La reapertura de la hostelería en Tarragona en la fase 1, con más recelo que optimismo

El sector critica la lentitud en la publicación de los protocolos y pide más espacio para ampliar las terrazas. Una gran parte de los negocios mantendrán las persianas bajadas, asegura el presidente del gremio, Francesc Pintado

10 mayo 2020 15:05 | Actualizado a 10 mayo 2020 15:21
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La mayoría de los establecimientos del sector de la hostelería de la demarcación de Tarragona mantendrán las persianas bajadas a partir de este lunes, 11 de mayo, a pesar de que son dos de las tres regiones sanitarias qie permiten esta apertura dentro de la desescalada.

El presidente de la Asociación de Hostelería de la Provincia de Tarragona, Francesc Pintado, ha argumentado que solo con la mitad del aforo de las terrazas (máximo que permite actualmente la fase 1) no cubren los costes estructurales.

El sector reclama más "agilidad" y critica la lentitud en la publicación de los protocolos (hasta este sábado no se publicaron los detalles en el BOE). También pide que se los permita ocupar más vía pública para ampliar las terrazas.

La orden del Ministerio de Sanidad establece que solo pueden reabrir la mitad del aforo de las terrazas del año pasado y que se tiene que garantizar la distancia mínima de dos metros.

Además, las mesas no pueden reunir más de diez personas en cada una y se tiene que priorizar el uso del mantel desechable. La medida también especifica que se tienen que eliminar los productos de autoservicio y que se tiene que evitar la manipulación de las cartas.

Ante las circunstancias actuales, el sector teme que no puedan hacer "caja" este verano para sobrevivir el resto del año. Pintado ha explicado que muchos empresarios no disponen de liquidez y que se han tenido que acoger a los créditos de los ICO para poder pagar los impuestos, las cuotas de la seguridad social u otros gastos, como por ejemplo los alquileres.

Para adaptarse a la situación, los empresarios han tenido que asumir un "pequeño sobrecoste" para implementar las medidas de higiene o bien instalar mamparas de metacrilato.

De hecho, uno de sus temores era tener que invertir para adecuar los locales a la nueva normalidad, tal como pasó con la ley antitabaco. "Muchos hicieron el esfuerzo entonces y las inversiones quedaron obsoletas en poco tiempo. Ahora muchos no lo podrían afrontar", asegura Pintado.

En cambio, el sector celebra la flexibilización de los Expedientes Temporal de Regulación de Empleo (ERTE), puesto que los permitirá reincorporar la plantilla en función de la evolución de las fases de desescalada y de la recuperación económica.

"Por nosotros es positivo que se puedan recuperar los ERTEs gradualmente según vaya produciéndose la facturación del establecimiento. No tenemos la misma plantilla en julio que en mayo", ha argumentado Pintado. Y añade: "Tengo clarísimo que muchos ERTEs se convertirán en Expedientes de Regulación de Empleo".

"Más espacio público para ampliar las terrazas"

Entre las principales demandas del gremio de hosteleros destacan la ampliación de las terrazas, así como la condonación o reducción de algunos de impuestos, como por ejemplo el del IVA o el de la basura. "Pedimos que nos dejen ocupar excepcionalmente más espacio a la vía pública, porque al final la reducción del aforo significa reducir la facturación", ha lamentado Pintado.

Rafa Oliver, propietario de las geladeries Raffa Gelati de Tarragona, abrirá el establecimiento de la plaza Verdaguer y mantendrá cerrados los locales en la Rambla Nova y en el barrio del Serrallo.

El lunes pondrá en marcha motores con un trabajador y con media docena de mesas. Según la respuesta de los clientes, se planteará la reapertura del establecimiento de la Rambla a partir de la semana que viene y, más adelante, ya en la fase tres, la del local del Serrallo. "Abriré como autónomo para hacer probaturas de los horarios, porque dependemos de la salida de los niños, de los abuelos, de la gente que hace deporte y no sabemos muy bien cuál será la afluencia", ha señalado.

La parada de la actividad ha supuesto que los ocho trabajadores de la plantilla se hayan acogido a los ERTEs. La incertidumbre económica no ha permitido que vuelvan a trabajar, a pesar de que Oliver tiene el deseo de volverlos a contratar. "No sabemos que puede pasar y prefiero que tengan la almohada de la administración que no lo de la misma empresa que dispone de una liquidez mínima", ha reconocido el responsable de la heladeria.

Al otro lado de la plaza Verdaguer, el restaurante La Pepita también se prepara para la reapertura. Su propietario, en Carles Badia, ha explicado que utilizará el local para almacenar los productos en tres espacios donde los desinfectará y los dejará en cuarentena. En cuanto a la terraza, colocará seis de las catorce mesas que tiene habitualmente. Además, aprovechará las pantallas de madera y metacrilato, que ya utilizaba para delimitar la terraza, para separar las mesas.

El restaurador tiene previsto pedir la ampliación del espacio de la terraza al Ayuntamiento de Tarragona. Con todo, no lo hará para meter más mesas sino para distanciarlas.

Badia ha pedido un ICO y tiene los 11 trabajadores con ERTE. Con todo, el lunes incorporará a dos empleados, uno para trabajar en el restaurante La Pepita y, el otro, a Maria Castaña, establecimiento que también regenta. Por ahora, no tiene previsto servir cenas ni coger reservas.

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