Tarragona tendrá hasta 2025 para aprobar el nuevo POUM

La Comissió d’Urbanisme del Camp de Tarragona informó favorablemente en su reunión de ayer de la tramitación de las normas subsidiarias urbanísticas de la ciudad de Tarragona. Este instrumento de planeamiento, que se ha redactado por la vía de la urgencia, llenará el vacío que se generó a partir de la sentencia del Tribunal Supremo del pasado 26 de octubre que anuló el POUM de 2013.

En concreto, el expediente que siguió adelante contenía un doble objetivo. Por un lado, la suspensión de la vigencia del plan general de Tarragona de 1995, que es el que estaba en vigor desde que recayó la sentencia del alto tribunal. Y, por el otro, la regulación integral del suelo urbano y el suelo no urbanizable mediante estas normas de planeamiento urbanístico, que ha redactado el Ayuntamiento con carácter de urgencia. «Hemos emitido un informe favorable en relación a los dos aspectos y, a partir de ahí, ahora se elevará a la Comissió de Territori de Catalunya, que es el máximo órgano en materia de urbanismo, para que emita un informe previo para que después el Govern lo resuelva», afirmaba el director general de Ordenació del Territori i Urbanisme de la Generalitat, Agustí Serra. 
Las normas tendrán un carácter temporal y su vigencia será de cuatro años. «Esta es la propuesta que elevaremos al Govern», afirmó Serra. Este será el periodo que tendrá el Ayuntamiento para redactar y aprobar el nuevo POUM. El tiempo empezará a correr a partir de que la resolución de la administración catalana salga publicada en el Diari Oficial de la Generalitat de Catalunya (DOGC), de forma que se iniciará la cuenta atrás para que en 2025 el Ayuntamiento de Tarragona apruebe el texto definitivo del nuevo plan de ordenación urbanística. 
Según el calendario previsto, a mitad del mes de septiembre tendrá lugar la Comissió de Territori de Catalunya. La fecha previsiblemente será el día 17, a la espera de confirmarse por parte del vicepresidente del Govern, Jordi Puigneró, que es quien preside este organismo. Con todo, Serra afirmaba que «antes de acabar el mes de septiembre podría ir al Consell Executiu». Durante este periodo queda suspendida la concesión de licencias. La medida entró en vigor ayer y seguirá vigente en los próximos dos meses «mientras dure la tramitación de las normas, ya que podrían convivir los dos planteamientos».

El director general de Ordenació del Territori i Urbanisme destacó que la propuesta que ha hecho el Ayuntamiento de Tarragona es «de mucha calidad». Y, en este sentido, afirmaba que la administración local ha sido «muy eficiente, ya que en un breve plazo de tiempo ha sido capaz de redactar las normas». Un trabajo que ambas administraciones han abordado codo con codo desde que se conoció la sentencia del pasado mes de octubre. El concejal de Territori, Xavier Puig, manifestó que «el aval de la Comisión es un importante salto adelante y un reconocimiento al trabajo hecho. Valió la pena trabajar mucho, rápido y bien, sabemos que la Generalitat actuará con la misma eficiencia porque trabajamos con total complicidad».

Las normas garantizarán que aquellos sectores previstos en suelo urbano puedan seguir adelante, de acuerdo con lo que establecía el texto refundido del plan de ordenación urbanística. Esto significa que se mantienen un total de 58 polígonos de actuación y 12 planes de mejora urbana, en los que en total podrán construirse unas 11.340 viviendas. «Es una propuesta que permite el desarrollo urbano, económico y social de Tarragona, respetando su entorno», manifestó el tercer teniente de alcalde. 

Con este nuevo paso, los servicios técnicos municipales encaran ahora la redacción del nuevo POUM con una fecha muy clara marcada en el calendario. Y es que, según afirmó Serra, «en principio no podrá solicitarse una prórroga». El Govern de la Generalitat considera que este periodo de cuatro años «es más que suficiente» para su debate y tramitación. «Es coger el plan que se anuló de 2013 y rehacerlo, no es partir de cero», añadió. 

En cuanto a los suelos urbanos argumenta que tan solo habría que «recoger lo que dicen las normas». En cambio, la administración autonómica considera que hay que «repensar» algunos sectores de crecimiento respecto al anterior planeamiento que «incluía mucho suelo». Al respecto, el director general de Ordenació del Territori i Urbanisme defiende que «creo que es un error pensar en los grandes sectores de crecimiento como La Budellera y compañías». En su lugar, aboga por «centrar los esfuerzos» en la ciudad construida y apostar por el «reciclaje urbano», de forma que «los nuevos crecimientos empiecen a ser una excepción». Y es que el nuevo POUM deberá «dialogar» con el Pla Director de Sòls no Sostenibles y el Pla Director Urbà del Camp de Tarragona.