Los ayuntamientos de Tarragona contratan ya a niveles de antes de la crisis

El empleo público en la provincia creció un 4,4% en el último año. Las entidades locales se recuperan tras unos recortes de plantilla sin precedentes. El boom de nuevas ofertas llena las academias

14 febrero 2018 09:40 | Actualizado a 14 febrero 2018 19:00
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El empleo público se ha recuperado, y lo hace con signos de vislumbrar incluso una edad dorada a tenor de la abundancia de convocatorias previstas para los próximos meses. Pero no sólo en los aspirantes a convocatorias se ve la inercia positiva. También los datos reflejan una resurrección de las plantillas públicas después de más de cinco años de descenso.

En la provincia los ayuntamientos ya contratan como antes de la crisis y superan los datos de empleo previos a la gran recesión. En julio de 2017 había 11.704 empleados en entidades locales de la provincia, una cifra superior a la que se registró diez años antes: 11.211. En un año, la plantilla aumentó en 515 trabajadores. Es un incremento del 4,4%, tímido pero significativo, porque rompe la tendencia negativa que empezó alrededor de 2011 con unos ajustes laborales brutales, sin precedentes. Entre 2011 y 2016 las entidades locales tarraconenses (ahí se incluyen tanto los ayuntamientos como la Diputació) perdieron 3.442 trabajadores, nada menos que el 23,5% del total.

700 efectivos más en un año
Desde entonces, las administraciones toman algo de oxígeno, espoleadas por la recuperación económica y el incremento de las tasas de reposición en la función pública. El número de empleados de la administración total es ahora de 37.528 en Tarragona, tras una subida de alrededor de 700 efectivos en un año. 

Esa cifra supera con amplitud los números previos a la crisis, pero también aquellos registrados ya en plena recesión, en años como 2009 o 2010. La estadística en perspectiva también refleja la falta de previsión de la administración: incluso en plena crisis –los ejercicios 2011 y 2012 son un ejemplo– subía el número de trabajadores públicos que posteriormente debió sufrir un severo ‘tijeretazo’ al amparo de las obligadas políticas de austeridad. 

Auxiliares administrativos, policías locales, Mossos, agentes rurales o bomberos, entre los perfiles que más se demandarán

Pero el mapa de la contratación pública no es uniforme. En estos años llaman la atención los recortes del Estado, que sigue siendo una administración que no se recupera. En Tarragona la estructura central ha pasado de 3.817 empleados, como dato máximo, en 2008, a los actuales 2.780, según el último registro del Boletín estadístico del personal al servicio de las Administraciones Públicas, con cifras referentes a julio de 2017. Se trata de una reducción de más del 27%. 

El Estado sigue recortando
La fase expansiva no ha llegado al Estado, que es la única administración que no consiguió crear empleo durante el primer semestre del año pasado en las comarcas tarraconenses. Las entidades locales, precisamente las que más notaron los ajustes, sí lo hicieron, pasando de 11.334 trabajadores a 11.704, y en la misma línea se mostró la Generalitat, que creció de 20.062 a 20.407 sólo en esos primeros seis meses. En diez años, la administración autonómica ha ganado más de 3.500 efectivos. 

La previsión es que en los próximos meses todas estas estadísticas aumenten considerablemente debido a las diferentes convocatorias de empleo público, también estatales. El Ministerio de Hacienda ha publicado en el BOE la convocatoria de 4.725 plazas para puestos de gestión, administrativos y auxiliares, lo que comporta un incremento del 65% respecto a la anterior convocatoria. 

Debido al desempleo, la competencia es muy alta. Hay centenares de candidatos que optarán a unas pocas plazas

De esta forma, el Estado avanza en la oferta de empleo público «histórica» que pactó con los sindicatos de la función pública hace casi un año. Hay administraciones que llevan meses ofreciendo plazas, y ello se refleja en la afluencia de alumnos a las academias para preparar oposiciones o exámenes. Aula Magna, con más de 300 alumnos, es un ejemplo. «La gente nos pide cada vez más información. Estamos en la mejor época para la contratación. Hay que tener en cuenta que venimos de una congelación en 2012, 2013, 2014 y 2015. Sólo a finales de 2016 empezó a recuperarse la  situación», cuenta el director de Aula Magna, Andreu Antolín.

La academia ha aumentado su alumnado en un 40% en los últimos meses y plantea crecer más a medida en que se vayan concretando las convocatorias de ofertas públicas anunciadas por las distintas administraciones. «En diez días cuatro ayuntamientos convocaron plazas. Prácticamente se abren convocatorias todas las semanas, tanto en consistorios pequeños como en grandes. Las perspectivas son muy positivas», agrega Antolín desde Aula Magna. 

También ha notado un crecimiento la academia Microbits, en Reus. «Hemos notado mucho interés por hacer cursos rápidos y cortos, sobre todo en el ámbito de los idiomas y del área administrativa», cuentan desde el centro reusense, que también ha sido testimonio de las épocas más duras. «Veníamos de unos años en los que estaba todo muy parado en cuanto a contratación de los ayuntamientos. Ahora hay más oferta de cursos y también más convocatorias», añaden. 

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