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    El Iot de la playa Llarga estará otro verano cerrado

    La Generalitat aún no ha sacado a concurso el uso del local, después de tirar atrás la adjudicación que otorgó el pasado agosto. El futuro gestor deberá asumir la reparación de las humedades del inmueble

    24 abril 2023 21:39 | Actualizado a 25 abril 2023 07:00
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    El emblemático local del antiguo Iot de la playa Llarga estará otro verano cerrado. Así lo confirman al Diari fuentes del Departament de Economia i Empresa de la Generalitat de Catalunya, las cuales esperan reiniciar la licitación del uso del espacio «en las próximas semanas», después de que el anterior concurso quedara anulado el pasado mes de octubre.

    De esta forma, medio año después de suspender la tramitación administrativa para reactivar la vida de la planta baja del inmueble, y ya a menos de dos meses para la temporada alta turística, ya es un hecho que la parte inferior del edificio volverá a estar sin actividad por segundo verano consecutivo, después de convertirse en un emplazamiento de referencia entre 1986 y 2021 cuando el recinto se explotaba mediante el conocido Iot.

    «No dará tiempo a abrir este verano. Entre que se publica el concurso y se abre pasará, como mínimo, medio año», se afirma desde el Govern. En caso, pues, de que el concurso se reactivara este mes de mayo, el calendario con el que trabaja la corporación autonómica situaría la reapertura a finales de año.

    Durante este mes de abril los técnicos de la Generalitat están llevando a cabo la valoración económica del recinto, ya que pese a que se encuentra en un «buen estado general» sí que presenta alguna patología de humedades. Por ello, en el nuevo pliego que saldrá a concurso público se obligará al futuro adjudicatario a asumir el coste de estas actuaciones.

    Doble vía judicial

    El segundo verano sin apertura será un episodio más de una polémica que se arrastra desde hace más de cuatro años, y que ha llegado hasta los tribunales de justicia por varias vías. Tras más de tres décadas actividad, a finales de 2018 el Govern decidió no prorrogar el permiso a los dos gestores del inmueble: Iot (planta baja) y Tòful de Mar (en la superior). Los segundos, rápidamente devolvieron las llaves a la administración y hoy el espacio ya está abierto baja la denomiación la Sardineta que gestiona la empresa TUCAN 2016, pero sin embargo los primeros se negaron a abandonar el recinto.

    A partir de aquí se inició un litigio judicial entre Iot y Govern que se alargó durante tres años, hasta que en verano de 2021 el Tribunal Superior de Justícia de Catalunya (TSJC) dio la razón a la administración pública. En su resolución final, el alto tribunal catalán consideró que se había extinguido el permiso habilitante y que «estamos ante un edificio de titularidad pública cuyo destino inevitable es el de usarse para intereses públicos y no privados, por muy legítimos que estos puedan ser», según rezaba la sentencia que daba el carpetazo final al asunto. Por ello, los gestores del local devolvieron las llaves el 4 de noviembre de 2021, con el objetivo de que la Generalitat sacara a concurso público el uso del espacio.

    Este paso se dio hace un año, en marzo de 2022, pero pese a que este trámite parecía ser el inicio del final de los problemas, aún aparecieron dos imprevistos más de gran calado, a raíz de la adjudicación que se anunció en agosto de 2022 a favor de la misma empresa que gestiona la Sardineta (situada en la parte superior del edificio). Primero fue una impugnación por parte de una de las sociedades que se presentaron al proceso, que argumenta que no fue debidamente notificada tras ser descartada porque pese a que el Departament de Patrimoni envió un correo electrónico informativo, en este «no se acreditó que fuera recibido correctamente por el servidor» de la firma aspirante.

    Este caso se encuentra actualmente en el Tribunal Superior de Justícia (TSJCat) y la exigencia del demandante es que el proceso «se retrotraiga» al momento en el que la compañía fue descartada para seguir aspirando a ser la adjudicataria. Todo esto sucedió durante el primer verano, el de 2022, en el que el emplazamiento ya estuvo cerrado en la planta baja del inmueble.

    Paralelamente, y por si no fueran pocos los inconvenientes que el Govern ha afrontado desde 2018 para intentar «regularizar» la explotación del equipamiento, en octubre de 2022 se declaró «desierto» el concurso público que, en teoría, había acabado con la adjudicación de agosto de 2022 en favor de la firma que gestiona la Sardineta. El Govern justificó su decisión en el hecho de que la empresa presentó el proyecto definitivo necesario para poder formalizar el contrato «fuera de plazo». Pese a que la firma ganadora de la licitación solicitó una ampliación del plazo al entender que el estipulado era «demasiado ajustado», esta petición no se aceptó, por lo que Economia i Empresa dejó «sin efecto» la adjudicación. Seis meses después aún no se ha reiniciado un proceso que todo parece indicar que se alargará durante bastante tiempo más.

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