Pau Ricomà: «Quiero un gerente de urbanismo para revisar a fondo el POUM»

Entrevista al nuevo alcalde de Tarragona, Pau Ricomà (ERC)

15 junio 2019 20:52 | Actualizado a 30 junio 2019 18:43
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Ya es el cuarto alcalde tras la recuperación de la democracia después de Josep Maria Recasens, Joan Miquel Nadal y Josep Fèlix Ballesteros. ¿Cómo se siente?
Con una enorme responsabilidad, un compromiso muy grande con la ciudad y una alegría y un orgullo enorme. Servir como alcalde es el privilegio más grande que puede tener una persona. Ya tengo ganas de empezar. 

¿Qué se deja atrás con esta nueva etapa tras doce años de gobierno socialista?
Justo ahora salimos de una campaña electoral en la que siempre hay momentos de tensión, donde se visibilizan los puntos débiles del otro. Supongo que con el tiempo podremos valorar mejor la etapa de Ballesteros, que seguro que ha sido buena en muchísimas cosas. 

¿Cómo valora su gestión?
Ahora nos falta perspectiva. Si ha sido alcalde doce años ha sido por algo. Intentaré aprender lo mejor de él. 

¿No se ha reunido con él desde las elecciones municipales?
Nos hemos saludado. Me felicitó y quedamos en hacer un traspaso cómodo. Es una persona responsable, que ama Tarragona. 

Tarragona pasa de ser la ciudad maldita para el independentismo a ser el estandarte. 
Lógicamente, haremos valer todo lo que sean los derechos de Tarragona. Y presionaremos muchísimo para desencallar todas esas cosas que tenemos pendientes. 

«La Budellera está diseñada con el modelo de la burbuja inmobiliaria. Apuesto por tener a un experto que coordine con criterios de sostenibilidad para priorizar la rehabilitación y no la expansión»

Inician la nueva etapa con los Comuns y no con Junts per Tarragona, con quien sumaban un concejal más. ¿Por qué?
El pacto se hace en una ciudad que tiene un contexto diferente a otras. Siempre he dicho que respetamos que cada partido tenga su propio ritmo en la toma de decisiones, y la de Junts justo llegó el jueves, mientras que otros se manifestaron muy pronto. Desde el primer día dije que negociaríamos con tres partidos con tres culturas muy distintas. Estoy muy agradecido a los tres. 

Los Comuns tomaron la decisión de investirle por 76 votos a uno. Y JxTGN por unanimidad. 
Debe destacarse la capacidad de liderazgo de Dídac Nadal, Carla Aguilar Cunill y de Laia Estrada. Esto demuestra su compromiso con la ciudad, que pasa sobre los cantos de sirena. Todos hemos recibido propuestas complementarias para hacer cosas que, seguramente, serían más cómodas para todos. Sin embargo, los cuatro apostamos por el cambio. 

¿Podría sumarse la CUP?
Justo ahora estamos en un punto de partida. Queremos que se sumen todos. 

¿La idea es que el nuevo socio firme este verano?
Las dinámicas y las confianzas que se vayan estableciendo en el mandato pueden permitir que todo esto crezca.  

Junts per Tarragona ya ha dicho que se queda en la oposición. 
En cuatro años podemos encontrarnos en muchas situaciones que haya coincidencias. 

Está la sentencia de los políticos presos en el horizonte. 
Pueden pasar muchas cosas, tanto nacionales como de ciudad, para lograr la suma que nos gustaría.  

¿Qué destacaría de la estructura del nuevo gobierno con los Comuns?
Tenemos unas ganas de trabajar muy grandes, con personas que están muy capacitadas y que tienen las ideas muy claras. Queremos que el gobierno crezca en  número de personas.

«Si podemos, frenaremos el nuevo barrio de Ponent. Pero debemos asegurarnos de que esto no cueste dinero al Ayuntamiento»

¿Este ejecutivo estará al servicio de Waterloo?
Evidentemente que no. Estaremos al servicio de lo que quieran los ciudadanos de Tarragona. 

¿Pondrá la bandera por la libertad de los presos o con el lazo amarillo?
Soy una persona independentista que ha ido a todos los barrios de Tarragona con el lazo amarillo, nunca me he escondido de ello. 

¿Seguirá llevándolo?
Sí, mientras haya presos políticos. He estado en Alcalá Meco, Estremera, El Catllar, Lledoners, Ginebra... Mi compromiso con ellos es absoluto. Ahora bien, todo lo que sea posicionar a la corporación, debe tomarse mediante una decisión de la propia corporación. Mi posición es favorable a ponerlo.   

¿Cuándo lo llevará al pleno municipal?
Aún no sabemos ni cuándo ni cómo lo haremos. En cuatro años, las cosas que ahora parecen difíciles pueden serlo menos. 

Si Ada Colau la tiene en Barcelona no parece que los Comuns deban oponerse. 
Ya se verá. Decidirá el Saló de Plens. 

¿En qué situación económica prevé encontrar las finanzas municipales?
Sabemos que somos un Ayuntamiento muy endeudado, con un margen de inversión pequeño, pero debemos estudiarlo bien. 

¿Realizarán una auditoría de la deuda del Ayuntamiento?
Sí, por supuesto. 

¿Qué prioridades se marcan para los cien primeros días?
Debemos tener en cuenta de que el pacto se ha hecho en pocos días, con equipos que no habíamos tenido relación. Ahora bien, daremos una prioridad absoluta a la participación ciudadana.  

¿Con los nuevos Consells de Districte?
Será un tema estratégico que nos ocupará muchísimo tiempo porque empezamos de cero. Queremos que sea una estructura sólida, consolidada y que implique entidades vecinales, sectoriales y centros educativos y de salud. 

¿Podrán tenerlos este 2019?
Empezaremos el diagnóstico y a mapear desde el primer día para saber lo que necesitan las escuelas, los equipamientos culturales o los deportivos. Iremos arreglando una ciudad que, por falta de mantenimiento, está en precario.  Debemos frenar la regresión habitacional y de comercio que estamos sufriendo. 

¿Se olvidarán de los proyectos faraónicos?
No podemos plantearnos cosas muy maravillosas cuando tenemos equipamientos culturales –como el Camp de Mart– que no se pueden usar, o recintos deportivos en el que los niños no pueden ducharse con agua caliente. 

¿Mantendrán el proyecto del Banco de España tras lograr la subvención europea de dos millones de euros?
Es un proyecto de ciudad que está empezado. Queremos evaluar en qué punto está y las condiciones de esta ayuda, pero lo que está claro es que no nos cargaremos lo que está bien encarrilado. No es nuestro proyecto, pero no haremos como lo que se hizo con Ca l’Agapito o el Pla de Biblioteques: frenar inversiones que habían llegado.

«No tiraremos hacia atrás el proyecto del Banco de España. Buscaremos que sea compatible con un centro cívico»

¿Descartan un centro cívico?
Estudiaremos que sea compatible con el proyecto subvencionado. Debemos ver hasta qué punto la ayuda está comprometida y qué obligaciones hay.

Las obras de urbanización del nuevo barrio de Ponent, donde debía ir IKEA, ya están en licitación. Se han presentado 13 empresas. ¿Paralizará este plan parcial? 
Debemos mirarlo, no podemos tomar decisiones sin estudiar los temas. Puede ser que la perspectiva desde fuera sea una y, desde dentro, otra. Debemos saber técnicamente en qué punto está, qué nivel de compromiso económico tiene el Ayuntamiento o si hay alguna alegación por parte de algún interesado...  

¿Si puede, lo frenará?
Tomaremos todas las decisiones que puedan favorecer el pequeño comercio, pero dentro de un marco razonable y que no cueste dinero al Ayuntamiento. Si podemos, lo evitaremos porque no es nuestro proyecto.  

¿Qué alternativa tiene para esa zona?
La ciudad debe crecer de otras formas. Hay posibilidades de hacer pequeños planes de mejora urbana y desarrollo de polígonos que pueden coser mucho mejor la ciudad. 

¿Descartará el nuevo barrio de la Budellera?
En varias ocasiones, la Comissió de Territori de la Generalitat se ha pronunciado en el sentido de que este proyecto no es consecuente con la forma de crecer hoy en día de las ciudades.  

Pero está previsto en el POUM
Sí, en el que se empezó a redactar en 2005... Se hizo en otro momento, con la idea de que los pisos nunca bajaban de precio. Ese modelo favoreció unos crecimientos grandes y especulativos, ya que la gente no compraba pisos para vivir, sino para venderlos más caros. Toda esta dinámica derivó en la burbuja inmobiliaria cuyas consecuencias fueron dramáticas. 

¿Tarragona necesita un nuevo POUM?
El actual no es práctico. De hecho, en la revisión de la memoria económica ya se reconoce que el POUM está hecho con criterios previos a la crisis, y que no sirve.  

¿Qué harán para que sirva?
Podemos hacer modificaciones puntuales de sectores o una revisión general. Queremos que tenga criterios de sostenibilidad y que priorice la rehabilitación y regeneración urbana. No puede ser que seamos la ciudad de Catalunya con más pisos ruinosos y que nuestra obsesión sea crecer en extensión.  

¿Para hacer todo esto necesitarán un gerente de Urbanisme?
Posiblemente. 

¿Lo quiere para la primera fase del mandato?
Sí, es posible. 

¿Lo escogerán por concurso?
Ya lo veremos. Lo haremos de la forma que sea más práctica, primando la excelencia. 

¿Qué perfil buscan?
Un experto urbanista que siga los criterios de sostenibilidad del siglo XXI. Además, si conoce la ciudad, mucho mejor. 

La Tabacalera está pendiente de un plan funcional. El proyecto global está valorado en más de cien millones. ¿Lo apoyan?
El plan es potente, pero pide inversiones muy costosas por parte de otras administraciones. Lo primero que quiero hacer es saber la consistencia económica y ver la disposición de estas instituciones. Si Govern y Estado están por la labor, adelante.    

¿Le gusta que sea el futuro centro cultural de la ciudad?
La rehabilitación industrial para usos culturales es una apuesta muy buena. Ya lo han hecho otras ciudades.  

El caso Jaume I sigue en el juzgado. ¿Qué harán? 
Quiero saber realmente lo que hay. No pondremos ningún problema para que el tema se acelere.   

¿Se presentarán como acusación particular?
Facilitaremos todo lo que sea necesario para depurar responsabilidades. Es un escándalo.

¿El Ayuntamiento ha hecho todo lo posible?
No ha hecho tanto esfuerzo como haremos nosotros. 

¿Qué harán con el Anillo Mediterráneo?
Priorizaremos la gestión pública e intentaremos alguna explotación comercial desde la Empresa de Desenvolupament Econòmic. Las entidades deportivas tienen una gran precariedad de espacios y deben usarlo de manera compatible con el deporte de elite.

¿Qué supusieron los Juegos?
Un desastre. La imagen de las gradas semivacías del primer día lo marcó todo. 

¿Harán público todos los números de los Juegos?
Sí, claro. Según se nos dice, la auditoría está acabada. 

¿Exigirán responsabilidades si no les convencen?
Sí. Si la liquidación es negativa hay unos responsables. Y vigilaremos que no se evite la liquidación negativa pasando responsabilidades al Consistorio. Las facturas de la fundación debe pagarlas la fundación.   

¿Mantendrá el proyecto de bus gratuito?
Tenemos otras prioridades, como que el bus sea más útil. El ratio de uso es bajo.   

Hay diez millones de usuarios. 
Es poco. A mi lo primero que me piden desde la URV es mejorar la conectividad. No puede ser que se tarde una hora en ir de Sant Pere i Sant Pau a Bonavista. 

¿Descartarán la centralización de Battestini?
Fue una propuesta electoralista que supone perder mucho dinero. Dijeron que el ahorro sería de un millón al año, pero me parecen unos números de gran capitán. Todo está cogido por pinzas.

El precio de los abonos se ha bajado un 25%. ¿Lo volverán a subir?
Miraremos el impacto económico que ha tenido. No creo que aportando 9,5 millones al año podamos incrementar más la cantidad.  

El contrato de la basura caduca en 2023. ¿Lo remunicipalizarán?
Es necesario un mayor control de la basura, ya que la sensación es que la ciudad está sucia. Haremos un estudio serio y realizaremos una mayor inspección. 

¿Recuperarán algún servicio externalizado?
Uno que podríamos asumir ya es el de la grúa, con la Brigada o alguna empresa municipal. No tiene sentido pagar por esto. 

¿Tocará el IBI?
Debemos estudiar los números. Nos gustarían impuestos progresivos, pero necesito una radiografía y saber el margen que tenemos. 

¿Irán al juzgado por el Teatre Tarragona?
Donde sea, ya que es nuevo. Su degradación, como el resto de teatros, es dramática.   

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