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El ‘nuevo’ Palau d’Esports del Anillo Mediterráneo de Campclar contará con 1.455 deportistas a la semana cuando abra a los clubes de la ciudad a partir del próximo 3 de octubre. Este es el cálculo con el que trabaja el Patronat Municipal d’Esports tras confirmar la pasada semana las entidades que, finalmente, podrán entrenar dentro de un mes y medio en las instalaciones del pabellón que fue inaugurado en junio del año 2018 pero que desde julio de ese año ha permanecido prácticamente cerrado para la práctica deportiva pese a haber supuesto una inversión pública de 18,4 millones de euros por parte de la Generalitat de Cataluya.
En total, el consistorio calcula que el recinto albergará a unas 300 personas al día cuando empiece a ser usado por los 12 clubes que entrenarán de lunes a viernes, de 16.30 a 23.30 horas. Las entidades que ‘estrenarán’ el equipamiento serán: CBT, ADT, TGN Bàsquet, Bàsquet Sant Pere i Sant Pau, El Carme, Teresianes, Club Dojo, Club Kalos, las secciones de rítmica y de fútbol sala del Gimnàstic, el Volei Sant Pere i Sant Pau y el Handbol Tarragona.
Medio millón en inversiones
Paralelamente, la corporación local ya tiene en marcha el proceso para llevar a cabo las inversiones necesarias para poner a punto el espacio, que suponen un montante global de 505.000 euros: 190.000 procedentes del presupuesto de 2021, y 315.000 aprobados en un modificativo de crédito de este inicio de año, ya que el Consistorio tiene el presupuesto prorrogado. La primera fase, que será la necesaria para poder abrir el Palau tras verano, será la que comportará la ejecución del dinero del año pasado, que se centra en la colocación del parqué móvil (ya instalado), la adecuación del pavimento de hormigón, el anclaje y el material deportivo básico como porterías o canastas de baloncesto. Cabe destacar que estas últimas (cinco) ya están en el pabellón de Ponent, tras lograrlas «de una instalación que ya no las quería», según indica la concejal de Esports, María José López (Esquerra). Cabe señalar que cada canasta cuesta unos 15.000 euros, una cifra de ahorro que «servirá para poder mantener la inversión prevista a pesar de la actual inflación».
En una segunda fase se prevé instalar el parqué fijo en toda la pista (lo que conllevará la retirada del móvil, que se usará únicamente en las competiciones oficiales de baloncesto), así como las cortinas separadoras de las tres pistas en las que se dividirá el recinto y el protector del parqué. Según López, la previsión es que todo este listo para salir a licitación «a finales de verano».
