«A los inmigrantes solo se nos busca en elecciones»

Hablamos sobre su percepción de la ciudad con dos personas 
de las comunidades más numerosas: la marroquí y la colombiana

03 abril 2022 11:10 | Actualizado a 04 abril 2022 05:52
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Anas Rhouni tiene 27 años y vive en Tarragona desde hace 11. Llegó a España solo y siendo muy joven desde su Castillejos natal. Ha trabajado como jefe de mantenimiento en un hospital como educador en un centro de menores y actualmente tiene una empresa de organización de eventos.

Cuando se le pregunta si se ha sentido acogido en la ciudad cree que a Tarragona todavía le falta «un toque» en lo que se refiere a la convivencia. «Soportamos al Mohamed porque es el que nos ha tocado. Lo admitimos porque es un trabajador, pero hasta allí.... Y sin embargo hay gente que trata contigo como persona; sin importarle tus orígenes. Gracias a esas personas hemos podido tirar adelante».

Destaca que, por fin, se hayan puesto en marcha iniciativas como la Taula Intercultural, donde por primera vez participan personas de distintas nacionalidades.

Activo en distintas organizaciones de migrantes, Rhouni es presidente de la Asociación Mediática por la Interculturalidad y la Convivencia. Detrás de ese nombre tan largo, explica, se esconde un objetivo: poner su granito de arena para explicar a los jóvenes de su país que no es oro todo lo que reluce. Se trata, reconoce, de un trabajo complicado especialmente en tiempos de redes sociales. Recuerda como cuando trabajaba en el centro de menores encontró a un chico haciendo un vídeo para Instagram en el que explicaba «lo guay que era todo, que tienen todo preparado y que ahora les iban a dar la merienda». Pero, explica, lo que no se ve son las mafias «hay muchos jóvenes estafados» y los que se dejan la vida por el camino. Tampoco se muestra, por supuesto, lo que viene cuando salen del centro de menores como ha podido ser testigo él mismo en Tarragona.

En este sentido trabajan en colaboración con entidades locales para quitar brillo al sueño europeo y animarles a estudiar en su país «Y así sí, formados y con la frente alta, que vayan donde quieran».

Miembro de ese pequeño 5%

Maria Cenaida Urrego vive en Tarragona desde hace apenas seis meses con sus dos hijos. Es pues, una de los 499 colombianos que llegó a vivir a la ciudad el año pasado. Hace apenas un mes que recibió el estatus de asilada política. Prefiere no hablar de las circunstancias «terribles» que tuvo que pasar; se le quiebra la voz. Solo valga como referencia que entidades humanitarias como Creu Roja calculaban el año pasado que en España solo se aceptan el 5% de solicitudes de protección. El suyo era un caso clarísimo.

Economista con un posgrado en gestión pública, trabajó en la administración de su país y también como empresaria.

Dice que adaptarse a Tarragona ha sido fácil porque el primer choque cultural ya lo sufrió cuando dejó su país para ir a vivir a Suecia. Aquí, además, ayuda tener una cultura parecida «aunque un poco más cerrada», el idioma, el clima y la playa, sobre todo la playa.

Ella también forma parte de la Taula Intercultural y cree que para ella ha sido un escenario muy importante para entender cómo es la sociedad a la que ha llegado.

Se ha encontrado, no obstante, con dificultades para encontrar piso «vivimos con mi hermana, pero es una fortuna que no tienen todos».

También está asombrada de lo difícil que es comunicarse con la administración para todo tipo de trámites y cómo hay gestores que sacan partido.

Está estudiando y buscando empleo con su recién obtenido permiso de trabajo. Le gustaría quedarse a vivir aquí.

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