Piden 64 años cárcel para tres mandos de los Mossos en Tarragona por acoso y vejaciones dentro del cuerpo

Cuatro agentes les acusan de acoso laboral y solicitan hasta 44 años de prisión
 

06 mayo 2019 07:38 | Actualizado a 08 mayo 2019 12:52
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Cuatro agentes de los Mossos d'Esquadra piden hasta 44 años de cárcel para un inspector y 20 años para dos sargentos, a los que acusan de atentar contra su integridad moral por una campaña de acoso laboral, hostigamiento y trato degradante y vejatorio a raíz de discrepancias sobre permisos y servicios.

En su escrito de calificación provisional, al que ha tenido acceso Efe, los cuatro agentes, adscritos al área de recursos operativos (ARRO) de la región policial del Camp de Tarragona, piden también una indemnización de 30.000 euros cada uno por los daños morales sufridos, ya que, según denuncian, incluso tuvieron que estar de baja por ansiedad y depresión.

Un juez de Tarragona dejó el caso a puertas de ir a juicio en 2018, en una resolución que fue recurrida por los servicios jurídicos de la Generalitat y que finalmente ha sido avalada por la Audiencia de Tarragona, que concluyó que existen "indicios suficientes" de que supuestamente existió una situación de acoso en un clima de conflictividad laboral.

Los trastornos psíquicos que sufrieron los cuatro agentes fueron "compatibles con una reacción psíquica a la conflictividad laboral vivida"

El titular del Juzgado de Instrucción número 6 de Tarragona, que investigó el caso, acordó llevarlo a juicio tras determinar que los trastornos psíquicos que sufrieron los cuatro agentes, representados por los letrados Javier Aranda y Javier Peiró, de los servicios jurídicos del Sindicato de Policías de Cataluña (SPC), fueron "compatibles con una reacción psíquica a la conflictividad laboral vivida".

En su escrito de acusación, los cuatro agentes sostienen que, tras un desencuentro en 2008 sobre el reparto de horas extraordinarias, los permisos y la asignación de servicios, los dos sargentos al frente de su unidad iniciaron una campaña de "continuo hostigamiento, dispensándoles un trato denigrante y vejatorio, llegando incluso a humillarlos en presencia del resto de sus compañeros", que se prolongó al menos hasta 2013.

Como ejemplo, detallan que uno de los sargentos ordenó a los cabos responsables de sus equipos que les sometieran "a un seguimiento pormenorizado" para que la presión bajo la que realizaran su labor fuera tan "asfixiante" que optaran por pedir el traslado.

También apuntan que los sargentos obligaban a uno de ellos, que tiene problemas en una rodilla, a hacer carrera continua cada día durante media hora, al igual que sus compañeros, o que les prohibían ponerse un forro polar para abrigarse del frío.

Otro de los ejemplos de este clima constante de "hostigamiento" que dicen que sufrieron fue que a uno de ellos le hicieron salir en 2013 de una reunión en la que los mandos iban a felicitar a su unidad por la detención de una persona que se había visto implicada en la muerte de un agente, alegando que no confiaban en él.

Los dos sargentos plantearon paralelamente continuas quejas ante sus superiores, reprochando el desempeño de las funciones de los cuatro mossos

Ante esta situación, denunciaron ante el inspector en varias ocasiones el hostigamiento del que eran víctimas, si bien este mando, en vez de abrir una investigación para aclarar si estaban siendo objeto de un trato degradante, actuó en "connivencia" con los dos sargentos y "obstaculizó" cualquier iniciativa para reconducir la situación.

De hecho, los dos sargentos plantearon paralelamente continuas quejas ante sus superiores, reprochando el desempeño de las funciones de los cuatro mossos, lo que originó que se les abrieran diferentes expedientes disciplinarios que fueron sucesivamente anulados por sentencias del juzgado contencioso.

Según los denunciantes, ante esta situación acabaron precisando asistencia médica por un trastorno ansioso-depresivo, debiendo ser tratados con fármacos y llegando a encontrarse de baja durante prolongados periodos de tiempo.

Por este motivo, acusan a los dos sargentos de cuatro delitos contra la integridad moral, por el que piden para cada uno de ellos una pena de 8 años de cárcel, y de cuatro de lesiones, por el que piden para cada sargento una pena de 12 años de cárcel.

Para el inspector, los cuatro agentes solicitan, además de los 20 años de cárcel por los mismos delitos que los dos sargentos, otros 24 años por cuatro delitos de falsedad en documento público, al sostener que firmó un informe en 2012 que no se ajustaba a la realidad y que propició que se les abriera un expediente disciplinario. laboral. 

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