El restaurant Barquet enciende de nuevo los fogones

El establecimiento ofrece una carta reducida con platos para llevar, a la espera de poder abrir definitivamente

04 mayo 2020 18:50 | Actualizado a 04 mayo 2020 18:59
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El restaurante Barquet de Tarragona, uno de los más tradicionales de la ciudad, ha vuelto a encender los fogones casi dos meses después por la pandemia del coronavirus. Coincidiendo con el inicio de la fase 0 de la desescalada, desde ayer el restaurante ofrece comida para llevar, a la espera de poder entablar la clientela a partir de la próxima semana. Para estos días, el Barquet ha diseñado una carta reducida, con media docena de entrantes y media docena de arroces –la especialidad de la casa–. «Las pérdidas por los días cerrados no se pueden compensar, pero queríamos dar servicio ya los clientes y poner en marcha los motores del restaurante», explica uno de los propietarios, David Solé, satisfecho por el buen ritmo de pedidos recibidos.

Cananas con cebolla y tomate, gambones fritos, sepia estofada con cebolla o morralets fritos como entrante. Arroz negro, arroz con bacalao, arroz con sepias, arroz con cigalas y almejas, o fideos arrossejats como plato principal. Estas son algunas de las propuestas que ayer empezaban a salir de la cocina del Barquet de Tarragona para satisfacer de nuevo a los clientes, por primera vez desde mediados de marzo.

El jefe de cocina y copropietario, David Solé, admite que vivían la situación con desazón. «Como todo el mundo necesitábamos trabajar y ahora que podemos hemos decidido poner en marcha de nuevo el movimiento del restaurante. Iremos cambiando de platos y de menú en función de lo que lleven las barcas a puerto», detalla. Por ello, han establecido franjas de servicio para llevar al mediodía y por la noche.

Una carta que se hizo viral

Ayer, el restaurante tenía una decena de pedidos. «Lo echábamos de menos», explica Maite, una clienta, ante la barra que delimita el espacio de recogida. Ahora, sin embargo, hay menos movimiento que en un servicio de comida habitual, donde suelen atender una veintena de mesas. «Esto no hay ni Dios que lo compense, pero se trata sencillamente de dar servicio a nuestros clientes», defiende Solé. «Cuando terminamos de confeccionar la carta y la colgamos en las redes, en cinco minutos la gente ya nos llamaba. Estamos muy agradecidos a toda la gente de Tarragona», añade.

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