Las autoescuelas tarraconenses, cerradas de forma indefinida

La covid-19 impide hacer más de 12.000 pruebas teóricas y prácticas desde mediados de marzo a la demarcación. El sector se queja de la falta de examinadores que impide examinar a los nuevos conductores

20 mayo 2020 16:50 | Actualizado a 21 mayo 2020 15:31
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Las autoescuelas tarraconenses mantendrán la persiana bajada a de forma indefinida aunque lunes la provincia (las dos regiones sanitarias de Camp de Tarragona y Terres de l'Ebre) entre en la fase 2 y ya se los permita abrir. Esto es lo que se acordó el miércoles por la noche.

Según denuncia el sector, abrir ahora no es rentable, puesto que los alumnos seguirán sin tener examinador y sin poder sacarse el carnet. De los 12 examinadores con los que cuenta la Jefatura Provincial de Tráfico, solo tres profesionales podrán salir a examinar, según explican la Asociación de Autoescuelas de Tarragona.

Esta falta de examinadores, sumado a una reducción horaria por la Covid-19, hará que solo puedan hacerse el 25% de los exámenes. "No es viable. Nos vamos a la ruina", lamenta el presidente de la entidad, Carles Oliver. Entre mediados de marzo y finales de mayo la DGT estima que habrá dejado de hacer más de 12.000 pruebas teóricas y prácticas a la demarcación de Tarragona.

En una asamblea telemática del miércoles por la noche, las autoescuelas han decidido plantarse y continuar cerradas en la fase 2. El detonante, según explica el presidente de la Asociación de Autoescuelas de Tarragona, Carles Oliver, es la problemática de personal a la Jefatura provincial de tráfico. Según Oliver, de los doce examinadores que hacen pruebas prácticas en el territorio, Tráfico solo puede garantizar tres por pistas y circulaciones. El resto, dice, tendrán que cubrir tareas administrativas porque no hay bastante personal de oficina y las pruebas teóricas, entre otros.

De 120 a 30 examenes diarios

El impacto es elevado porque se estima que la capacidad de hacer exámenes prácticos pasaría de 120 alumnos diarios, a 30. Es decir, que se perderían aproximadamente el 75% de los exámenes prácticos diarios en vías abiertas. Además, las autoescuelas calculan que con estas restricciones solo tendrían garantizados dos alumnos del permiso B para examinar en cada ciclo de 14 días naturales –que incluye cuatro jornadas de exámenes a Tarragona, cuatro a Reus y dos más a Tortosa. "Ya contábamos con que con la Covid-19 perderíamos plazas, pero esto es la ruina para el sector", se queja el representante provincial de las autoescuelas.

La Asociación confía en que esta medida de presión precipite soluciones para la Jefatura provincial de tráfico de Tarragona. Su exigencia es que se dote de los medios materiales y personales necesarios para que puedan hacerse al menos 400 exámenes teóricos semanales entre los centros de Tarragona, Reus y Tortosa, y entre 700 y 750 prácticos de circulación semanales. Dicen que así se podrían atender las necesidades reales del servicio a la demarcación.

Además, las autoescuelas viven con "incertidumbre" la situación provocada por la pandemia de la Covid-19 y critican el "follón normativo" que suponen las publicaciones al BOE "horas antes de entrar en vigencia en su contenido".

Los profesionales tienen claro que tendrán que usar mascarilla, disponer de gel hidroalcohólico y desinfectar los vehículos, pero piden concreción. Por todo ello, las autoescuelas tarraconenses prevén reunirse a principio de junio para volver a valorar la situación del sector.

Una decisión complicada

La decisión de ir a la parada indefinida no ha estado fácil para las autoescuelas tarraconenses. Prácticamente todas han tenido que aplicar ERTE y veían con esperanza el hecho de poder ser de las primeras de todo Catalunya al abrir lunes si se confirma el paso a la fase 2. Además, en esta época suelen prepararse para recibir un "alud" de clientes -en algunos casos duplican los del resto del año-, de cara a final de junio -una vez hecha la selectividad- y las vacaciones de verano.

Más de 12.000 pruebas teóricas y prácticas sin hacer por la pandemia

La Jefatura provincial de tráfico de Tarragona ha explicado que en dos meses y medio, del 14 de marzo a final de mayo, aprecio que se habrán dejado de hacer 5.300 pruebas prácticas de circulación a la demarcación -2.100 a Tarragona, 2.100 a Reus y 1.100 a Tortosa. Además, se calcula que durante este tiempo no se habrán podido hacer 1.500 pruebas de habilidad (250 de vehículos pesados y 1.250 de vehículos de dos ruedas), con lo cual el total de pruebas no realizadas se ensartaría a 6.800, según las estimaciones de Tráfico.

En cuanto a las pruebas teóricas, la Jefatura calcula que entre mediados de marzo y finales de mayo se habrán dejado de hacer unas 5.450. En concreto, 5.000 pruebas sobre permisos ordinarios -2.000 a Tarragona, 2.000 a Reus y 1.000 a Tortosa-; 250 correspondientes a permisos de mercancías peligrosas y 200 pruebas para recuperar los puntos del carnet de conducir.

Según la jefa provincial de Tráfico, María Teresa Guelbenzu, no se descarta que una vez hayan retomado la actividad se puedan adoptar medidas de refuerzo en aquellos centros que vean "muy menguada" su capacidad por el plan de contingencia adoptado.

La reanudación de la atención al público -y también de los exámenes para la obtención del carné- se hará cuando se entre en la fase 2 bajo la premisa de preservar la salud del personal y de todas aquellas personas que acudan en los centros, según la DGT. Habrá que pedir cita previa, como ya se hacía antes de la pandemia. La mascareta será obligatoria en el interior de la oficina y se tendrá que ir sin acompañantes.

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