Cada día parece estar más cerca la primera huelga de la basura del siglo XXI en la ciudad de Tarragona. La esperada mediación de ayer en el Tribunal Laboral de Catalunya entre el comité de empresa y la compañía FCC acabó sin acuerdo, emplazándose a una nueva reunión para el viernes día 23. Antes, los representantes de los trabajadores se verán esta mañana con el alcalde Rubén Viñuales (PSC), en un encuentro que, si no va bien, podría derivar en el inicio de los trámites para que la ciudad sufra el parón de su mayor servicio municipal justo al inicio de la temporada alta turística: por Sant Joan y el Concurs de Focs, previsto entre el 2 y el 5 de julio.
Tras una hora y cincuenta minutos de encuentro, tanto el comité de empresa como FCC mantuvieron intactas sus posiciones. La parte sindical –formada por nueve miembros de la UGT y cinco de la USOC– exige la entrada en vigor del «principio de acuerdo» del nuevo convenio colectivo firmado el pasado 8 de abril. El pacto especifica que «la subida de las tablas salariales para 2025 será del 3,5%», mientras que también aumenta «en un 20%» el valor de las horas extras. Teniendo en cuenta el informe del interventor general –que está incluido en el expediente de licitación de 2023 del nuevo contrato de la basura que concretaba la masa salarial del servicio en más de 10,8 millones de euros–, una subida del 3,5% se traduciría en un incremento de 380.000 euros en nóminas para 2025.
El Ayuntamiento matiza el tono
Por contra, FCC –que se presentó a la mediación con dos representantes– se niega a firmar el convenio «sin tener la validación del Ayuntamiento», según indican fuentes consultadas, las cuales reiteran que el objetivo de la empresa es «elevar a definitivo» el texto, esto sí, con algunos matices por la «ambigüedad» municipal.
«Si hoy no hay ninguna solución iniciaremos los preparativos para una huelga indefinida»
Luis Blanco
Presidente comité de empresa del servicio de la basura
Así, FCC propone ahora que el convenio tenga vigencia de manera retroactiva desde el 1 de enero, pero solo hasta el 31 de mayo, «a la espera de que resuelva el Tribunal de Contractes» sobre si debe adjudicarse el nuevo contrato a Urbaser o si, por el contrario, debe reiniciarse toda la tramitación. Por ello, si el 31 de mayo el organismo administrativo no ha resuelto, la compañía propondría ir prorrogando el convenio mes a mes «hasta que haya una solución definitiva», apuntan las fuentes consultadas por el Diari.
Ayer, el consistorio matizó el tono con FCC. Y es que si bien inicialmente el Ayuntamiento, tras dejar claro que «no puede entrar en las relaciones laborales entre empresa y trabajadores», alertaba el lunes que «la empresa ya es conocedora que nos encontramos ante una situación de continuidad, y que debe hacerse responsable en relación a actuaciones que puedan distorsionar los derechos y obligaciones de la futura empresa adjudicataria, garantizando siempre las mejores condiciones para los trabajadores», ayer rebajó la advertencia.
En una nueva comunicación, con fecha del martes, el consistorio «deja sin efecto» su postura inicial y se limita a recalcar que la administración municipal «no puede entrar en las relaciones laborales entre empresa y trabajadores», por lo que «no toca manifestar conformidad o disconformidad».
De esta forma, el Ayuntamiento retira la amenaza a FCC de ser la responsable de los 400.000 euros que supondrán las mejoras salariales. Sin embargo, la nueva postura de la corporación local «no puede ser aceptada» por la compañía, que alega «inseguridad jurídica» por la situación generada.
«Se nos está ignorando»
El presidente del comité de empresa del servicio de la basura, Luis Blanco, se mostró pesimista tras la reunión con FCC. «Ha sido más de lo mismo. La empresa ha insistido en sus argumentos, pero hemos negociado un convenio y ahora se nos está ignorando. Para el Ayuntamiento, el problema económico es tan pequeño que no se entiende que nos empujen hacia el precipicio», indica el máximo representante de los trabajadores, quien asegura ser «receptivo» a «poder llegar a un acuerdo», a la vez que evita repartir culpas «entre empresa o Ayuntamiento».
«No podemos firmar el acuerdo sin la validación del Ayuntamiento»
Fuentes de FCC
De hecho, los integrantes del comité de empresa se reunirán esta mañana, a partir de las 10.30 horas, con el alcalde de Tarragona, Rubén Viñuales; la concejal de Neteja Pública, Sonia Orts; y el director municipal de Recursos Humans, Néstor Cañete. En el encuentro se pedirá que el consistorio aporte las garantías que pide FCC para firmar el pacto laboral.
«Si el consistorio sigue en su posición y no hay soluciones, hoy mismo anunciaremos el inicio de los preparativos de la huelga», afirma Luís Blanco, quien igual que hacía el sindicato UGT el pasado viernes, sitúa el inicio del parón por Sant Joan, afectando al Concurs de Focs. «Si no hay solución, la huelga podría ser indefinida. Espero equivocarme y firmar el convenio la próxima semana», se recalca desde el comité, al mismo tiempo que se reivindica que «no vamos a pagar el pato» e incluso se valora cancelar la nueva reunión en el Tribunal Laboral, prevista para dentro de ocho días.
Igual que pasara en 2023, cuando el anterior comité de empresa anunció una huelga por Semana Santa –a pocas semanas de las elecciones municipales y con audios politizados–, el fantasma del parón del mayor servicio municipal –con unos 330 empleados– vuelve a planear, ahora con más fuerza que nunca, por la Plaça de la Font. Todo, por 400.000 euros.