de residuos sólidos. En la tasa de basuras la tarifa media de la ciudad es de 105,4 euros, lo que nos sitúa en el noveno lugar entre las más caras.

La ciudad aún arrastra las grandes subidas que se llevaron a cabo durante la crisis económica, que entre 2012 y 2013 comportó un incrementó de más de un 20%  en el IBI (19% en 2012 y 2,7% en 2013), si bien es cierto que el impuesto no se toca desde 2014.

De hecho, a lo largo del presente mandato la presión fiscal se ha congelado, ya que ésta era una de las condiciones del pacto de gobierno entre PSC y PP. Por su parte, entre 2007 y 2014 la tasa de la basura se encareció un 46%. 

«Compensar el esfuerzo»
Ahora, a pocos días de las elecciones municipales, dos partidos anuncian claramente que bajarán el IBI: el PP y Junts per Tarragona. «El tipo que tiene la ciudad es abusivo en comparación con otros lugares, como Almería –que también organizó unos Juegos del Mediterráneo–. Por ello, nosotros proponemos rebajar un 25% en cuatro años», indica el alcaldable del PP, José Luis Martín, quien añade que «eso provocará un ahorro para las familias de más de diez millones de euros que podrán destinar a otros gastos. No queremos ser la ciudad más cara de España». 

En la misma linea se expresa Dídac Nadal, de JxTGN. «Debemos bajar los impuestos y tasas para devolver a la ciudadanía el esfuerzo que ha hecho durante los últimos años», indica el líder soberanista, quien especifica: «Bajaremos el IBI, la basura, el impuesto sobre vehículos y las Llars d’Infants, e incrementaremos las bonificaciones». 

Ajustes de Ciutadans y Esquerra
Entre los partidarios de ajustar la presión fiscal se encuentra también Ciutadans. «Congelaremos los impuestos y suprimiremos tasas de obras menores», especifica Rubén Viñuales, quien es partidario de «racionalizar o directamente eliminar las tasas que afecten a la actividad empesarial que simplemente entorpezcan la misma y cuyo coste de gestión superan, en ocasiones, a la recaudación obtenida».

Por su parte, Pau Ricomà (ERC) apuesta por «instaurar una fiscalidad progresiva con criterios sociales», que favorezca la «regeneración urbanística y de los emprendedores». Por ello, los republicanos quieren incentivar la rehabilitación «con una bonificación del 95% del ICIO» y «actuar con responsabilidad ambiental bonificando el IBI y el ICIO en las viviendas que instalen placas fotovoltaicas», afirma Ricomà, quien también compensaría una parte del ICIO y del IBI «a aquellos propietarios que realicen obras para ofrecer una vivienda de alquiler social», mientras que ayudaría al pago del IBI y del IAE a los emprendedores. 

Desde En Comú Podem, Carla Aguilar Cunill resalta que «pese a que tenemos uno de los tipos más altos del IBI, los servicios municipales no están a la altura», por lo que es partidaria de realizar una auditoría de gestión y un estudio de los servicios externalizados para una posible remunicipalización. «Si en el futuro el estado de las cuentas municipales lo permite, podría pensarse en reducir algunos impuestos», indica la candidata. 

Desde la CUP, Laia Estrada pretende apostar por «la fiscalidad progresiva con perspectiva social, ambiental y de género», así como  «aprovechar el ICIO para favorecer la rehabilitación de viviendas». Los cupaires crearían una tasa «que paguen los propietarios de pisos vacíos, con la que se pagaría una inspección de los inmuebles desocupados», a la vez que considera que «la tasa de la basura debe ser un incentivo para mejorar la calidad del reciclaje». 

«Incentivos medioambientales»
Finalmente, el candidato socialista a la reelección –Josep Fèlix Ballesteros– afirma que «hemos salido de la crisis, sin dejar a nadie atrás y con una fiscalidad progresiva que seguiremos aplicando».

De cara al nuevo mandato, Ballesteros anuncia que «reclamaremos a las entidades que no pagan IBI que lo hagan», un hecho que cuesta casi unos dos millones de euros al año a las arcas municipales. Asimismo, el PSC apuesta por «crear nuevos incentivos medioambientales a través de la reducción impositiva, como la instalación de placas fotovoltaicas», y la bonificación del IAE e ICIO «para las empresas que generen puestos de trabajo»  

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