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Los marchantes del mercadet del barrio de Bonavista de Tarragona denuncian el "agravio comparativo" respecto a otros mercados y establecimientos comerciales, puesto que el mercadet no ha podido abrir este domingo por la emergencia sanitaria del coronavirus.
El Ayuntamiento de Tarragona y Espimsa decidieron, el viernes por la noche, la suspensión de los mercados de Bonavista y de Torreforta por el hecho que los paradistes no podían garantizar la limitación del aforo y las medidas de higiene. El cambio de criterio ha supuesto que muchos de los vendedores perderán los productos, como por ejemplo la fruta. Por eso, han pedido ayudas económicas y que no tengan que pagar las tasas del próximo trimestre.
La explanada del mercado de Bonavista está completamente vacía y tan solo pasean algunos vecinos manteniendo las distancias de seguridad. Ninguna de las más de 600 paradas que tiene el mercadet ha puesto el negocio este domingo. A pesar de que viernes unos 200 paradistas dedicados a la venta de productos de alimentación tenían el visto bueno de Espimsa, la empresa municipal que los gestiona, para hacer el mercadet.
El presidente de los Marchantes de Tarragona, Juan Benítez, ha denunciado el cambio de criterio de la empresa a última hora, puesto que muchos de los vendedores habían comprado los productos. "Mucha de la gente se había gastado el poco dinero que le quedaba en fruta que ahora se está pudriendo a los camiones", ha lamentado. Según su parecer, la anulación del mercadet ha supuesto un "agravio comparativo" y ha asegurado que con solo un tercio de las paradas se hubiera podido garantizar las distancias de seguridad y regulado el aforo.
"En 44 años es la primera vez que veo vacío el mercado. Ha habido días de frío, lluvia pero siempre ha habido paradas, estoy muy triste", ha afirmado Alfonso López, paradista de pesca salada y presidente de la Federación de Asociación de Vecinos de Tarragona.
Además, los paradistas han señalado que el sector ya estaba muy "tocado" antes de esta crisis y que muchos de los vendedores tenían dificultades económicas porque "viven al día". "El coronavirus tiene que ser un punto de inflexión para los ayuntamientos para que vean la realidad de los vendedores ambulantes. Somos como cualquier persona con derecho a vacaciones, a ponernos enfermos o si un día llueve o hace viento a quedarnos a casa", ha sostenido Benítez.
Por todo ello, los paradistas han exigido medidas y ayudas para que la crisis del covid-19 no "hunda" sus negocios. En concreto, piden que no se les cobre la tasa trimestral y que no tengan que pagar el IVA. A modo de ejemplo, los vendedores que disponen de ocho metros de parada pagan unos 2.000 euros anuales para vender en el mercado de Bonavista, según Benítez.
"Muchos ayuntamientos descontarán los días perdidos, nosotros queremos el trimestre entero porque no sabemos el tiempo que se alargará", ha subrayado. Benítez también ha considerado que tendrían que recibir compensaciones económicas para comprar los productos, puesto que muchos los perderán u otros, como los zapatos o la ropa, no los acabarán vendiendo porque prevén que los ciudadanos no gasten tanto en los próximos meses.
"Somos un icono, si quieren recuperar el mercado de Bonavista como el segundo mejor de Europa tienen que ayudar al vendedor ambulante. Es muy lamentable que haya gente que no tenga dinero para comprar, puesto que han comprado fruta para servirla hoy a mucha gente que la necesita y hay establecimientos que no tienen. Nos sentimos un poco olvidados, abandonados y decepciones con esta situación", ha concluído López.
