Bombers de la Generalitat han recibido esta mañana el aviso de un derrumbe en Constantí. Se trata de la cubierta y parte del tejado de la iglesia de Sant Feliu, situada en la calle Major.
El templo estaba cerrado desde hacía tiempo, debido a las grietas detectadas y que no garantizaban la seguridad de los feligreses.
Las grietas también aparecieron hace unos años en algunas viviendas antiguas de la calle Mayor, en las que progresivamente desde 2012, han ido haciendo acto de presencia. Entre la gente mayor ya se comenta que desde que se desvió agua del Francolí, el acuífero se seca más a menudo, y esto es lo que estaría ocasionando los problemas.
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