Whatsapp Diari de Tarragona
Para seguir toda la actualidad desde Tarragona, únete al Diari
Diari
Comercial
Nota Legal
  • Síguenos en:

Coches vs. árboles,
las cuentas no cuadran

Educación. Alumnos del Institut Tarragona y del Lycée Sacré Coeur, de Touring (Francia), miden la calidad del aire del centro educativo y sus alrededores

13 junio 2022 21:02 | Actualizado a 14 junio 2022 07:00
Se lee en minutos
Participa:
Para guardar el artículo tienes que navegar logueado/a. Puedes iniciar sesión en este enlace.
Comparte en:

Estos días en el Institut Tarragona y alrededores ha habido un trasiego de alumnos con sensores tomando medidas del aire aquí y allá, contando árboles, buscando líquenes, midiendo las emisiones de los coches que pasan cerca...

Son los estudiantes de tercero de la ESO que participan en el programa Erasmus+ ‘Air quality project’ que desarrollan junto con sus compañeros del Lycée Sacré Coeur, de Touring, Francia. Ayer la treintena de alumnos presentó los resultados del trabajo que han hecho estos días.

El aire de la clase

En los equipos de trabajo participaban mezclados alumnos locales y franceses. Estos últimos son alumnos de español, con lo que está siendo una buena oportunidad para practicar el idioma. No obstante, allá donde no llegaban el francés y el español, acababan comunicándose en inglés.

El primero de los grupos se encargó de estudiar las condiciones ambientales de las aulas. Las mediciones fueron posibles gracias a que el instituto tiene aparatos cedidos por la URV. Los franceses, además, también trajeron.

Este equipo encontró, por ejemplo, que la calidad del aire de las clases estaba dentro de lo aceptable, pero tener ventanas y puertas abiertas (una medida heredada de la pandemia) es un punto a favor para tener menos concentraciones de CO2. En todos los casos se estuvo por debajo de los de 1.000 ppm (partes por millón), concentración a partir de la cual se reduce la concentración, atención y el rendimiento académico.

En lo que sí encontraron deficiencias fue en la cantidad de luz que había en las clases y que en algunas resultaba insuficiente.

También estudiaron la relación entre fotosíntesis y contaminación. Para ello estuvieron monitorizando los cambios que se producían dentro de una especie de urna plástica donde tenían una planta de margaritas. «¿Creéis que sería una buena idea poner ocho plantas en una clase?», preguntaba el equipo. Y es que, calculaban, tener esas ocho plantas en el salón ayudaría a reducir de 800 a 400 las ppm de C02.

Otra de las formas que emplearon para tratar de estudiar la polución fue la presencia de líquenes en los árboles (organismos formados por la unión simbiótica entre un hongo y un alga) que, según explicaban, son buenos predictores de calidad ambiental. Compararon la Plaça Imperial Tarraco (a pocos metros del instituto) y el Camp de Mart. En la primera no había, mientras que en el Camp de Mart, aunque encontraron, eran pocos y de poca variedad.

Entre los experimentos que hicieron también estuvo el cálculo de las emisiones de los vehículos que pasan por la Imperial Tarraco durante un año y la cantidad de árboles que hay en la zona. La respuesta fue contundente: los árboles no compensan, ni de lejos, la contaminación que producen los coches.

En octubre los alumnos de Tarragona irán a Francia a hacer las mismas mediciones. De momento el balance del aprendizaje no podía ser más positivo. «Hemos profundizado mucho en nuestros conocimientos sobre el aire», decía sonriente Clément, uno de los alumnos franceses.

Comentarios
Multimedia Diari