Pau Ricomà deja fuera de las empresas mixtas de Tarragona a Ciutadans

El alcalde comunica a la formación naranja que, pese a ser la tercera fuerza en votos, no formará parte de los consejos de administración de Ematsa y Serfum. CUP y PP tampoco estarán 

19 junio 2019 19:00 | Actualizado a 30 junio 2019 18:43
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Primera polémica nada más empezar el nuevo mandato municipal. El alcalde de Tarragona, Pau Ricomà (ERC), comunicó ayer al portavoz de Ciutadans, Rubén Viñuales, que la formación naranja se quedará este mandato fuera de los consejos de administración de las empresas mixtas: la de aguas –Ematsa– y la de servicios fúnebres –Serfum–.

Pese a la «mano tendida» que el máximo representante municipal lanzó el pasado sábado en su acto de investidura a los partidos de la oposición, ayer el dirigente independentista anunció el portazo a Ciutadans en una reunión que se llevó a cabo en su despacho de Alcaldia.

El alcalde republicano puso sobre la mesa la propuesta de composición de las firmas públicas que el gobierno local llevará en pocos días al Saló de Plens, en la que no se contempla que Ciutadans mantenga sus sillas en los órganos de gobierno de las compañías que cuentan con un 51% de capital municipal y 49% de privado. Se da la circunstancia de que los socioliberales fueron la tercera formación más votada en las elecciones del 26 de mayo, en las que obtuvieron más de 9.000 votos y cuatro concejales. 

Sandra Ramos (PSC): «Pasamos de cinco representantes en las firmas 100% públicas a solo uno. No hay voluntad de diálogo»

Durante el pasado mandato estaban presentes en el consejo de la Empresa Municipal Mixta d’Aigües de Tarragona cinco representantes de las principales formaciones políticas: 2 del PSC y uno de Ciutadans, ERC y PP, ya que eran los partidos que tenían un mínimo de cuatro ediles en la Plaça de la Font desde 2015 Así, por parte de los socialistas estaban el entonces alcalde Josep Fèlix Ballesteros –como presidente– y Pau Pérez –como vicepresidente–, además de Pedro Sánchez (Cs), Maurici Preciado (ERC) y José Luis Martín (PP). No contaban con ninguna persona en el consejo los grupos municipales de Convergència i Unió (3 concejales) ni CUP (2) ni ICV (1). 

La misma proporción se mantenía en el organismo que gestiona el Tanatori Municipal, donde en la mesa de dirección había dos socialistas (Rafa Pallero y Josep Albert Castellví), y uno de Ciutadans (Pedro Sánchez), ERC (Xavi Puig) y PP (Mariano Herráiz – que ejercía como presidente–). 

JxTGN sí, pero con tres ediles
Ahora, sin embargo, la propuesta que está previsto que pase por el Saló de Plens no corta el límite de representación en ningún número de concejales. Así, mientras que Ciutadans se quedará fuera con cuatro ediles, sí que tendrán una silla en el consejo de administración Junts per Tarragona – con tres–, y En Comú Podem, con dos. Los primeros dieron su apoyo en la investidura de Ricomà, mientras que los segundos han firmado un acuerdo de gobierno con los republicanos.  

Viñuales (Cs): «Lo que hacen es una barbaridad. Querer callar a la oposición es un muy mal inicio de mandato»

Asimismo, fuentes municipales tampoco descartan que pueda ofrecerse un puesto a la CUP –con dos ediles– en caso de que los cupaires acaben entrando en el gobierno de la Plaça de la Font. Pese a ello, la portavoz Laia Estrada indica que su partido no quiere entrar «en una guerra de sillas».

Los cupaires, igual que el PP, tampoco contarán con ningún representante en la empresa de mercados –Espimsa–, mientras que todas las formaciones estarán con una silla en los consejos de administración de las empresas de la Agrupació d’Interès Econòmic (AIE): Smhausa, Aparcaments, EMT, Mitjans de Comunicació y Desenvolupament Econòmic. 

«¿Así defienden la democracia?»
Oficialmente, el equipo de gobierno rechazó ayer realizar ningún tipo de valoración sobre la composición de los consejos de administración, ya que éstas «aún no están cerradas». Se espera que el acuerdo pueda pasar por pleno, como máximo, la próxima semana.  

Laia Estrada (CUP): «No entendemos por qué no estamos en Espimsa, pero no queremos entrar en una guerra de sillas»

La noticia se conoció después de la reunión que mantuvieron ayer por la mañana Pau Ricomà y Rubén Viñuales, en la que el portavoz naranja salió especialmente molesto. «Lo que hacen es una barbaridad. ¿Así quieren defender a la democracia? Esto no lo hizo ni Ballesteros. El nuevo gobierno empieza realmente muy mal», resaltó el político del partido naranja, quien añadió: «Quieren callar a toda la oposición». A juicio del líder de Ciutadans, «lo que están haciendo es pagar por la investidura, sin tener en cuenta la representatividad. ¿Esta es la participación ciudadana que proponen?», se preguntó Viñuales. 

Por su parte, la portavoz del PSC –Sandra Ramos– criticó ayer que su formación, pese a ser la más votada en las urnas el pasado 26 de mayo, solo tenga una sola silla en las empresas. «Es un escándalo. Quieren cortar la representación de los partidos de la oposición», lamentó la dirigente socialista, quien resalta que la mano tendida que ofreció Ricomà en el pleno de investidura del pasado sábado «se ha retirado muy pronto. No hay ninguna voluntad real de diálogo», añadió.   

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