«Nos preocupa mucho el denominado ‘oro verde’, que genera un incremento muy importante de los narcoasaltos. Y en la mitad de ellos se utilizan armas de fuego». De esta forma se explicaba hoy el presidente de la Audiencia Provincial de Tarragona, Joan Perarnau, sobre el importante incremento que las plantaciones de marihuana están teniendo en la demarcación de Tarragona y en otros puntos de Catalunya.
Y lo que antes eran plantaciones de particulares ahora son propiedad de una «delincuencia organizada y peligrosa», «que genera numerosos homicidios, secuestros y tráfico de personas.
Y se está notando que comienza a afectar a corrupción a nivel de funcionarios», relataba el magistrado en un receso de la Junta Provincial de Seguretat de Tarragona, en la que participan los jefes de los tres cuerpos de seguridad –Mossos d’Esquadra, Guardia Civil y Policial Nacional– y también los responsables de las Policías Judiciales –los agentes que se encargan de las investigaciones– y el fiscal jefe.
El año pasado, en Catalunya hubo más de un centenar de narcoasaltos y siete homicidios. «La mitad de estos están directamente relacionados con este tipo de delincuencia». También destacaba que si bien no es un delito que genera una gran alarma social, pero que sí puede acarrear conflictos con el resto de ciudadanos: «Están electrificando puertas, con el peligro que conlleva. También están colocando trampas para acceder a las plantaciones».
Unas plantaciones que se pueden encontrar en un chalet –que normalmente ocupan–, en una nave industrial abandonada o desocupada e incluso al aire libre. En este último caso, alquilan los terrenos a los propietarios sin que estos sean conscientes del destino final de su terreno.
Perarnau reconocía que, después de muchos años, era muy importante tener una reunión como esta para definir criterios, «porque se han dado duplicidades en las investigaciones en distintos judiciales» porque había más de un cuerpo policial detrás de una misma trama. «Y ello –dijo– afecta a la eficacia de la investigación policial y judicial».
«Nos preocupa la duplicidad de los tres cuerpos policiales», reconocía. Para evitar que esto ocurra, a partir de ahora las reuniones serán más periódicas.
El responsable de los jueces de la demarcación de Tarragona recordaba que Tarragona «era un punto de paso de la marihuana y la cocaína y ahora ha pasado a ser una productora a gran escala» de esta última droga, convirtiéndose Catalunya en el gran exportador hacia Europa.
Y por zonas donde se produce más situaba en primer lugar la comarca del Maresme, seguida del Gironès –la zona más cercana a Francia– y después ya llega la demarcación de Tarragona, especialmente el Camp seguido por el Delta de l’Ebre.
El magistrado destacaba que muchas de estas bandas organizadas están formadas por kosovares, albaneses, suecos y magrebís. Forman parte de un sector «que genera unas cantidades ingentes de dinero».