Las sedes aprueban los Juegos y lamentan las críticas

Los alcaldes están satisfechos con el impacto que generado el evento. La mayoría denuncia que los errores «se han magnificado», un hecho que ha dejado una sensación agridulce 

03 julio 2018 08:53 | Actualizado a 20 julio 2018 09:21
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Las 13 sedes, aparte de Tarragona, que los Juegos del Mediterráneo han tenido en el Camp de Tarragona están satisfechas con el impacto que el evento deportivo ha tenido en sus municipios. Todos los alcaldes cuestionados destacan la «gran implicación ciudadana», pero reconocen que las críticas recibidas –que califican como de «injustas, desproporcionadas y exageradas»– dejan una sensación agridulce, que se suma al frío balance del sector económico y al silencio de las entidades culturales.  

El presidente de la Diputació y alcalde de Vila-seca, Josep Poblet (PDeCAT), indica que «el gran legado de los Juegos serán las mejoras en las instalaciones. Hemos trabajado diez años no solo para diez días, sino para los próximos treinta años» indica el representante municipal, quien enfatiza estar «muy satisfecho» por el desarrollo de la competición en su municipio.

«He estado muy encima de la organización porqué estaba convencido de que era una oportunidad que no podíamos desaprovechar. Tuvimos una gran respuesta ciudadana, pese a que albergamos deportes con poca tradición en Vila-seca, como son la lucha libre y la grecorromana», remarcó Poblet. 

Por su parte, el alcalde de Reus, Carles Pellicer (PDeCAT), afirma que las competiciones que se trasladaron a la capital del Baix Camp  –fútbol, gimnasia rítmica y gimnasia artística– «se han desarrollado de una forma perfecta, sin ningún problema», por lo que afirma estar «contento y orgulloso de nuestra gente y de la organización». Asimismo, sobre las críticas, Pellicer resalta que «los Juegos se han hecho bien, deben hacerse valoraciones objetivas», si bien pone un punto negativo a los nueve días de competición: «los pitos al President QuimTorra no fueron correctos» puntualiza.  

Por lo que se refiere a Salou, su alcalde –Pere Granados– calificó como de «éxito» la disputa del taekwondo y la vela. «Estamos muy contentos. ¿Las críticas que ha recibido la organización? no quiero entrar, pero en todas partes hay cosas que pueden no salir a la perfección» indicaba el edil, quien resalta la «gran oportunidad» que considera que el evento ha supuesto para el territorio.

«Nos hemos preparado para el futuro, ya que contamos con instalaciones de las cuales antes no disponíamos para apostar por el turismo deportivo» resaltó Granados.   

«Incidencias normales»

Donde también quedaron muy satisfechos con el desarrollo de la competición fue en Altafulla, sede del triatlón. Su alcalde, Félix Alonso, considera que «fue una mañana inolvidable» y afirma que los Juegos «han sido muy positivos».

«Durante estos días hemos escuchado mucho ruido, ya por desgracia cada vez se apuesta más por el amarillismo» critica Alonso, quien añade que algunas de las denuncias de los medios de comunicación «han sido injustas». 

En la misma linea se expresa el alcalde de El Vendrell, Martí Carnicer (PSC). «Aquí todo ha sido muy tranquilo, según lo programado. Hemos tenido de todo: partidos con más gente y otros con menos» especifica el edil socialista, quien sospecha que las críticas no se han centrado únicamente en el aspecto deportivo.

«Me ha parecido que algunas tenían otro objetivo que no era solo los Juegos, y que querían perjudicar a la imagen de Tarragona» asegura el alcalde de la capital del Baix Penedès, quien considera «normal» que «pueda haber incidencias en un evento con tanta actividad». 

Por otra parte, Josep Masdeu, alcalde de La Selva del Camp, resalta que la competición «ha funcionado correctamente» pese a que en la localidad del Baix Camp tocó la esgrima, «un deporte que generó mucha expectativa» reconoce el edil.

Masdeu, que también es vicepresidente de la Diputació, considera que las críticas que se han producido contra Tarragona 2018 «han sido exageradas» y que «se han sobredimensionado de lo que es un acontecimiento deportivo»

En El Morell fue donde sucedió uno de los episodios más recordados del evento, como fue el hecho de que la megafonía no acertó con el himno francés, por lo que los deportistas galos tuvieron que cantarla a capela.

«Creo que se ha exagerado. En todas partes puede fallar alguna cosa. Lo que ha pasado es que si en la inauguración del campo del Nàstic se hubiera llamado todo habría ido mucho mejor» afirma el alcalde de El Morell, Pere Guinovart, quien cree que el evento «ha sido una promoción para todo el territorio que no debemos menospreciar». 

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