Resulta imposible imaginar un mejor sitio para recibir una invitación que el Amfiteatre de Tarragona al atardecer. Ese fue el escenario que acompañó ayer la presentación en la ciudad de la Fira del Vi de Falset, un evento que este año llega a su edición número 30.
La cita en Falset será el próximo dos, tres y cuatro de mayo y, como explicaba Pilar Just, presidenta de la DO Montsant, es una oportunidad para disfrutar de un vino y un paisaje que, pese a la cercanía, los tarraconenses no siempre tenemos presente.
Insistía Just en que una de las cosas que distingue a esta feria de otras de su ramo es el hecho de que detrás de cada mesa se pueden encontrar historias de personas que un día apostaron por una particular forma de vida. Era uno de los argumentos que usaba para animar a acercarse a la que calificaba de «Fiesta mayor del vino».
Salustià Álvarez, presidente de la DOQ Priorat, agregaba que en cada botella se podrá disfrutar no solo de calidad alimentaria, sino de «calidad emocional, de una artesanía basada en la viña y no en la industria».
La presentación al sector turístico de la ciudad se enmarca en el acuerdo entre los ayuntamientos de Falset, Tarragona y Reus para sumar esfuerzos en la proyección de las ofertas turísticas y culturales de las tres localidades. En el marco de este acuerdo, tanto Tarragona como Reus tendrán presencia en la feria que el año pasado contó con unos 35.000 visitantes.
El alcalde de Tarragona, Rubén Viñuales, explicaba que es crucial entender que quienes nos visitan vienen buscando experiencias y para esto todo el territorio tiene que colaborar. «Detrás de estas montañas hay unas personas que hacen el mejor vino del mundo y en un paisaje que, a su lado, la Toscana es una broma», decía.
El alcalde de Falset, Carlos Brull, explicaba que el hecho de que la feria cumpla treinta años es una muestra de la vitalidad de la comarca y de cómo el resurgimiento del sector «nos ha dado vida y futuro y nos ha acompañado en la lucha contra el despoblamiento de las tierras rurales». A modo de ejemplo contaba que si cuando comenzó la feria había unas 20 bodegas de las dos denominaciones de origen, Priorat y Montsant, ahora rondan las 200.
La presentación de la feria sirvió también para catar no solo algunos de los vinos, sino algo de la programación cultural (toda la oferta ya se puede consultar en la web del evento) que la acompaña con un concierto del cantautor Espaldamaceta.

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