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Una mujer que quería pasar unos días en Palma de Mallorca gratis utilizó una tarjeta robada para financiar su viaje con su compañera. Ahora, la Sección Cuarta de la Audiencia de Tarragona ha confirmado la sentencia inicial del Juzgado que lo Penal, que la había condenado a tres meses de prisión por estafa, además de indemnizar a la dueña de la tarjeta con 539,73 euros.
La condenada utilizó los datos de la tarjeta de compra y DNI de la víctima, que había obtenido durante su estancia en el domicilio de la denunciante, sin el consentimiento de esta.
Con dichos datos compró, a través de un portal de viajes, dos billetes de avión –ida y vuelta–, estancia de dos noches en un hotel de tres estrellas para ella y la que entonces era su pareja así como dos entradas para ver el musical Los miserables. El cargo por dichas compras le llegó a la dueña legítima de la tarjeta, que tuvo que abonarlo a final de mes.
En su recurso de apelación ante la Audiencia, el abogado de la condenada argumentaba que no habían indicios suficientes que demostraran que su cliente había cometido los hechos y que estos tendrían que calificarse no como un delito sino como una estafa, por lo que ya habría prescrito.
Los magistrados de la Audiencia Provincial de Tarragona, en su sentencia de apelación, señalan que la juez del Penal relacionó muy bien a la acusada con las compras realizadas on line, con las entradas, las personas que viajaron en el vuelo, la vinculación de la acompañante de la acusada con la misma, la dirección de correo electrónico para tramitar los datos, etc.
