Vivir y trabajar en edificios 'de lujo'

Una vivienda de Castellvell, un despacho de la Part Alta, una casa de La Selva delCamp, el IES Roseta Mauri de Reus y un edificio de Cáritas de Campclar, premios Alejandro de la Sota.

19 mayo 2017 22:54 | Actualizado a 22 mayo 2017 18:08
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El edificio que acoge el centro de Cáritas para el servicio de distribución de alimentos ubicado en Campclar ha recibido el Premio Alejandro de la Sota, así como el Primer Premio Ex Aequo en la categoría de edificios de nueva planta de uso público en la IX Mostra d’Arquitectura de Tarragona, Biennal Alejandro de la Sota i Tercer Premi Alejandro de la Sota. Se trata de un proyecto realizado por Maria Rius Ruiz, Arnau Tiñena Ramos y Ferran Tiñena Ramos, de Nua Arquitectures. El jurado, compuesto por los arquitectos Jordi Garcés Brusés, Lola Domènech Oliva y Josep Torrents Alegre, ha tenido en cuenta que «con medios ínfimos, consigue una arquitectura ingeniosa de calidad, digna y coherente, que responde con gran eficacia y resultados brillantes a un problema social de gran actualidad».

En esta misma categoría también recibió un Primer Premio Ex Aequo el Institut d’Estudis Secundaris Roseta Mauri, de Reus, obra de Enric Batlle Durany y Joan Roig Duran. En este caso, el jurado destaca «el valor del tratamiento de la fachada, que actúa como filtro lumínico y solar según las necesidades de uso, a la vez que genera un interesante juego visual, dinámico y cambiante de todo el cierre».

Obras privadas

En una edición a la que se han presentado 44 propuestas –«de un elevado nivel», puntualiza el jurado– y en la que han primado, merced a la crisis, los trabajos de rehabilitación, sobresale una espectacular vivienda unifamiliar ubicada en Castellvell del Camp concebida por los arquitectos Josep Maria Ferran Mercadé y Gabriel Bosques Sánchez, que ha resultado galardonada en la categoría de edificios de nueva planta de uso privado. Destaca de esta construcción «el acierto de implantar la vivienda en el punto más elevado de la parcela, liberando y respetando el terreno agrícola, así como la buena relación que ofrece la casa con el paisaje a través de todas las estancias, así como la cuidadosa relación con el bancal posterior y porque la lámina de agua de la piscina se convierte en el centro de atracción vital de la planta de la vivienda».

No menos interesante resulta el trabajo de restauración llevado a cabo en una casa de La Selva del Camp por la arquitecta Anna Bastús Guinovart, que ha merecido el premio en esta categoría. El jurado justifica su decisión, entre otros puntos, en que «la escelera es la brillante protagonista de una casa donde el derribo de algunos elementos permite la aparición de tres patios, repartidos en niveles diferentes, que relacionan los interiores con los exteriores».

Y en Interiorismo, el primer premio se lo ha llevado la reforma de un despacho de la part Alta de Tarragona realizada por el arquitecto Ignacio Álvarez Martínez, que ha sabido «revitalizar un espacio mínimo con un uso inteligente de la doble alzada, con uniformidad los materiales y logrando un gran? impacto urbano con la intervención interior.

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