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El parking disuasorio junto al cementerio podría tener los días contados. Si no hay un cambio de escenario en las próximas semanas, a finales del mes de junio deberá cerrarse esta superficie en la que actualmente aparcan unos 120 vehículos y que es de titularidad privada, gestionada por el Ayuntamiento.
Según ha podido saber el Diari, el pasado 25 de marzo la sociedad mercantil Promocions Terres Cavades SA envió una carta al Ayuntamiento en la que se informa de la «voluntad de cancelación» del convenio que ambas partes suscribieron el 23 de abril de 2009. Según este, el propietario, José Luis García, cedía de forma «temporal» esta superficie de unos 11.007 metros cuadrados a la administración local para ser utilizada como aparcamiento disuasorio. Su emplazamiento, junto a la entrada de la A-7, facilitó esta colaboración de acuerdo con lo que ya se había hecho con otros solares.
De acuerdo con el POUM de 2013, la finca formaba parte del Pla Parcial Urbanístic 41, conocido como el de La Vall del Llorito. Y a la espera de que siguiera adelante la urbanización del nuevo barrio se llegó a dicho acuerdo. Con la caída del planeamiento general, ha cambiado la calificación de los terrenos que, según las normas transitorias urbanísticas, han pasado a ser rústicos.
Promocions Terres Cavades SA expone que «el uso actual y/o futuro de este terreno, como espacio de aparcamiento municipal, ha de realizarse sobre aquellos terrenos que tengan la calificación de equipamiento». Al no ser así, justifica que «entendemos que no cumple con ninguno de los preceptos de la normativa urbanística ni de las ordenanzas fiscales de este municipio». Por este motivo, se alega que en «concordancia» y «coherencia» con la calificación urbanística actual «y para evitar posibles responsabilidades» debe «cancelarse» el citado convenio.
Al final de la carta se indica la fecha en el que este expirará, que es el próximo 30 de junio, día a partir del cual «el Ayuntamiento garantizará que esta finca no podrá seguir siendo utilizada como aparcamiento».
La decisión ha supuesto un revés para el Consistorio, después que ambas partes habían mantenido conversaciones para ampliar este aparcamiento con una finca contigua, que es del mismo propietario, alcanzando en total la cifra de 350 plazas.
Por su parte, el Ayuntamiento de Tarragona asegura que esta misma semana ya ha respondido a la carta, emplazando a los propietarios a mantener una reunión para encontrar una solución que, según la corporación municipal, «es una cuestión de voluntad». Así lo afirma el concejal de Territori del Ayuntamiento de Tarragona, Xavier Puig, quien apunta que «hay vías de solución validadas por los servicios jurídicos del Ayuntamiento, que permitirían seguir contando con esta colaboración en la construcción de una ciudad más saludable». Y esto, según la administración, pasa por la firma de un nuevo convenio, actualizado según el marco urbanístico actual.
Los servicios jurídicos consideran que la continuidad de esta función de parking encaja con las «actuaciones específicas» que permite la Llei d’Urbanisme de Catalunya, cuando se trata de actividades o equipamientos de interés público que tengan que emplazarse en el medio rural, como es el caso de las infraestructuras de accesibilidad. «Si la voluntad se mantiene intacta, hay solución», afirma Puig. Y esta es la que ya se ha plantado en esta respuesta a los propietarios y que se explicará de nuevo en este encuentro que debe producirse y en la que se instará a la firma de un nuevo convenio, no tan solo para mantener la actividad actual, sino para continuar con los planes de expansión que estaban en marcha
