Tarragona avanzará dinero al Estado para construir la piscina olímpica

El Gobierno debe pagar los 2,5 millones. El Consistorio usaría bajas de obras para no retrasar el inicio de las actuaciones

19 mayo 2017 18:25 | Actualizado a 21 mayo 2017 16:52
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El Ayuntamiento de Tarragona tiene plan B para construir la piscina olímpica si finalmente la incertidumbre política impide la formación del nuevo gobierno y obliga a realizar nuevas Elecciones Generales el día de Navidad. Hace pocas semanas, el alcalde de Tarragona, Josep Fèlix Ballesteros (PSC), aseguró que la organización de los Juegos del Mediterráneo daba de plazo hasta el próximo mes de octubre para firmar el pertinente convenio con el Estado para que sea la Administración Central la que pague el nuevo centro acuático de Campclar.

Sin embargo, y según declaró la pasada semana el portavoz del PP y primer teniente de alcalde, Alejandro Fernández (PP), la falta de apoyos que parece que tendrá Mariano Rajoy (PP) –sólo con el de Ciutadans y con un PSOE decidido a votar en contra– para ser investido presidente podría retrasar la confección del nuevo ejecutivo y, en este sentido, no se podría aprobar el Presupuesto General del Estado (PGE) de 2017, que debe destinar una partida de tres millones de euros para llevar a cabo las obras el espacio acuático de los Juegos y, asimismo, otros nueve para el presupuesto operativo del evento deportivo.

Ahorro en el Anillo

El plan A de la organización tarraconense sería repetir la fórmula que se ejecutó el año pasado con el Consejo Superior de Deportes (CSD), que fue la de firmar un convenio para que el organismo estatal aporte 3,4 millones de euros para las obras de reforma del Nou Estadi del Gimnàstic y la remodelación del estadio de atletismo, actuaciones que han empezado este verano. Pese a ello, la imposibilidad de tener gobierno no permitirá que se pueda llevar a cabo este mecanismo, por lo que desde Tarragona 2017 se han planteado opciones alternativas para no retrasar en exceso el inicio de las actuaciones, que deben alargarse por espacio de cuatro meses.

Una de estas posibilidades, según ha podido saber este periódico, que se plantea el equipo de gobierno es la de utilizar bajas que se hayan producido en otras obras de los Juegos –como la urbanización del Anillo Mediterráneo– para avanzar dinero que debería aportar el Estado, licitar las obras y que el Gobierno lo pague a la corporación local cuando se pueda suscribir el acuerdo. De esta forma, las intervenciones podrían iniciarse en pocos meses. En este sentido, cuando se adjudicaron las actuaciones de urbanización del entorno de Campclar se produjo un ahorro de dos millones de euros, ya que el presupuesto de licitación eran 11,2 millones y, finalmente, la oferta ganadora fue por 9,2. Parte de este dinero podría ayudar a financiar las actuaciones iniciales mientras se forma el nuevo Gobierno Central.

Jardín y puente móvil

De momento, el Consistorio ya ha recibido por parte de la empresa Sacyr el proyecto ejecutivo del equipamiento. Esta obra se divide en tres fases. La primera es la mejora de los actuales vestuarios de la piscina de Campclar –que ya está en licitación y cuesta 1,3 millones de euros–, que pagará la Diputació.

La segunda y tercera fase son las que forman parte estrictamente del proyecto ejecutivo redactado por Sacyr, si bien para la celebración de los Juegos sólo se necesitarán la primera y la segunda, que se centran en la actualización del actual equipamiento y la construcción de la piscina de cincuenta metros, que será descubierta. La tercera fase, la de cubrir el espacio, se afrontará una vez acabe el evento deportivo.

En el documento técnico al que ha tenido acceso este periódico se especifica que la piscina tendrá unas medidas de 51,2 metros de largo por 25 metros de ancho y dos de profundidad. El documento revela una espacio de 6.145 metros cuadrados en la superficie de la piscina descubierta, con una zona con jardín de 1.635 metros cuadrados. La filosofía de la obra será que la instalación «sea funcional, económica, rentable y sostenible», así como que «sea eficiente energéticamente, ahorrando energía y agua». Una de las novedades es que el proyecto prevé un puente móvil de 25 metros de largo y 1,2 de ancho «para ampliar las posibilidades» del equipamiento y que «se pueda disponer a la vez de carriles de natación de 50 metros y de 25» se indica en el proyecto.

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